A ‘Big Sky’ (Disney +) la tenía apuntada en mi lista de pendientes y la tenía ahí, siendo sincero, exclusivamente por saber qué sería capaz de hacer Katheryn Winnick después de ‘Vikingos’ (Netflix). Se estrenó la primera temporada, la intenté ver, pero no pasé del primer capítulo. Después me enteré de que abría una segunda temporada y, pensando en que si le dan otra oportunidad sería porque quizás la cosa mejoraba después de lo que vi en mi intento fallido, me lancé a verla del tirón. Pésima idea.
‘Big Sky’ (Disney +) es una serie sin concepto. ¿Qué estamos viendo? Nunca queda claro y, posiblemente, ni sus responsables lo supieron nunca con certeza, aún a pesar de contar con David E. Kelly como creador y escritor de sus primeros capítulos.
‘Big Sky’ huele a muerto. La serie carece de una idea general y sus personajes principales nunca han sido capaces de tomar los mandos de la serie
El tono es de lo más errático que he visto en mucho tiempo. El humor de la serie de colegas, el terror del género de secuestro y maltrato psicológico -con dúo de secuestradores locos incluido-, y el discurso feminista de reivindicación de la fortaleza de las mujeres en un género procedimental dominantemente masculino; no encajan en ningún momento.
Y, para más inri, el texto es de lo más sobreguionizado que se puede encontrar. La trama principal de la primera temporada se agota tan rápido, de hecho, que a partir de aquí todo comienza una evolución loca de giros y más giros y más giros de guion, tan mareantes como artificiosos y surrealistas. Con una segunda temporada que, en vez de arreglar las cosas, solo parece querer insistir en los errores que la han llevado a perder audiencia con cada nueva emisión -están ya en casi la mitad de la obtenida con su primer episodio.
Lo sentimos por Katheryn Winnick
‘Big Sky’ (Disney +) huele a muerto. La serie carece de una idea general, sus personajes principales nunca han sido capaces de tomar los mandos de la serie, y quienes las han sustituido a los mandos (los psicópatas Ron Pergman y Rick Legarski) son tan histriónicos que tampoco serán capaces de llegar muy lejos. Las tramas principales también son flojas, tanto que parece acercarse poco a poco a un procedimental del montón con el aliciente de los paisajes de Montana; quizás lo mejor de la serie.
Así que si puedes evitar mi error, mejor no veas ‘Big Sky’. Lo siento por Katheryn Winnick, pero tendrá que esperar una nueva oportunidad para brillar dentro de otro papel de mujer fuerte y carismática. Ella es más que capaz, lo demostró siendo Lagertha, pero esta serie no lo es.