Entre 1814 y 1816, Francisco de Goya utilizó el óleo para retratar las procesiones de disciplinantes. Unos 200 años después, un grupo de desarrolladores descubre en sus pinturas una manera única de homenajear a su cultura esta vez, en pixel art.
Así es como en The Game Kitchen deciden embarcarse en su próximo proyecto. Blasphemous es un videojuego con el que persiguen exportar un pedacito de su tierra al resto del mundo.
Mirándola con los ojos de Goya. En el videojuego se consigue combinando un sistema de combate frenético con una estética oscura y barroca, iconografía cristiana y arte mudéjar. Desde el 10 de septiembre, Blasphemous está disponible para Nintendo Switch.
En Blasphemous nos encarnamos en la figura de El Penitente, un personaje que debe expiar sus pecados si quiere librar a la humanidad de la maldición que en la que se ha sumido. Para conseguirlo, habremos de atravesar los escenarios de un universo fantástico, plagado de referencias a imágenes de Goya, al folklore andaluz y la iconografía religiosa. Como los coronas de espinas, capirotes, enemigos que utilizan ataques que simulan flagelaciones, arquitectura tan reconocible como el puente de Triana o incluso letras de canciones de Lola Flores.