Desde hace años, Telltale Games ha explotado con maestría el miedo a tomar la decisión equivocada. En sus juegos, cada acción tiene una consecuencia y, a continuación, se enciende una mecha que avanza una toma de decisiones imposibles, llenas de tropiezos y malas elecciones (o eso podemos llegar a creer). En el caso del primer capítulo de su propia versión de Batman, «Reino de las Sombras», parece que el equipo de Telltale sigue con su buena línea y proporciona un fuerte inicio de la serie.
Con Harvey Dent como candidato a la alcaldía y Bruce Wayne como su principal respaldo, la ciudad de Gotham está a las puertas de un cambio revolucionario. Juntos amenazan el status quo, donde los funcionarios corruptos y los criminales tienen la ciudad en el bolsillo. En un principio parece que los ciudadanos de Gotham no acaban de confiar en Dent, pero con la buena reputación de la familia Wayne de su lado, este empieza a ganar un fuerte respeto. Con este interesante inicio (que no es la primera vez que se plantea en cómics o películas pero que, bien jugado, puede dar muy buenos resultados) Telltale presenta a los personajes y muestra algunas cartas que empiezan a crear el ambiente tenso tan propio de sus producciones.
Muchas de las opciones del Episodio Uno no son cuestiones de vida o muerte, pero sí que avanzan grandes consecuencias, por lo que siguen teniendo mucho peso. Toda toma de decisiones nos obliga, en un muy breve espacio de tiempo para la reflexión, a contemplar tres importantes aspectos; la historia nos hace elegir entre lo que nosotros opinamos personalmente que es lo correcto, lo que creemos que haría Bruce Wayne y lo que creemos que podría ayudar a la campaña de Harvey. ¿Le daría la mano a Carmine Falcone para asegurar su apoyo, algo que empañaría su reputación? ¿O le doy la espalda sabiendo que esas mismas manos están ahogando a la ciudad de Gotham?
Las situaciones son, a menudo, subestimadas, pero todas tienen una importante carga dramática. El conocimiento persistente de que las elecciones y acciones que tomemos tienen profundas consecuencias hace que nos cuestionemos nuestras decisiones incluso a posteriori; como una voz incansable que nos recuerda que el futuro es incierto y nos hace temer sus posibles ramificaciones. También sientan las bases de algo mucho más intrigante. Como todas las buenas historias de Batman, la captura de un criminal conduce a un misterio mucho más grande, uno que desafía los fundamentos morales que guían a Bruce Wayne y, por extensión, del Caballero Oscuro.
Ya que es una historia autoconclusiva, Telltale puede tomarse ciertas libertades creativas con sus personajes más canónicos. A pesar de ello, en su mayor parte, las caras de los principales personajes nos resultan familiares. Alfred sigue en su incansable tarea por mantener a Bruce en las mejores condiciones, alejándole de ser consumido por su propia cruzada, Harvey Dent sigue siendo la luz en la oscuridad que quiere guiar a Gotham por el buen camino, y Selina Kyle se mantiene en su línea, una ladrona egoísta incapaz de ignorar lo bueno que queda en ella. Incluso un notable personaje del universo Batman que ha sido completamente reinventado sigue siendo fiel a su espíritu original, y jugará un papel fundamental en la historia.
Bruce, por su parte, está al principio de su carrera como Batman y es más inestable emocionalmente. Como resultado, las respuestas a los diálogos nos permiten crear una versión propia de nuestro Batman, casi como si fuésemos nosotros quienes estamos tras la máscara. Podemos ser una víctima de una tragedia distante, un playboy multimillonario centrado en sí mismo, un amigo de la esperanza o una sombra en el silencio. A través del excelente guionaje de Telltale es muy improbable que no seamos solo una de estas posibilidades, más bien acabaremos siendo una mezcla de todas ellas. La variedad emocional que dibuja Bruce es obra de un trabajo de escritura magistral: un hombre endurecido solo en el exterior, pero que se esconde tras una máscara para enfrentarse a sus propios demonios. Una historia humana y genuina. Una narración que, a priori, promete un análisis exhaustivo del carácter de este personaje tan oscuro y atormentado; una lucha que se extiende desde su propio yo hasta su alter ego y su lucha contra el crimen.
En un inicio parece que esta será una historia sobre Bruce Wayne (ya veremos cómo se desarrollan los acontecimientos para confirmarlo), pero cuando las cosas se ponen difíciles el multimillonario playboy no duda en enfundarse el traje de Batman. Justo en este momento la historia parece ofrecernos algo más de interacción con nuestro mando, convirtiendo todos los enfrentamientos en una combinación de botones al puro estilo Quick-Time Event o planificándolos desde la distancia para inspirar a nuestro personaje sobre como ejecutarlos. De hecho, los momentos más destacados de este primer capítulo están centrados en Batman y en como este interactúa con su entorno y resuelve sus puzles. Esta faceta más detectivesca resulta fresca a la par que conocida, ya que a pesar de conocerla muy bien en los cómics, es un elemento poco explorado en los videojuegos.
Al igual que otros títulos de Telltale Games, los jugadores pueden interactuar con los elementos de su entorno. En este caso, nos enfrentaremos a una escena de un sangriento crimen y tendremos que usar nuestra capacidad para relacionar cosas para reconstruir los hechos; una divertida tarea que combinará el análisis de evidencias y la avanzada tecnología del Hombre Murciélago. Pero la cosa no será fácil —no nos encontramos ante una simple historia de policías contra ladrones— pues tendremos que lidiar con productos químicos, huellas de neumáticos, metralla y otras piezas de un rompecabezas bastante más grande de lo que parece a simple vista. Podremos caminar entre estos elementos de la escena del crimen y tendremos que tratar de resolver el enigma mediante conexiones entre estos elementos y reconstrucciones holográficas de lo que podría haber pasado.
En el mismo sentido de conectar objetos/personajes entre sí nos encontramos con otro momento muy destacable de este primer capítulo. Casi al final tendremos que asaltar un edificio lleno de matones y, desde una distancia segura, tendremos que planear el ataque relacionando objetos y personajes mediante reconstrucción holografía para ayudar a Batman a diseñar la estrategia de ataque. De esta manera podremos elegir entre golpear a un matón contra una columna de hormigón o utilizar un batarang para hacer que una pesada lámpara de techo le caiga sobre la cabeza. ¡Pero ojo! La cosa no es tan fácil. Mientras se ejecuta este plan de ataque tendremos que ser habilidosos con el mando, pues de nada servirá el plan si no conseguimos resolver con éxito el Quick-Time Event. En el diseño de esta forma de combate Telltale ha dado en el clavo en otro de los elementos característicos del clásico personaje de DC: la preparación metódica y la destreza táctica.
Si algo malo tuviésemos que destacar del juego seria la poca trascendencia de los QTE. Si fallamos en alguno de ellos Batman ni se inmutará, de hecho pasaremos a otra cinemática distinta que hace avanzar la historia sin castigar a nuestro personaje por fallar en la pelea. De hecho, el único aliciente que tiene completar todos los QTE es llenar un medidor especial que nos permitirá acceder a una cinemática especial al final de la batalla; es decir, una cinemática donde Batman ejecuta un combo más vistoso que el resto. A este pequeño intento de buscarle las cosquillas al Batman de Telltale podríamos añadir que las decisiones siempre se toman de forma muy apresurada y, en algunas de ellas, casi ni dejan tiempo para leer todas las posibilidades y pensar mínimamente en lo que te gustaría contestar.
Aunque la imagen no es tan nítida como en The Wolf Among Us, el Batman de Telltale tiene una identidad visual muy impactante y, en cierto modo, utiliza los colores pastel que ya son seña de identidad de la casa. Las líneas del dibujo son gruesas y para los detalles se utilizan unas algo más finas que aportan profundidad y carácter. Quizás lo menos destacable sea la iluminación ambiental, que resulta ser demasiado pálida. Las zonas más destacables las encontramos en la mansión Wayne, con una chimenea que aporta luz a los rincones más oscuros con un nivel de detallismo muy bien conseguido y, por otro lado, el ordenador central de la Batcueva, que rebosa una ambientación futurista con sus colores personalizables.
El traje de Batman es particularmente bueno. Parece inspirado en el Caballero Oscuro de Frank Miller, rindiendo así un buen homenaje a su legado, pero también recoge algunos elementos del aerodinamismo y modernidad de la versión de Greg Capullo. Los brillantes ojos blancos le dan una presencia imponente, haciendo que sus víctimas queden aterrorizadas al mirarle directamente a la cara.
En fin, un buen juego y, a la par, muy prometedor. Mientras que muchos juegos se centran en la figura de Batman, parece que Telltale apuesta por una visión más fresca del personaje y deciden centrarse en el personaje de Bruce Wayne; su forma de relacionarse y los fantasmas que le atormentan. El juego comienza con un Bruce Wayne acomodado en su torre de marfil, pero nada más acabar el capítulo su trono queda reducido a añicos y se avecinan unos tiempos difíciles. En el primer capítulo «Reino de las Sombras» Telltale establece una convincente narrativa sobre Bruce Wayne, pero sin olvidar a su alter ego. Te deja con ganas de más.
