Debo confesarlo, aunque más de uno se sorprenderá. «Brit» es el primer cómic que leo de Robert Kirkman. Sé que este guionista es un autor consagrado en la actualidad, con varias obras maestras que le han granjeado una fama envidiable. Su diversidad es apabullante. Aún no he tenido en mis manos series como «Invencible» o «The Walking Dead», ni tampoco obras que ha realizado para Marvel, como la miniserie «Marvel Zombies» (que no pienso perderme), «Marvel Team-Up» o su paso por «Ultimate X-Men».
Mi primer contacto con su obra, como ya he mencionado, es esta serie que realizó en Image junto a Tony Moore. Y la verdad es que es un trabajo curioso, tan hiperviolento y sanguinario que casi me recuerda a Mark Millar. Sin embargo, en esta ocasión, los personajes tienen mayor profundidad, algo que el anterior guionista suele descuidar.
Conociendo a Brit
Brit es un hombre de más de setenta años que se mantiene en forma, es poderosísimo, realmente fuerte e invulnerable. Tanto, que ahora, tras haber leído el cómic, cada vez que me pregunten quién es más fuerte, si Hulk o Superman, yo responderé: Brit. Es imparable en el sentido más literal de la palabra y nada puede dañarle. No hay kriptonita y su única debilidad aparente es su propia moral, la cual es… muy flexible, complicando aún más las cosas. En definitiva, este no es un superhéroe tradicional que trata de mantenerse al margen de sus villanos.
La trama es sencilla: Brit trabaja para una organización similar a S.H.I.E.L.D., parte del gobierno estadounidense, luchando contra elementos sobrenaturales que amenazan la seguridad nacional o del planeta. Todo comienza cuando la organización busca transferir sus impresionantes habilidades físicas a otros sujetos para manipularlos y crear un ejército personal invulnerable. Brit demostrará que no se puede jugar con él.
El cómic gira en torno a peleas brutales y sangrientas, con una violencia que recuerda a los trabajos más extremos de Millar, como «The Authority«. Desde el principio, Kirkman demuestra que no estamos ante un cómic común, con batallas donde nuestro protagonista enfrenta a enemigos formidables y originales, llenos de vísceras y destrucción.
A pesar de la acción y la violencia, el cómic no es superficial. La situación de Brit evoluciona y cambia rápidamente, con numerosos giros en la vida y el status quo del personaje. Además, los personajes secundarios son variados y aportan profundidad a la historia, humanizando al protagonista y convirtiéndolo en algo más natural y creíble.
También cabe destacar el humor que destila la serie, desde el origen del nombre de Brit hasta las frases ingeniosas en las batallas. Respecto al dibujante Tony Moore, su estilo tosco pero expresivo y dinámico encaja perfectamente con la intensa acción del cómic. Aunque a veces no es muy detallista, impresiona en las escenas más crudas.
En resumen, es un cómic repleto de acción desenfrenada, personajes bien construidos y situaciones impredecibles, con un protagonista carismático que nunca deja de sorprender. Un cómic ideal para entretenerse y disfrutar, dejando al lector con ganas de más. Si este es el nivel de Kirkman en sus trabajos, no es de extrañar su excelente reputación.