Actriz, escritora, licenciada en estudios judaicos y hebreos, además de doctora especializada en neurociencia. Criándose junto a la televisión, accedió al mundo de la actuación a la temprana edad de quince años, adquiriendo una progresiva popularización debido a su participación en la comedia televisiva estadounidense Blossom. De manera paralela desarrolló su inclinación hacia a la ciencia gracias a la labor que sus progenitores desempeñaban en la docencia.
Aquellos que pertenezcan a generaciones posteriores (como es el caso de un servidor) probablemente descubrirían su existencia a raíz de su papel como Amy Farrah Fowler en The Big Bang Theory. Por si cabía alguna duda, esta breve introducción dedicada a su personalidad se halla lejos de retratar con fidelidad la totalidad de sus logros y carácter, si bien sitúa el contexto adecuado para instaurar el tema que nos ocupa.
Ciencia de Borderlands fue presentado hace pocos días como una iniciativa en colaboración con Mayim Bialik con propósito de entrelazar videojuegos e investigación, ocio y sanidad. Se trata de un mini-juego interactivo concerniente a la entrega más reciente de la saga (Borderlands 3) basado en establecer conexiones entre cadenas de ladrillos de diversas formas y colores que representan la codificación del ácido desoxirribonucleico (ADN) de cada microbio intestinal.
El concepto busca mapear el microbioma del intestino humano con el fin de comprender con mayor fidelidad los causantes de enfermedades inflamatorias intestinales, alergias, autismo (entre otras tantas) y así disponer de información tangible sobre la que trazar futuros estudios. Cuanto mayor sea el número de puzles resueltos, más cerca nos situaremos de hallazgos relevantes para la medicina, lo que les valdrá a los jugadores recompensas por el esfuerzo empleado.
El proyecto cuenta con la participación de (por supuesto) los responsables de Borderlands: Gearbox Software y 2K, la Universidad McGill, Massively Multiplayer Online Science (MMOS), cuyo cofundador y director ejecutivo ha declarado su intención de cambiar la percepción del medio a través de su vinculación con la ciencia y su correspondiente aportación, y The Microsetta Initiative, de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego.