Todos los días tenemos que tomar decisiones. Planificamos nuestro día. Planificamos nuestras futuras vacaciones. Planificamos nuestro trabajo. Muchos de nosotros estamos acostumbrados a la estabilidad y nos da miedo dar un paso arriesgado. Cualquier cosa puede ser un paso así. Por ejemplo, dejar un trabajo tedioso, buscarse la vida en un campo nuevo o viajar solo a otro país. Muchos de nosotros pensamos en estas cosas pero no actuamos en consecuencia. Nos da miedo arriesgarnos porque no sabemos lo que está en juego y, lo que es más importante, simplemente nos asustan las pérdidas y nos las tomamos demasiado en serio. Sin embargo, esto no se aplica a los jugadores profesionales de casino. ¿Por qué? Ellos han aprendido a asumir riesgos. Juegan en los mejores casinos online España y viven al máximo. Esto se debe en gran parte no sólo a sus ganancias, sino precisamente a su capacidad de asumir riesgos en la vida cotidiana.
La sociedad moderna tiene miedo a asumir riesgos, está acostumbrada a la estabilidad y al aburrimiento, y por eso mucha gente tiene una visión distorsionada del casino. La gente tiene mucho miedo a asumir riesgos y ni siquiera sabe lo que es.
El riesgo puede dividirse en dos tipos:
Riesgo consciente
Riesgo inconsciente
¿Qué es el riesgo consciente?
El riesgo inconsciente forma parte de nuestra vida, es decir, el riesgo con el que nos encontramos a diario y ni siquiera nos damos cuenta. Existe una probabilidad no nula de que en la calle se caiga accidentalmente un piano por la ventana de un edificio de varios pisos. Pero es una probabilidad tan insignificante que ni siquiera se tiene en cuenta. No pensamos en ello. Tampoco tenemos en cuenta muchos otros riesgos porque, si tratas de analizarlo todo, puedes volverte loco. Por lo tanto, si nuestra vida no está relacionada con la adopción frecuente de decisiones arriesgadas, es posible que en el futuro dejemos las cosas para más tarde y perdamos la oportunidad por miedo al riesgo. En tal situación, pasaremos mucho tiempo comparando posibles pérdidas y oportunidades.
¿Cómo afecta a nuestras vidas la asunción de riesgos?
Al mismo tiempo, el casino es una zona segura donde se puede aprender a asumir riesgos. Una persona con mucha experiencia jugando en un casino actúa con confianza, sabe lo que es una apuesta y lo que es una pérdida y, lo que es más importante, sabe lo que es una ganancia. Esto es muy importante porque una persona que no sabe correr riesgos no sabe lo que es ganar. Por eso las personas más jugadoras aceptan las ofertas de viajes con más calma. Así que su vida puede llamarse un poco más diversa. Por supuesto, esto no es una regla absoluta, pero lo principal aquí es que la capacidad de asumir riesgos es la misma habilidad que requiere entrenamiento.
En el casino, a menudo se puede ver a gente de negocios cuya vida está completamente basada en el riesgo. Cada operación potencial y cada inversión es un riesgo. Hay que tener en cuenta muchos factores y hacerlo en poco tiempo. Un hombre de negocios debe ser capaz de asumir riesgos, debe entender claramente sus límites, así como sentir su suerte. Quizá perder hoy sea una señal.
¿Por qué es tan importante el sentido del riesgo?
Es importante tener en cuenta que el juego correcto en un casino es un juego con riesgos conscientes. Si una persona juega sin sentido de la conciencia y no intenta equilibrar las posibilidades de ganar con el coste de perder, entonces le resultará difícil ganar experiencia y convertirse en un profesional. Y a menudo, estas personas se forman una imagen poco halagüeña del casino, por lo que los establecimientos modernos se aseguran de que sus jugadores comprendan las características de esta actividad.
La mayoría de los casinos físicos practican cosas como el control facial y los sistemas de seguridad avanzados. Al mismo tiempo, siempre hay jefes de juego en el casino, cuya tarea es proporcionar las condiciones necesarias y resolver los conflictos. A menudo, si un jugador se ha comportado de forma inadecuada e irrespetuosa con los demás, se le puede prohibir que visite este lugar en el futuro. Por eso, la observancia consciente de las normas y de los valores humanos universales es el deber primordial de todo jugador, por lo que no puede decirse que un casino sea un lugar marginado. Los asiduos a los casinos conocen el valor del dinero y entienden dónde y por qué están, y su ocupación no es sólo un pasatiempo, sino el entrenamiento de las habilidades necesarias.