El dibujo está a cargo del ya conocido en esta colección Ardian Syaf, aquel que tendrá que conseguir plasmar la tensa relación que ahora se manifiesta entre los dos protagonistas.
Como es habitual tenemos en cada grapa un número de la colección regular y una historia corta, normalmente autoconclusiva, que nos muestra otro lado de nuestros héroes. Esta vez no iba a ser distinto. Además a partir de este número, el 26, tendrémos en cada grapa una palabra, en estas tres que nos ocupan en esta reseña tenemos verdad, justicia y alienación, ¿a qué harán referencia?
Si estáis preparados empecemos por el principio, donde se nos muestra una verdad indiscutible, Superman ya no es invulnerable, ¿cómo si no un grupo de “vándalos” podría estar pegándole una paliza a nuestro boy scout? Nuestros pasos se acompasan a su lento caminar en el que se descubrirá intentando encontrar a viejos amigos para entender qué ha pasado, pero en la oscuridad no se encuentra a su otra mitad, y su “mejor amiga” es aquella que por la que ahora está en esa situación. Las sombras de Gotham se vuelven más peligrosas cuando se encuentra con el guardián que ahora protege Gotham, una armadura que contiene un héroe que nada tiene que ver con el señor de los murciélagos. Aun así la visita a Gotham le muestra a Clark que es una persona a la que las sombras no le vienen bien, pues él siempre ha caminado a la luz del sol.
Seguimos con Justicia que es el título de la grapa número 27, ¿pero qué es justicia? pues depende de quién sea será una cosa u otra y por ello se pueden cometer muchos errores en pos de un ideal que a veces crea más problemas de los que soluciona.
Esto les ocurre a los dos cuando se ven obligados a trabajar juntos, aunque no se aguanten demasiado, pues uno sigue siendo la misma persona aunque sin poderes, cambiando que ahora no es un dios y se tiene que acostumbrar a ser humano, y otro es un sustituto que no le llega a la suela de los zapatos al genuino sobretodo porque es demasiado humano y temperamental.
Las consecuencias de una buena acción para una parte de la humanidad ahora vuelven para poner en peligro a la población de la superficie y una guerra está a punto de estallar. ¿Podrá hacer algo para evitarlo nuestro vulnerable kryptoniano?
Acabamos con este extraño presente un poco alienados con los cambios que nos han traído a dos de los héroes más representativos del universo DC.
En la grapa número 28 nos adentraremos muy profundo a un mundo donde aunque la vida es dura da una nueva oportunidad de vivir a aquellos que han sido repudiados en la superficie. A veces lo que es correcto puede diferir de una persona a otra, sobretodo si es alguien que intenta ver siempre la bondad aunque no haya ningún rastro de ella.
Además el caos parece que va a reinar durante un tiempo en Gotham, como ya es habitual, pero ahora todo puede ser un desastre debido a un nuevo actor en el escenario ¿qué hace ahí un rey que debería estar protegiendo a su propio pueblo? Hay misiones que solo son para Superman, pero el mismo debe darse cuenta de que ha dejado de ser él para convertirse en Clark Kent, con las limitaciones que eso conlleva.
Gotham ha sido siempre tierra de sombras en comparación a Metropolis, pero el mundo subterráneo debajo de ella aún está más presente ese juego de luces y sombras a la luz del fuego, ¿será la llama de una revolución en ciernes?
Un cambio muy drástico en la relación entre dos personajes icónicos, y aunque puede desconcertar, por ser suave, a muchos los cambios son necesarios en personajes tan longevos como son Batman y Superman. Tendrémos que esperar que les deparará Pak en un futuro a ellos dos y a sus aliados, y enemigos.