La acción arranca continuando con la sorpresa que nos dejó el número anterior y es que Bruce Wayne aún sigue vivo.
Para mí Azzarelo logra en cuatro páginas hacernos un acercamiento casi paternal al viejo murciélago y esto es un problema, porque realmente el Batman de el Contraataque era más bien un loco fanático sólo preocupado por su cruzada. Sin duda este Bruce paternalista hacia Carrie tiene una redacción mucho más sana y agradable para el lector que la de la obra anterior. Bruce se va a enterar por las malas de lo que Quar y el resto de liberados kandorianos pretende hacer.
De nuevo volvemos al recurso narrativo en el que el mundo da su opinión de lo que está sucediendo a través de mensajes en internet, noticiarios y hasta una rueda de prensa de ¡Donald Trump!
Bruce sabe que sólo hay una forma de hacer frente a esta amenaza, ¡es hora de que el boyscout vuelva a la acción!
Después de una espectacular secuencia de Carrie y Bruce en la Antartida y bromas sobre las llasves y gigantes y fortalezas de la soledad. Bruce y sus argumentos van a caer como un martillo sobre Superman para despertarlo de su letargo criogénico y al chico de Kansas no le va a gustar pero nada, lo que Quar, su hija Lara y el resto de kandorianos le está haciendo a su mundo adoptivo. Es hora de ponerse en pie Kansas pues el descanso ha terminado.
Quar sabe que uno de los nuevos dioses de la población es internet y por ello no duda en hacerlo caer del cielo. A partir de ahí, en este número tenemos gloriosos momentos como la respuesta de Batman a Quar. Recurrente el tema del gran hermano que todo lo ve, que luego se usa como genial método de composición y de nuevo Janson logra con sus tintas “millerizar” a un Kubert que hace un trabajo soberbio.
Personalmente creo que Kubert tiene un problema con los diseños de DKII, era ultraexagerados, afeados y totalmente excesivos por lo que cuando a él le toca dibujarlos se le ve cuanto menos deshubicado, aunque sin duda la narración de Azzarello, la actualización de las ideas de Miller y volver a la esencia de DKI es lo mejor que le podía pasar al legado de Miller.
En el cómic de complemento, en esta ocasión dedicado a Green Lantern, ilustrado por John Romita Jr. y con color de Alex Sinclair. Debo decir que me ha sorprendido sobremanera esta historia. Se recupera al Romita más galáctico y geométrico, Azzarello teje una historia pausada y contenida que no te esperas.
Básicamente vamos a ver un debate sobre el poder y los dioses entre Hal Jordan y las esposas de Quar (Sí, nombre con tintes árabes, poligamia, uso de la religión y fanatismo, no es dificultad ver hacia donde va el señor Miller). Es de una exquisitez pasmosa y aunque peca de la rigidez y estática de la que hace gala el hijo de Romita últimamente, su resolución es un completo y cortante tajo narrativo que demuestra como en poco se puede decir mucho.
Lo viejo contra lo nuevo, fanatismo y raza contra adopción, sin duda el combate del siglo Kal-El contra Lara no faltéis a la próxima reseña para hablar de él.