Este lunes 20 de enero, la editorial madrileña Capitán Swing publicará la desgarradora historia real de Masaji Ishikawa (Kawasaki, 1947), mitad coreano mitad japonés, que se mudó del país del sol naciente a Corea del Norte cuando era adolescente. Su padre, de origen coreano, trasladó a toda su familia en 1960, en busca de unas mejores perspectivas laborales, una buena educación para sus hijos y una mejor posición social.
Corea del Norte registró entre 1953 -el año del fin del conflicto armado declarado con EEUU- y 1960 una bonanza económica que invitaba a unas buenas perspectivas económicas futuras en muchos índices de prosperidad y bienestar, incluso reconocidos por la inteligencia estadounidense. La familia de Ishikawa vió una oportunidad de oro para superar sus dificultades en Japón e intentó aprovecharla.
Lo que allí sufrió Masaji Ishikawa durante 36 años difería mucho de las promesas de un brutal régimen autocrático y por supuesto opresor capitaneado por la mano de hierro de Kim Il-Sung, un país que inicialmente fue atractivo a ojos de los coreanos empobrecidos que residían en el extranjero, pero que con el paso de los años y su pugna contra Corea del Sur y de forma no declarada con EEUU fue haciéndose cada vez más sofocante para sus ciudadanos.
Se calcula que, entre 1959 y 1984, un total de 93.340 residentes coreanos de Japón, sus cónyuges y descendientes japoneses se mudaron a Corea del Norte. Con el paso de los años, algunos de sus descendientes intentarían recorrer el camino en sentido inverso, con grave peligro para sus vidas.
«Un río en la oscuridad» no es solo uno de los pocos testimonios en primera persona de la vida dentro de esta dictadura asiática que continúa sofocando a sus ciudadanos hoy día, sino que es un inspirador y valioso testimonio de la dignidad y la naturaleza indomable del espíritu humano, y un documento que nos previene sobre los peligros de dejar el poder absoluto en manos de unos pocos, tengan la ideología que tengan.
Esta novedad cuenta con la traducción de Esther Cruz Santaella (Málaga, 1981). En el año 2013, Cruz fundó junto con otras tres compañeras el colectivo de traductoras de cómics Las Cuatro de Syldavia. En su nómina de autores aparecen, entre otros, Susan Fenimore Cooper, Thomas Mann, Jan Morris, David Mazzuccheli, J. J. Connington y Seth.