Baste decir que para muchos es tanto la mejor obra de Miller como uno de los “imprescindibles” de DC. Diseño, ambientación, personajes, una historia redonda que en mi opinión nació para acabar ahí. Entre las mejores cosas de la obra, está la creación de la simpática Robín femenina Carrie Kelly, un personaje luminoso y tan bien construido que no extraña cuando Miller dice que es la verdadera protagonista de la saga.
Pero no fue así, en el año 2002 salió “El Contraataque del Caballero Oscuro”, una obra bastante inclasificable y que genera tanta polémica y odios como halagos recibía su predecesora. Una obra profundamente sexualizada y politizada con una sociedad y héroes decadentes, autoritarios y estúpidos, que básicamente se centra en una guerra contra Lex Luthor y Brainiac por parte de un reaparecido Batman y su pequeño ejercito que incluye a superhombres liberados como Átomo, Flash o Green Lantern. En esta realidad se descubre que Superman y Wonder Woman tienen una hija llamada Lana, Shazam es un vejete adorable, los ciudadanos de Kandor son liberados, Carrie asume la identidad de Catgirl y Miller destroza a Dick Grayson con su versión del personaje.
En mi opinión engorrosa lectura y estética. O bien una de las limitadas ediciones en cartoné que cuentan todas con una portada sketch de Jim Lee, que dado su fondo blanco, a juego con la nueva edición 30 aniversario de “El regreso del Caballero Oscuro”, permiten apreciar mucho mejor la fuerza de los lápices de Lee. Además el mini-cómic aquí se encuentra a tamaño normal y al final, eso sí preparaos a pagar casi el doble de lo que cuesta la edición en grapa.
Miller deja de ser prácticamente autor completo para verse en esta obra relegado por sus motivos de salud a ser el co-guionista junto al maestro del thriller actual, el señor Brian Azzarello (100 balas, Wonder Woman). Por lo que las buenas ideas de Miller al fin tendrán una narración con sentido que no parezcan viñetas y páginas al azar, sin apenas diálogos como en el Contraataque. Además la parte gráfica está en manos de Andy “Batman de Grant Morrison” Kubert, por lo que olvidaros de cuerpos superdeformados y caricaturescos, vacíos de fondos y carentes de lógica.
Con bromas visuales como que Mike Tyson sea un presentador de noticiarios. Y por supuesto un arquitectura y juego de sombras que nos recuerda al Miller de la primera Sin City. Especial hincapié quiero hacer en el inicio que firma Kubert del cómic donde la capucha de Batman es tomada de una vidriera de la olvidada Batcueva.
La vuelta de un perosnaje netamente urbano como la comisaria Yindel es también motivo de alegría, ojalá también sea el camino del desaprovechadisimo Gordon.
Pero si algo tuvo DKII es recordar que esto dejó de ser un cómic de Batman, así que pronto nos vamos a una perdida jungla donde la amazona Diana, se permite el lujo de seguir luchando contra seres mitológicos mientras hace de madre soltera del segundo hijo de Superman, del que amplia e innecesariamente Miller nos narró su concepción en el anterior volumen de esta saga. El mejor Andy Kubert que hemos visto en años, logra pasar de intrincados escenarios urbanos a ruinas aztecas y minotauros y que todo luzca increible, su Wonder Woman es sencillamente maravillosa. También se atisba el mimo por lo mitológico de este personaje que Azarrello ha puesto en su narración.
Puede que Batman haya vuelto a las calles de Gotham, pero eso no significa que las calles de Gotham lo quieran de vuelta. Disfrutad de las secuencias de persecución, y de la paliza de Batman a manos de la policía de Gotham. Parece que la nueva vuelta del caballero oscuro va a ser dura, ¿cómo que no he hablado sobre Carrie Kelly en este número? Tranquilos su aparición es sin duda lo mejor del cómic y si os lo estabais preguntando sí, Carrie tiene nueva identidad como enmascarada.
Sobresaliente el trabajo de Kubert, en las secuencias de viñetas por página, narrativa fluida que cómo no sigue con esa brutalidad y visceral sangre que tanto gusta a Miller de sus historias.
Complementa este cómic, una minihistoria dedicada a Ray Palmer, el Átomo, con cuyo rescate comenzaba el DKII. Este cómic cuenta con dibujo de Miller más Janson, pero aquellos que conozcan del trazo de ambos, verán que hay mucho más Janson que Miller. Historia ramplona de Palmer disfrutando de las ventajas del cambio de tamaño, de dibujar seres monstruosos para los artistas y de poder desarrollar la trama de Lana y su búsqueda. Episodio que causó un gran revuelo, por su portada, que sí está hecha en su totalidad por Miller y que de nuevo muestra claramente que el resto de la historia quizás no llegue a estar ni abocetado por el maestro del cómic urbano.
¿Pero dónde esta la rabia, la acidez, la sexualidad explicita? ¿Puede haber DK sin Miller? Esas preguntas os las tendréis que hacer vosotros tras la obligada lectura de esta obra.
¿Logrará Lara su misión? ¿Por qué ha vuelto Batman a las calles? Todo esto y mucho más en las próximas reseñas.