El tomo se divide en 3 partes: Lluvia roja, Tormenta de sangre y Niebla carmesí. En Lluvia roja se nos presenta un duelo de altura: Batman contra Drácula. El señor de los vampiros viaja a Gotham para crear un ejército de vampiros que lo asole todo y solo hay un puñado de vampiros renegados y Batman para detenerle. Batman se debate entre el mito y la realidad para enfrentarse a este poderoso enemigo.
Drácula murió definitivamente, Batman acaba convertido en vampiro, pero ahí no acaba todo, en Tormenta de Sangre este justiciero, ahora más siniestro que nunca, descubre que han quedado todavía vampiros vivos. Batman aplaca su sed de sangre con un suero y se dispone a acabar con la plaga de chupasangres de una vez por todas. Los vampiros, por su parte, se vuelven fuertes liderados por el Joker, el cual tiene un plan parecido a Drácula pero sin la parte de ser vampiro. Batman, mientras aniquila vampiros, se da cuenta de que el suero que le sustenta es cada vez menos eficaz y la sed de sangre lo vuelve cada vez más loco hasta que se encuentra con Selina Kyle, ahora convertida en mujer-gato literalmente, la cual lo calma gracias a su amor.
El dibujo de Kelley Jones es perfecto para esta narrativa, grotesco, oscuro y muy gótico. Todo parece terrorífico y amenazante, las proporciones exageradas lo vuelven todo más diabólico y la oscuridad deja paso a una siniestra imaginación. Por un lado, vampiros con la caja torácica al descubierto, exhibiendo su corazón y por otro la sensualidad que destilan la vampiresa Tanya y Selina Kyle nos enseñan las diferentes caras del vampirismo.
El guión también es genial, no se trata solo de un desfile de muertos y sangre si no también como se adapta la moral de cada uno a unos acontecimientos sobrenaturales.
El cambio de visión del mundo de Batman es gradual y va cambiando conforme más sangriento se vuelve. El dibujo y el guión se unen para crear una metáfora de la vida y la muerte.
Lo único que no me ha gustado es la fuente que han usado para representar los pensamientos de Batman, que parece escrita a mano y se vuelve ilegible y muy difícil de leer, por lo demás, absolutamente genial.
“No todos los vampiros son malos”