Primeras galletas cocinadas en el espacio
En esta foto puesta a disposición por la astronauta estadounidense Christina Koch a través de Twitter, ella y el astronauta italiano Luca Parmitano posan para una foto con una galleta horneada en la Estación Espacial Internacional.

Si bien parecían más o menos normales, la cocción de las primeras galletas de chocolate en el espacio llevó dos horas el pasado mes en la Estación Espacial Internacional; en la Tierra hubiera llevado mucho menos, unos 20 minutos.

¿Y cómo saben estas galletas? De momento siguen selladas en sus bolsas individuales y envasadas en su contenedor en un contenedor espacial, congeladas en un laboratorio de Houston, después de pasar dos semanas en una cápsula de SpaceX. Son los primeros alimentos horneados en el espacio a partir de ingredientes crudos.

Los fabricantes del horno esperaban diferencia en el tiempo de horneado en las condiciones de la EEI, pero no tanta. «Todavía hay mucho que investigar sobre esta diferencia en la cocción, pero parece que definitivamente el resultado es bueno”, comenta Mary Murphy, gerente de la empresa Nanoracks, con base en Texas. «En general, creo que estamos ante un primer experimento increíble«.

Localizada cerca del Johnson Space Center de la NASA, la empresa Nanoracks diseñó y construyó el pequeño horno eléctrico de prueba, que fue lanzado a la Estación Espacial Internacional el pasado noviembre. El astronauta italiano Luca Parmitano fue el panadero jefe en diciembre, y transmitió por radio sus impresiones a medida que cocinaba las galletas en el horno prototipo Zero G.

La primera galleta, que se coció en el horno durante 25 minutos a 149ºC, terminó muy cruda. Parmitano dobló el tiempo de cocción para las siguientes dos galletas, pero los resultados no fueron muy allá. La cuarta galleta permaneció en el horno durante dos horas, con buenos resultados.

«Esta vez, veo algo de dorado”, comentaba en el momento Parmitano. “No puedo decir si está bien cocinada o no, pero al menos no parece masa de galletas”. Parmitano cocinó la última galleta al máximo permitido por el horno, a 163ºC durante 130 minutos, y observó que tenía incluso mejor aspecto.

Se harán pruebas para determinar si estas tres galletas son seguras para su consumo. Excepto la primera, los astronautas pudieron oler las gallegas cuando las sacaron del horno.

Comer algo diferente a los alimentos deshidratados o preenvasados será particularmente importante a medida que los astronautas regresen a la Luna y vayan a Marte. Nanoracks y Zero G Kitchen, una startup de la ciudad de Nueva York que colaboró con el experimento, están considerando más experimentos con el horno en órbita y posiblemente el desarrollo de más aparatos espaciales relacionados con la cocina. Los que están en órbita ahora son esencialmente calentadores de alimentos.

Alejandro Serrano
Cofundador de Fantasymundo, director de las secciones de Libros y Ciencia. Lector incansable de ficción y ensayo, escribo con afán divulgador sobre temáticas relacionadas con el entretenimiento y la cultura cercanas a mis intereses.

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