Nueve años han pasado desde que Irrational Games, con Ken Levine a la cabeza, y 2K Games dieran forma a una de las obras maestras de la historia reciente de los videojuegos. Bioshock llegó en el año 2007 para romper moldes en un género que, en ese momento, se encontraba dominado por completo por el frenetismo del combate multijugador de la saga Call of Duty, ofreciendo una experiencia pausada donde la trama política y social era el principal pilar de una obra sobresaliente.
A raíz del éxito de la primera entrega, 2K Marín trabajó en una segunda parte que volvía a sumergirnos en las entrañas de Rapture, pero, pese al buen trabajo realizado, no llegó a alcanzar las cotas de calidad de la primera parte. En esta secuela nos poníamos en la piel de un Big Daddy muy especial ocho años después de los sucesos vistos en la primera entrega y añadía multitud de mecánicas nuevas, aunque también reciclaba muchos elementos de su precuela.
Finalmente, hace solo tres años pudimos disfrutar de Bioshock Infinite. Esta tercera entrega abandonaba la ciudad sumergida de Rapture para transportarnos al arca voladora de Columbia. Este tercer juego fue considerado por muchos la mejor entrega de la saga al introducir viajes temporales y a Bucker y Elisabeth, dos personajes que se ganaron a pulso el cariño de los fans.
Tras el lanzamiento de Bioshock Infinite se ha hablado mucho sobre el posible desarrollo de una cuarta entrega de la saga, pero lo cierto es que ya han pasado más de tres años desde entonces y en las oficinas de 2K Games no parece haber movimiento al respecto. Por tanto, la única forma de disfrutar de estas tres obras maestras era rejugandolas en PC, Xbox 360 y PlayStation 3, al menos hasta ahora.
Aprovechando el éxito de la saga y la vorágine de las remasterizaciones para Xbox One y PlayStation 4, 2K Games ha decidido lanzar Bioshock: The Collection, un pack recopilatorio que incluye las tres entregas de la saga junto a todo el contenido descargable de cada una de ellas, excepto el modo multijugador de Bioshock 2, y una mejora visual que pasa por una resolución de 1080p y 60 fps en los tres títulos de la franquicia y ciertas mejoras gráficas de las que hablaremos más adelante. Es importante destacar que los usuarios de PC que cuenten con Bioshock o Bioshock 2 en su biblioteca de Steam, recibirán gratuitamente las nuevas versiones de estos juegos. Por desgracia, Bioshock Infinite no ha sufrido ninguna mejora en compatibles, ya que la versión que se ofrece en Xbox One y PlayStation 4 es, precisamente, la que disfrutaron los usuarios de PC hace ya tres años.
Puesto que en Fantasymundo ya os hablamos en detalle de cada uno de los juegos en el momento de su lanzamiento original, aprovecharemos este artículo para comentar las principales novedades que se han incluido en este recopilatorio.
En Bioshock: The Collection la entrega que mejor trato ha tenido ha sido el Bioshock original. Estos nueve años han dado para muchos cambios a nivel técnico y, a día de hoy, ciertos efectos gráficos que en su momento sorprendían por su belleza, hoy parecen anticuados y muy toscos. Esta remasterización no solo ha servido para mejorar la fluidez y la resolución de todo el juego gracias a los 60 fps constantes y a la resolución de 1080p, sino que se han rehecho y mejorado parte de las texturas dando como resultado un acabado que, si bien a día de hoy no sorprende, sí que sigue dejando escenas realmente sorprendentes. El mayor cambio lo encontramos en efectos como la iluminación, el fuego o la electricidad, ya que ahora lucen de un modo mucho más realista que en la versión de 2007.
Uno de los principales alicientes para volver a jugar este título una vez más es encontrar una serie de vídeos llamados «Imaginando Rapture», en los que Ken Levine y Shawn Robertson hablan sobre el proceso de desarrollo del juego. Lo interesante de este extra es que, para desbloquear los vídeos, tendremos que encontrar una serie de rollos de película que están escondidos por toda la ciudad submarina, por lo que incluso los mayores fans del juego tendrán un motivo para rejugarlo. Esta edición también incluye una pequeña galería en la que podemos ver diseños y modelados de personajes descartados durante el proceso de creación del juego.
Por último, el juego incluye el modo Desafíos que llegó vía DLC poco después del lanzamiento del juego original. En este modo se nos invita a combatir en pequeños escenarios contra oleadas de Splicers haciendo uso de todas nuestras armas y plásmidos disponibles.
Bioshock 2 ha recibido un tratamiento algo inferior al de la entrega original. Aunque a nivel gráfico también se ha adaptado a una resolución de 1080p y 60 fps, ciertos detalles no se han cuidado igual. Por ejemplo, el gran proceso de mejora de las texturas que si se ha realizado en la primera parte, en esta secuela no está tan cuidado, dando lugar a momentos en los que veremos texturas de hace siete años en medio de un escenario que si luce acorde al año 2016. Además, no se han incluido ni la galería de arte ni los vídeos extra con los que sí cuenta Bioshock, dando a entender que el foco principal se ha puesto sobre la primera entrega.
Uno de los puntos fuertes de Bioshock 2 fue su modo multijugador competitivo y, al igual que ha ocurrido en otras recopilaciones recientes como la de Uncharted, 2K Games ha optado por eliminarla del conjunto. Por tanto, el único contenido adicional al que podremos acceder en esta secuela es a la expansión «La Guarida de Minerva» y a Las Pruebas del Protector. El primer contenido descargable cuenta con una duración de unas cuatro horas y nos pone en la piel de otro Big Daddy con un objetivo muy particular que no desvelaremos, mientras que Las Pruebas del Protector es muy similar al modo Desafío de Bioshock, es decir, tendremos que superar ciertos combates contra Splicers mientras defendemos a una Little Sister todo el tiempo posible.
La última pieza de este recopilatorio es Bioshock Infinite. En su momento, esta entrega llegó cargada de polémica debido a que las versiones de Xbox 360 y PlayStation 3 tenían graves problemas de rendimiento que afectaban significativamente a la fluidez del juego. Para solucionar estos problemas, 2K Games ha incluido directamente la versión de PC que llegó a las tiendas en 2013 por lo que, ahora sí, el juego corre a 60 fps y a 1080p con total fluidez.
Al igual que Bioshock 2, Infinite se ha quedado sin nuevos extras de cualquier tipo, por lo que el contenido adicional de esta versión lo forman los tres grandes DLC que salieron para el juego: Enfrentamiento en las Nubes y Panteón Marino: Episodio 1 y Episodio 2. El primer DLC es un modo oleadas muy interesante en el que tendremos que superar combates en varios mapas distintos, mientras vamos consiguiendo dinero para comprar mejoras que podemos guardar de una partida a otra. Por su parte, Panteon Marino sirve como epílogo a Bioshock Infinite y es el nexo de unión perfecto a nivel argumental de toda la trilogía.
Como era de esperar, las tres entregas mantienen el magnífico doblaje al castellano y las más que interesantes bandas sonoras que son las causantes de crear esa atmósfera única en los tres títulos.
Conclusión
Bioshock: The Collection es una compra obligada para todos aquellos jugadores que aún no hayan disfrutado de esta trilogía. Su argumento y ambientación son inigualables incluso a día de hoy y, aunque las mecánicas jugables hayan quedado algo anticuadas, las tres entregas se siguen disfrutando sin problemas.
Si ya has jugado y rejugado las tres entregas, la única motivación para hacerte con este pack pasa por disfrutar de todo el contenido adicional y de una mejora gráfica importante si nunca has probado las versiones de PC.