La industria del videojuego continúa creciendo para darnos una mayor variedad de videojuegos. Los juegos de simulación se han integrado con increíble soltura en los catálogos de consolas y PC llamando la atención de esos nichos de jugadores que encuentran en una propuesta concreta una forma de pasar las horas disfrutando de uno de sus hobbies favoritos.
Con solo un par de clicks podemos disfrutar de simuladores de conducción, vuelo, deportes, agricultura, construcción de ordenadores e, incluso, simuladores de cabras. Cada uno de esos juegos va destinado a un publico muy concreto que disfruta con este tipo de propuestas. El caso de Car Mechanic Simulator es exactamente el mismo: ofrecer a los jugadores la posibilidad de recrear el trabajo de un mecánico desde la comodidad del sofá.
Car Mechanic Simulator es uno de los simuladores que más hemos disfrutado desde hace mucho tiempo. Aunque el redactor que escribe estas líneas no es fan de los coches y entiende mucho menos de mecánica, el juego hace lo posible por resultar divertido dentro de su complejidad y contenido especifico.
El primer modo de juego en que nos embarcaremos con Car Mechanic Simulator es el Modo Historia. Este modo nos llevará a un pequeño taller en el que tendremos que empezar a aceptar pequeños encargos para ganar dinero y experiencia antes de empezar a ampliar nuestras instalaciones y aceptar encargos mucho más complejos.
Las primeras horas de juego las pasaremos aceptando encargos que nos harán a través del teléfono y que, en la práctica, hacen las veces de tutorial. Estos encargos no van más allá de cambiar el aceite a un vehículo, comprobar el estado de los neumáticos o reparar una pieza concreta fácilmente identificable.
Pero, ¿cómo funcionan las reparaciones?
Car Mechanic Simulator hace varias cosas bien, pero, sin duda, la que mejor hace de todas es la que tiene que ver con su interfaz y sistemas de menús. Antes de empezar a jugar temiamos adentrarnos en un complejo sistemas de ventanas y desplegables para cambiar una simple pieza de coche, pero, en lugar de eso, los desarrolladores lo han resuelto de la mejor forma posible. Cuando empezamos a reparar un coche, tendremos una vista completa del mismo y podremos interactuar con absolutamente todas las piezas del coche. El juego nos da la oportunidad de desmontar todas las piezas para repararlas, cambiarlas o, simplemente, llegar a otras piezas que se encuentren detrás de las primeras. Así, tendremos que hacer uso de una cámara que nos permite ver las piezas como si fueran transparente para saber donde se encuentra la pieza que necesitamos cambiar en cada momento.
Los primeros encargos combinan este sistema con señales que nos indican qué pieza estamos buscando. El objetivo es que nos acostumbremos a la forma y posición de las piezas durante las primeras horas de juego antes de dejarnos solos ante el peligro. Porque sí, tras unas horas de juego, cualquier señal indicadora desaparecerá de la interfaz y tendremos que arreglárnoslas nosotros mismos.
De esta forma, el juego nos empuja a aprender constantemente retirando pequeñas ayudas de forma gradual. La dificultad de los encargos también está muy bien medida y, antes de que nos demos cuenta, habremos pasado de sufrir lo indecible para cambiar el aceite de un coche a estar montando un coche prácticamente desde cero pieza a pieza.
Un reto complicado pero estimulante
El título tiene todas sus mecánicas pulidas y bien medidas para que la sensación de progreso y aprendizaje sea una constante durante las primeras 20 o 30 horas de juego, lo que nos animará a seguir jugando en busca del próximo reto a superar.
Este incremento de la dificultad lleva aparejados varios cambios. Para empezar, una vez que empecemos a ganar dinero de verdad, podremos ampliar el taller para reparar varios coches de forma simultánea, comprar máquinas para comprobar el estado de algunas piezas, mejorar nuestro equipamiento y otras muchas más opciones que nos permitirán aceptar encargos más complejos y satisfactorios.
Llegado un punto concreto, los dueños de los vehículos podrán decirnos que, “su coche suena raro” sin especificar nada más. Será cosa nuestra investigar, comprobar el estado de las piezas y, cuando sea necesario, hacer pruebas de conducción para ver si conseguimos detectar dónde está el problema.
Cuida de tu negocio
Como buen simulador, Car Mechanic Simulator no se limita a ponernos un caso detrás de otro. Como dueños de nuestro negocio tendremos que llevar la gestión del mismo para sacarlo adelante y eso no siempre es fácil. Hay que tener en cuenta que reparar un coche no consiste únicamente en cambiar una pieza por otra. Por el camino hay que buscar proveedores que vendan esa pieza y encontrar al que nos ofrezca la mejor relación calidad precio. Tendremos que ver qué piezas nos podemos permitir comprar en base a lo que queramos cobrar al cliente por la reparación porque claro, si cobramos demasiado por un pequeño arreglo, es posible que se corra el rumor de que somos demasiado caros.
La gestión del negocio hay que llevarla hasta sus últimas consecuencias y, en nuestro caso, eso ha supuesto que un par de veces hemos comprado una pieza equivocada. Cuando creíamos conocer el origen del problema de un coche, pedimos una pieza carísima que, finalmente, resulto no ser la que generaba el problema en el motor. En ese caso nos tocó quedarnos la pieza y, obviamente, no pudimos cobrársela al cliente.
Junto al modo historia, Car Mechanic Simulator cuenta con un modo sandbox en el que tendremos dinero infinito y todo el espacio que queramos para dar vida a las ideas más absurdas. Aquí podremos, entre otras muchas cosas, optar por coger un coche del desguace, terminar de desmontarlo y crear otro coche completamente diferente a partir de él sin importar el precio o el tiempo que nos lleve.
Apartado técnico averíado
A nivel técnico el juego no cumple en casi ningún momento. Aunque las piezas están muy bien diseñadas y son fácilmente reconocibles, Car Mechanic Simulator podría pasar sin problemas por un juego de la primera hornada de Xbox 360 y los momentos en los que salimos a conducir los coches para probarlos, parecen sacados directamente de Game Cube. Es cierto que un simulador no necesita un apartado gráfico deslumbrante para hacer su función, pero al menos debería parecer un juego de esta generación.
Donde si se ha cumplido con nota es en el diseño de menús. Cómo decíamos antes, toda la información está muy bien ordenada y se muestra de forma sencilla mediante menús radiales por los que se navega con facilidad. También tendremos a mano nuestra Tablet y PC para consultar información sobre piezas, proveedores, encargos o recursos disponibles. Esperemos que otros simuladores aprendan de este título para ofrecer gran cantidad de información sin crear desplegables caóticos.
A nivel sonoro, el juego nos permite usar la radio del taller para escuchar algo de música mientras realizamos las reparaciones, pero, por desgracia, la selección de temas es muy limitadas. En este caso casi merece la pena apagar la radio y quedarse con los sonidos de las herramientas o utilizar aplicaciones de música propias en segundo plano.
Conclusiones sobre Car Mechanic Simulator
Pese a nuestra reticencia inicial, Car Mechanic Simulator ha demostrado ser un título muy divertido para los fans del motor e, incluso, para los que no lo son tanto. Su capacidad para hacer de cada encargo un nuevo reto a superar lo convierten en un título tremendamente divertido y adictivo. La próxima edición sólo necesitará solucionar sus problemas técnicos para convertirse en uno de los mejores simuladores del catálogo de Xbox One y PlayStation 4.