Los cómics constituyen un medio que aúna narración escrita e ilustrada. Compuestos por viñetas donde la parte narrativa suele recaer sobre el dibujo, mientras que la parte escrita se centra en el diálogo.
Cada medio tiene sus herramientas para impactar en el público. Por un lado tenemos el cine, que utiliza el sonido, la banda sonora, los planos y los movimientos de cámara, entre otras muchas herramientas, para causar una impresión y generar sensaciones en el espectador. El cine cuentan con un gran repertorio de herramientas que, acompañadas de avances tecnológicos, le permiten innovar (3D, 4K, sonido envolvente, etc.).
Por otro lado, hay medios con poquísimas herramientas, como es el caso de los libros. Se fundamentan más en el estilo del escritor y la calidad de una historia, dado que el medio en sí mismo no permite muchas más innovaciones.
Y en un término medio nos encontramos con el cómic. Al estar formado por dos elementos (escritura e ilustración), el abanico de herramientas que se puede utilizar para innovar es mayor.
Si bien no hay mucha tecnología que pueda afectar a la experiencia del lector, (aunque veremos alguna excepción), las posibilidades narrativas del dibujo son mucho mayores que las de una novela.
Composición de viñetas, rotura de la cuarta pared, uso de la paleta de colores para transmitir sensaciones, estilos de dibujo… son algunas de las herramientas de las que se valen los autores para innovar en este medio. Pero a pesar de todo esto, parece que todo tiene un límite y hace ya años que no surge nada que rompa con los moldes establecidos por el propio medio.
Hasta que en los últimos tiempos, varios autores han decidido romper con los esquemas tradicionales y jugar con nuevos elementos. Por eso, queremos hablaros de tres cómics que han roto con las pautas del medio.
We Live
Inaki y Roy Miranda (Los hermanos Miranda), han presentado una serie para el sello Aftershock que ha traído a España Planeta Editorial. We live es un cómic de ficción postapocalíptico ambientado en 2084. El avance de la humanidad ha llevado a un mundo en ruinas, lleno de terribles monstruos que ponen en peligro la existencia de la raza humana.
Pero no todo está perdido. Un mensaje desde la inmensidad del espacio inicia una agobiante cuenta atrás hacia el fin. Una desconocida raza alienígena conoce lo que le depara a la tierra, y no trae solo malas noticias. Antes de que la cuenta atrás llegue a cero, cinco mil niños elegidos podrán ser salvarse.
En todo este contexto, el lector seguirá los pasos de Hototo, uno de los 5000 niños elegidos, y de su hermana Tala, quien lo cuida y protege mientras llegan al «punto de extracción», intentando por todos los medios mantener la inocencia de su hermano pequeño.
¿Qué tiene de especial We Live?
De forma breve, esta es la premisa de We Live. Pero este cómic rompe de forma radical con los moldes propios del medio, añadiendo un valor especial a la historia en forma de música. Y es que en algunas viñetas aparece un código QR que lleva al lector a un video de Youtube, donde se pueden escuchar una cancón compuesta por Elhombreviento y Mario «Gonzo» Lorente de forma exclusiva para We Live. Cada video va acompañado por una animación de una de las viñetas de la obra.
De esta forma, la música colabora a la hora de crear ambientación y sumergir al lector en la historia. Es una brillante forma de romper las barreras propias del medio y dejar que la historia vaya más allá de las páginas. Sin duda una gran idea que funciona de maravilla.
Dejo la primera canción correspondiente a la primera viñeta de We Live (al ser la primera viñeta no es un spoiler) para que podáis apreciar el estilo musical, lo que trasmite y la letra:
A título personal, las canciones que han compuesto Elhombreviento y Mario «Gonzo» Lorente se han convertido en la Banda Sonora de mis tardes. Asique no solo recomiendo el cómic We Live, del cual estoy deseando leer la segunda parte, dado que la primera terminó con un cliffhunger, sino también la música de We Live.
En la cabeza de Sherlock Holmes. El caso de la entrada misteriosa.
Cuando se pensaba que el cómic era un formato cerrado, aparecen autores que deciden dar un martillazo a lo que está establecido.
Este es el caso de Cyril Lieron y Benoit Dahan, que se han propuesto mostrar al icónico personaje de Arthur Conan Doyle como nunca antes.
Es verdad que el personaje de Sherlock Holmes está muy utilizado y explotado en todos tipos de medios. Y todos ellos se han esforzado por exponer de una forma interesante y original el famoso método deductivo del detective. Las adaptaciones más recientes (la serie de Sherlock y las dos películas de Sherlock Holmes interpretadas por Robert Downey Jr.) han conseguido exponer francamente bien la personalidad y el proceso racional del detective.
Pero la labor que han realizado los autores en este cómic rompe con todos los intentos anteriores de exponer el método del detective. Y es que el punto fuerte de este cómic no es la trama, sino el dibujo, la estructuración de las viñetas y los elementos deductivos con los que juega el propio libro. La historia en sí es una trama típica de las aventuras de Sherlock Holmes. Un antiguo amigo del Dr. Watson es encontrado por la policía en extrañas circunstancias. Una entrada para un espectáculo que se encuentra en sus ropas permite descubrir al detective el inicio de una gran conspiración.
¿Qué tiene de especial En la cabeza de Sherlock Holmes?
La magia de este cómic es la estructuración de las viñetas, que ilustra de forma perfecta el método racional de Sherlock Holmes.
Esta página es sólo un ejemplo de la gran cantidad de estructuras que usan. En muchas ocasiones rompen la estructura de la viñeta, utilizan elementos como hilos conductores para ilustrar el proceso lógico de Sherlock.
Y aun así, esto no es lo más llamativo de En la cabeza de Sherlock Holmes. Sino que los autores juegan con la perspectiva del lector, y añaden en determinados momentos ciertos elementos que obligan a manipular de diversas formas el tomo para descubrir secretos ocultos. Por poner un ejemplo, es posible que el lector tenga que juntar dos hojas, o doblar de determinada manera un trozo para poder ver algo que de otra forma se mantiene oculto.
Cyril Lieron y Benoit Dahan han sabido jugar muy bien con la perspectiva del lector en esta historia. Por ello, han conseguido romper con los moldes propios del medio y dar al lector una experiencia totalmente distinta a lo que están acostumbrados. Y como valor añadido, exponen de forma magistral la forma de razonar y de consultar los conocimientos que tiene el detective. Consiguen, a través de lo mencionado, meter al lector En la cabeza de Sherlock Holmes.
Conclusión
Estas dos obras son solo ejemplos de lo que está avanzando el mundo del cómic. Ideas originales que rompen con las herramientas tradicionales que tiene el medio para contar historias. Música, interacción con el tomo… ¿Cuánto más puede dar de sí un medio? Para ser sinceros, espero que mucho. confió en que los autores sigan sacando ideas tan revolucionarias como estas, y el medio crezca y amplié sus herramientas.
En cuanto a las dos obras aquí mencionadas, no me queda más remedio que recomendar fervientemente ambas. La narrativa e ilustración de En la cabeza de Sherlock Holmes no tiene rival. Presenta de forma magistral al clásico detective, y consigue explicar de forma visual todo el proceso lógico que utiliza para resolver sus crímenes. Todo esto acompañado de una interesante historia que recuerda a los relatos cortos escritos por Conan Doyle.
Lo mismo ocurre con We live. Una historia muy interesante acompañado de un excelente dibujo. Además, la idea de añadir banda sonora a las diferentes partes de la historia a través de un código QR es una genialidad que ayuda al lector a meterse en ambiente. Sin duda una gran idea
Estas obras pueden ser disfrutadas por cualquier persona, y pueden servir de punto de entrada para comenzar en el mundo del cómic. En la cabeza de Sherlock Holmes quizá puede ser un poco más confuso el orden de las viñetas, dado que juega con ello, pero no debe suponer un gran problema con un poco de paciencia.