Billionaire Island es una disparatada historia escrita por la ingeniosa mente de Mark Russell y dibujado por Steve Pugh. Editorial Planeta es la encargada de traer a España esta obra publicada originalmente por Ahoy Comic.
El tomo ha sido editado en formato cartoné, con un contenido de 152 páginas.
Como su nombre indica, Billionaire Island tiene como centro narrativo y de trama una curiosa isla flotante que se desplaza por los océanos. Sobre ella, una increíble ciudad construida por y para millonarios. Al encontrarse en aguas internacionales, todo es válido, siempre que puedas pagarlo, claro.
Esta isla tiene su razón de ser debido al cambio climático que azota a la tierra, y que ha sido causado por las grandes empresas de estos millonarios. Por ello, las personas más ricas del mundo han construido una forma de sobrevivir al cambio climático: flotar sobre los polos derretidos.
En medio de este mundo de lujo se presenta a una periodista y ex-soldado cuyo objetivo es infiltrarse en la isla en busca de venganza. Por un lado, la periodista ha sido invitada para escribir un artículo sobre la isla. Pero el espíritu crítico y la búsqueda de la verdad de la periodista la llevará a quedar encerrada junto con otras personas que antes o después colaboraron o trabajaron para la isla de los millonarios.
Por otro lado, el ex-militar se encuentra sediento de venganza, y hará lo posible para poder entrar en la isla y cobrársela.
Pero, ¿Por qué es tan difícil acceder a la isla? Pues por múltiples motivos: al estar flotando, se desplaza de forma aleatoria por el mar; hay un detector de dinero a la entrada, y no deja pasar a nadie que tengo menos de una cierta cantidad de riqueza; y para rematar, tienen un ejército de drones programados para capturar a aquellas personas que no son lo suficientemente ricas y lanzarlas al mar, quien se encargará del resto.
Un reflejo de la realidad
Mark Russell (Second Coming) escribe historias cuanto menos peculiares. Coge ideas reales, y las retuerce para otorgarles originalidades y convertirlas en una ácida crítica de la realidad y el mundo que nos rodea. Con Millionaire Island ha vuelto a esta idea. Y desde el principio del cómic se puede apreciar: ricas playas paradisíacas llenas de millonarios en contraste con la realidad del resto del mundo, que poco a poco se ve inundado por el aumento del nivel del mar.
La trama resulta bastante interesante. Russell consigue mostrar la cara oscura del dinero, donde todo vale con tal de mantenerlo, o de conseguirlo, como ocurre con algunos de los anteriores periodistas o ayudantes del creador de la isla.
Russell no se corta un pelo a la hora de criticar el dinero y a aquellos que lo poseen en exceso. Además, la importancia que se le da al presidente de la isla es una crítica en sí misma de lo irracional que llega a ser el dinero.
Y a todo esto debe añadirse la crítica a ciertos personajes reales cuyas caricaturas hacen acto de presencia en Millionaire Island.
Un dibujo muy rico
Steve Pugh es el encargado de hacer realidad la idea de Russell a través de sus dibujos. El artista hace una gran labor tanto en el diseño de personajes como en la ambientación. El estilo que utiliza consigue ofrecer un gran detalle, manteniendo viñetas limpias que permitan que el color destaque. Además, este detalle en el dibujo permite transmitir a través de las expresiones las intenciones y personalidades de cada personaje.
Y relacionado con las personalidades de los personajes, Steve Pugh realiza un gran trabajo al introducir a ciertas celebridades en la isla de los millonarios de forma que puedan reconocerse, pero que no sean una gran obviedad que pueda ofender directamente a nadie. Y no es sólo por el rostro, el cual se diferencia lo suficiente para evitar problemas, sino por la vestimenta, que recuerda en ciertos momentos a las utilizadas por estos millonarios reales en algún momento.
También resulta interesante el dibujo de la tecnología y la estructura de la isla. Desde los drones, hasta la exploración de la isla, donde incluso se ha reservado una zona para una futura expansión de la ciudad y que actualmente es un desierto.
Color rico, color pobre.
Chris Chukry es el encargado de colorear esta curiosa historia. Y lo interesante es cómo lo hace. Porque los ricos y los pobres se diferencian en muchas cosas. Incluso en el color. Porque los multimillonarios viven una vida de colores pastel, donde todo es maravilloso. Mientras que los pobre viven en un mundo oscuro, de colores apagados. Y este curioso efecto narrativo brilla todavía más por el limpio dibujo de Pugh.
Ilustrador y colorista hacen un gran tándem que permite jugar con otro elemento propio de este medio.
Conclusión
Billionaire Island es una mordaz crítica al dinero y a los devastadores efectos que este hace en la sociedad. Mark Russell crea una interesante (y posible) utopía, en la cual el dinero permite sobrevivir a aquellos que se están cargando el planeta.
La trama que nos presenta es muy interesante y entretenida. El tomo se lee de una sentada. Y si bien es verdad que la historia funciona tal como está, la idea podría haberse explotado más y desarrollarla en uno o dos tomos más. Pero quiero dejar claro esto no es una crítica, sino un deseo de que algo tan interesante, original y crítico hubiera durado algo más. Pero si una historia acaba y deja con ganas de más, es que es una buena historia.
Del dibujo ya se ha dicho todo lo que tenía que decir: un dibujo detallado y limpio que permite que brille el color de Chris Chukry y su perspectiva del mundo de los ricos y los pobres. Steve Pugh hace un gran trabajo, con detalles como el de introducir a ciertas personalidades propias del mundo real.
Millionaire Island es un cómic muy interesante que puede gustar a todo tipo de lectores, desde lo más noveles hasta aquellas personas que se están introduciendo en el mundo del cómic.
