En la grapa número 54 de Batman de ECC se recogen los números 51 tanto de Batman como de Detective Comics. El número 51 de Batman es un número muy especial pues supone el último de la larga etapa de Greg Capullo y Scott Snyder al frente de la colección más vendida en USA durante años. En esta ocasión, esta carta de despedida toma como hilo narrativo el tema Gotham es.
Mientras una voz en off va describiendo la ciudad, vemos la vuelta a la rutina de Alfred bajando a la Batcueva, a Bruce acostumbrándose a tener un cuerpo sin cicatrices físicas, pero con todas las heridas emocionales y conocimientos que ello conlleva y por supuesto el estreno de un nuevo Batmóvil con sistema de camuflaje incorporado, bastante deudor de las películas de Tim Burton en mi opinión. Me parece genial la doble página en la que al fin Gordon y Batman vuelve a encontrarse a la luz de la Batseñal, y esa frase de Gordon de “no voy a darme la vuelta porque sé que te has ido pero ten cuidado”. En la siguiente splash, Capullo recuerda sus inicio y tenemos a la plana mayor de Arkham con su personal estilo entre lo grotesco y lo cartoon.
Han corrido ríos de tinta sobre la etapa de Capullo/Snyder y es que una cosa está clara y es que no ha dejado indiferente a nadie, ha sido rompedora, trasgresora, única y rupturista. Pero para bien o para mal, el camino de estos dos artistas se separa tras casi cinco años juntos, nuevas voces llegan a Gotham, Snyder volverá con el murciélago con un equipo de estrellas mientras que Capullo viajará al Millarverso hasta que lo tengamos de vuelta por aquí.
En cuanto al número de Detective Comics vuelve a estar firmado por Peter Tomasi (“Superman”) y sigue contando con los detallados y orgánicos dibujos de Fernando Pasarín. En “Nuestro Gordon en Guerra” tendremos una historia en dos partes, donde Gordon aún es “Robobatman” y se explora su pasado como militar. Arranca con un aire muy noir y urbano, La visita de un antiguo compañero Berenger y el ataque de un fanático al grito de Amun-Set, le lleva a recordar un oscuro episodio de su historia en el frente, es tiempo de dejar la ciudad por el polvo del desierto y recuperar las placas de identificación, aunque nunca viene mal llevarse la capucha de Batman para entrar y ver aquello que no quiere ser revelado.
Otro impecable trabajo, que mezcla tempos detectivescos, crudeza y que de nuevo gracias al enorme trabajo de detalle de Pasarín y su pesado entintado da esa sensación plomiza y agónica que tan bien le va a esta cruda historia. Tomasi demuestra una vez más que es capaz de escribir en cualquier genero y registro y de nuevo Pasarín demuestra que ha venido a las retorcidas calles de Gotham para quedarse en ellas y desde aquí imploro a DC para que así sea,
Llegamos a la grapa número 55 de ECC, que contiene los números 52 de la series americanas de “Batman” y “Detective Comics”. Snyder ya nos dijo adiós el mes pasado y de Capullo sólo queda la portada del número a modo de despedida. Por parte de Batman, el encargado de dar cierre a la colección, es el alumno aventajadisimo de Scott Snyder y futuro guionista titular de Detective Comics, James Tynion IV, que cuenta con el arte de Ryley Rossmo compañero de Tynion en “Constantine: The Hellblazer”. En esta peculiar historia tenemos un hilo narrativo en forma de notas de una lista que Alfred le entregó al joven Bruce sobre qué hacer y cómo afrontar el dolor de la perdida de sus padres.
La narración irá en dos tiempos, por un lado Batman, que ya luce el rediseño de Capullo se enfrenta al estrambótico villano Crypsis, un delirante bufón con poderes de alta tecnología, empeñado en robar un gran secreto relacionado con Bruce Wayne. Por otra parte mientras se van leyendo los puntos de la lista de Alfred, repasamos varias partes del viaje de entrenamiento de Bruce por el mundo, su estancia en Japón, sus saltos al vacío en Yugoslavia, y vuelta a la niñez en la Mansión Wayne.
Acabamos con el 52 de Detective Comics de nuevo a cargo de Peter Tomasi (“Los últimos días de Superman”) y dibujo de Fernando Pasarín (“Batgirl”). Como suele ser habitual en Tomasi, si el guión del primer número fue de un ritmo lento, presentación de contexto, personajes y trama, en éste de nuevo deja que Pasarín se divierta y de paso podremos ver algo, que yo personalmente estaba deseando y era ver a la “Batarmadura” de Gordon en acción, pues lo siento el diseño de Gordon con traje me sigue resultando pobre y ridículo y sólo queda bien con el aspecto caricaturesco que le imprimaba Capullo, su diseñador. Un número de acción desbordante en el que Gordon tendrá que poner a prueba su tecnología contra la mística de la momia Amun-Set.
Pasarín demuestra que se le dan muy bien los cómics de acción desenfrenada y miliatar, buenos puntos de vista para el lector y casi da la sensación de ver una partida a “Battlefield”, la verdad es que le auguro un gran futuro en franquicias que ahora parecen haberse relanzado tanto como “Transformers” o “G.I.A.Joe” y es que no todo el cómic son tipos en mallas y cada vez menos. Vamos a ver acción violenta y explosiva, todo muy en la línea de cineastas como Michael Bay, ensalzando al ejercito americano y guardándose Tomasi, un momento intimo, la entrega de placas de camaradas caídos para cerrar el número y la serie, donde ha demostrado que Gordon es un gran detective y ha contado tres historias distintas, pero con una profunda base detectivesca.
Hora de decir adiós a estas calles de Gotham, veremos qué le depara el Renacimiento.