Pese a contar en los guiones como nombres como Roy Thomas, Roger McKenzie, Peter B. Gillis o Don Glut, es sin duda Stever Gerber (Howard el Pato, el Hombre Cosa, Defensores) a quien corresponde el peso del tomo. Y en el apartado gráfico, tal honor recae sobre Sal Buscema (Capitán América, Hulk), aunque otros ilustres dibujantes que encontramos son su hermano John Buscema, George Tuska o Mike Zeck.
Lo primero que hizo Roy fue recapitular la historia del Capitán América y ofrecer una visión unitaria de la misma. Así recordamos como Steve Rogers tomó el Suero del Súper Soldado, vemos su participación en la Guerra, su rivalidad con Cráneo Rojo o su cooperación con los Invasores. Hasta llegar al momento de su supuesta muerte en el hielo y su sustitución por otros Capitanes: el Espíritu del 76, el Patriota o el Capitán América de los años 50, un Capitán América loco que se operó para ser idéntico a Steve, si bien su ideología era la opuesta. Y tras esto, el despertar del hielo gracias a su encuentro con Los Vengadores, su amistad con el Halcón… Nada mal el primer —y único número de Roy— en esta etapa de la serie, pues permitía la subida a bordo de nuevos lectores al repasar toda la historia del personaje. Sin embargo lo importante estaba en el final del número, cuando el Capi se preguntaba “¿Quién es Steve Rogers?”
Thomas cedió la máquina de escribir a Don Glut, un poco hombre-orquesta: escritor, director de películas y series, paleontólogo aficionado, músico y actor. Descontando una historia de 7 páginas, aparecida en el nº3 de la revista humorística Arrgh!, estamos ante su único otro trabajo para Marvel. Y le tocó resolver la papeleta de Thomas, quien parece apuntar a algún tipo de pasado más o menos misterioso para Steve. Aunque en realidad quien lo acabaría resolviendo sería Gerber (y tampoco).
En estos números recuperamos uno de esos emplazamientos míticos de Marvel: la barbería-tapadera de SHIELD. Y además conoceremos a un nuevo grupo, los Súper Agentes de SHIELD, reclutados para hacer frente a la Corporación, un entramado criminal que había estado molestando al Capi y a la agencia de Nick Furia anteriormente. Entre los miembros tenemos dos nuevos personajes: Rayo Azul, una especie de versión masculina cutre de Dazzler, pero con menos lucecitas, y Vamp, una misteriosa mejor con entrenamiento en combate cuerpo a cuerpo. Y además tenemos a otros dos personajes que proceden de la etapa de Thomas en los 4F: Marvel Man (quien posteriormente sería conocido como Quasar) y Tornado Tejano (quien se acabaría uniendo a Los Rangers).
Al mismo tiempo, el Capi siegue con la sensación de querer recordar algo de su pasado, algo que no acaba de salir, esa angustiante sensación de tener algo en la punta de la lengua y no poder dar con ello. Estas sensaciones le acaban llevando a Terranova donde descubrirá al General Dekker, un científico que en la época de la IIª GM estaba a las órdenes de Cráneo Rojo y que ha creado un robot gigante del Capitán América, el Ameridroide (si, el mismo que sería recuperado más tarde por J.M. De Matteis en su etapa en la serie).
Por cierto que en esta saga nos encontramos con una mala decisión editorial. Hasta ahora sabíamos que Zemo había lanzado un avión-bomba y que el Capi y Bucky se habían subido a bordo del mismo para tratar de detenerlo, muriendo (aparentemente y con permiso del Soldado de Invierno) Bucky en la explosión y cayendo el Capi a las heladas aguas del océano, de donde no saldría hasta años más tarde, cuando se uniría a los Vengadores. Pues bien, a Don Glut le da por jugar con este punto y establece que no, que Steve cayó al agua y fue hecho prisionero por soldados nazis. Más tarde, intentando huir de ellos, sería derribado de nuevo en un avión y lanzado de vuelta al océano, y ahí si ya permanecería hasta que la mano del Hombre Gigante lo sacó de las heladas aguas.
Siguiendo haciendo un poco de investigación editorial nos encontramos con que los dos últimos números de la etapa de Glut presentan menos páginas, pues el primero ofrece una historia de complemento del Halcón y el segundo otra de Rick Jones. Además la historia principal del segundo número en cuestión viene acreditada con guiones de Stever Gerber y David Anthony Kraft, sin embargo ciertas fuentes apuntan a que el argumento era de Don Glut sólo que se perdió su trabajo. En cualquier caso un auténtico lío.
Entramos ahora de lleno en los números guionizados por Steve Gerber. El guionista es sobre todo conocido por su humor ácido y crítica social, y ese aire va a impregnar también su trabajo en las páginas del Capitán América. Así por ejemplo veremos al Capitán América atacado por un Volkswagen Escarabajo, un coche alemán contra el símbolo yankie de la libertad.
Todos estos ataques son organizados por La Corporación. Y al mismo tiempo se descubre que una anciana mujer que estuvo presente el día que un joven Steve Rogers se convirtió en el Capitán América, es en realidad la madre de Veda, siguiendo con la idea del tomo de jugar con el pasado del personaje para explorar la identidad civil del héroe.
Y aquí es donde Steve Gerber decide presentarnos la verdadera historia de Steve Rogers. Gracias a una máquina de SHIELD que bucea en recuerdos reprimidos descubrimos que Steve vivía en una zona acomodada con sus padres y su hermano mayor, que le gustaba dibujar… Pero un día, su hermano murió en la guerra, durante el ataque de Pearl Harbor y fue entonces cuando Steve decidió alistarse en el ejército, enlazando así ya con el Suero y su transformación en Capitán América. Pero ¿qué clase de WTF! es esto? El origen no cuajó nada entre el fandom y se desmontó por el habitual que ya conocemos (huérfano de padre, hijo único, familia humilde…). Pero además es que el Capitán América ya existía antes del ataque de Pearl Harbor, como se estableció en comics de la era Timely.
Mucho más interesante son los efectos del shock que sufre el Capitán América tras recordar estos hechos, por muy falsos que resultasen: su cuerpo neutraliza los efectos del suero y queda algo envejecido y debilitado. Momento que además coincide con un ataque de Cráneo Rojo a SHIELD, quien se apodera del helitransporte tras convertir a todo el personal en clones suyos, a quienes controla mentalmente. Es otra bizarrada de Gerber y queda estupenda. Además, atención al desenlace: si es la primera vez que te acercas a estos episodios, no todo es lo que parece.
Huelga decir que todo se soluciona, salud del Capi incluida, y que Gerber deja la serie con todos sus cabos atados. Lo que da paso al último guionista del presente tomo Marvel Gold, Roger McKenzie, quien será el encargado de cerrar definitivamente la trama pendiente La Corporación.
Para el último capítulo de este gran acto tenemos la desaparición del Halcón, quien estaba entrenando a los Súper Agentes de SHIELD. Ha sido secuestrado por La Corporación, quien lo capturó usando a Jim Wilson, su sobrino, y amigo de Hulk. Además, la organización manda a Constrictor a por el Capitán América. Todo bastante bien hilado ya que la Corporación también se enfrentó a Hulk y de hecho mandó al propio Constrictor a secuestrar a Jim Wilson en Hulk 212, aunque el villano falló en el intento.
Uno de los puntos más chulos de la trama es descubrir la identidad del agente de la Corporación infiltrado en los Súper Agentes, sobre todo porque hay dos, y el segundo para salvar su trasero está dispuesto a sacrificar a su cómplice. La pelea es dinámica y presenta la tensión del misterio, a buen seguro que la disfrutaréis.
Un tomo con mucho baile de guionistas, con mucha revisión de la historia y origen del protagonista, pero disfrutable y dinámico al 100%. Además, los lápices de Sal Buscema son siempre una lectura agradable. Su lápiz es perfectamente reconocible, tiene un estilo propio, con buena narrativa y dinamismo, aunque quizás algo convencional y poco innovador.