Hoy vamos a hablar de la segunda entrega de la serie Los diarios de Matabot. Para quienes se incorporen ahora, os recordamos que este mismo año, en febrero, se publicó Sistemas críticos. Ópera espacial por entregas que busca al aficionado más acérrimo con guiños a la ciencia ficción más clásica. Esta novela corta se alzó con el Premio Hugo y el Locus en 2019.
La literatura de ciencia ficción y fantasía tiene un nuevo referente editorial desde marzo de 2018 gracias a este sello de La esfera de los libros. El objetivo de Alethé es dar a conocer a nuevos autores del género e impulsar a los que poco a poco se abren un hueco en el mundillo. Prueba de ello es su Catálogo, que afortunadamente, aunque con cuentagotas, incluye apellidos españoles.
La traducción de esta novela ha corrido a cargo de la valenciana Carla Bataller Estruch, especializada en el ámbito literario y audiovisual. En 2014 se graduó en Traducción y mediación interlingüística por la Universitat de València y en 2015 dio el salto al mundo profesional al empezar a trabajar como traductora de subtitulado, doblaje y voces superpuestas.
Creadora del proyecto Adopta una autora, su interés se centra en las autoras de fantasía y ciencia ficción. Ha traducido para diversas editoriales, como Crononauta (Binti, de Nnedi Okorafor), La Biblioteca de Carfax (Drawing Blood, de Poppy Z. Brite) y Alethé (Hiddensee, de Gregory Maguire).
La autora
Martha Wells (septiembre 1964) es una escritora americana de ficción especulativa. Ha publicado numerosas novelas de ciencia ficción, relatos y ensayos acerca de la fantasía y la ciencia ficción. Sus novelas han sido traducidas a 8 idiomas. Si visitáis su página web encontraréis su muy amplio repertorio y los premios que acumula esta veterana autora.
Próximas entregas de Matabot.
No creáis que las andanzas espaciales acaban con la novela que hoy nos ocupa. A continuación os mostramos las portadas de los siguiente títulos: dos ya publicados y un tercero a punto de ver la luz.
La historia de Condición artificial.
Arranca la narración de este nuevo diario con nuestro protagonista, una unidad apodada Matabot, paseando por el boulevard de una estacion de transito. Lo hace de incógnito; no desea ser descubierto y se hace pasar por un humano o bien un humano mejorado. Será durante este tránsito cuando capte una noticia. Se trata de un acontecimiento que ocurrió hace ya un tiempo en el cual se perdieron muchas vidas humanas. Las grandes Aseguradoras y las guerras comerciales son asuntos que se le escapan, asuntos humanos. Nada que pueda o deba importar a un guardaespaldas.
La acción nos trasladará a una nave espacial donde se cuela Matabot. Allí se establecerá una curiosa relación/alianza con la IA del transporte de investigación llamada TIP.
La trama avanzará y se nos recordará/desvelará que se le asignó un contrato en la estación minera Q de RaviHyral. Durante ese encargo, se descontroló y mató a un gran número de clientes. La memoria del incidente fue purgada en parte ya que borrar la memoria de una SegUnidad siempre es algo parcial debido a las piezas orgánicas de sus cabezas. Matabot desea saber si el incidente ocurrió por un error catastrófico de su módulo de control. Ya tenemos una misión que llevar a cabo.
La lectura está plagada de referencias a Mensah y a Puerto LibreComercio; Las aseguradoras y sus contratos con SegUnidades. Matabot vuelve a RaviHyral y allí es contratado por Rami, Maro y Tapan como guardián de seguridad. Para estas mujeres contratar a una Aseguradora sale caro y, sin embargo, necesitaban protección para entablar negociaciones con la tripulación de Tlacey. Se trata de intercambiar unas primas por los archivos. Huele a trampa.
Como podréis imaginar, se sucederán aventuras y diversas circunstancias de peligro. Pero, el alma de la novela es la relación de Matabot con TIP, que no dudan en compartir las telenovelas El santuario de la luna y Auge y caída del santuario de la luna en su travesía.
Quedaos con términos como killware, malware, ConfortUnidades y SegUnidades, el accidente de Ganaka Pit, los pings, la mala malísima Tlacey. Ingredientes todos estos y más de una arquetípica novela de consumo rápido.
Antes, permitidme que me detenga en la elección del título de un libro, lo cual no es un asunto baladí. En ocasiones está mejor o peor conseguido, pero en esta ocasión, cuando lleguéis a la página 122, descubriréis a qué hace mención eso de condición artificial.
Conclusión.
Novela corta de ciencia ficción que de manera intensa nos hará revivir las circunstancias anotadas en el diario de nuestra entidad híbrida, el Matabot. La búsqueda de aquello que pueda aclarar lo ocurrido será el eje principal de este viaje, al que se irán incorporando varios personajes. Entre estos, el que mayor relevancia tendrá será TIP, la inteligencia artificial de un transporte de investigación. La interacción entre estos dos entes a lo largo de la lectura es lo más logrado sin duda. Estas dos entidades llevarán a cabo diálogos, reflexiones y pensamientos que transcurren en pocos segundos, pero que les hacen cuasi humanos. Esa es la magia que consigue esta historia.
No os perdáis la emisión de La Nave de esta semana y descubrid qué se esconde tras las páginas de Condición Artificial ¿Se interpondrá la necesidad de nuestro protagonista de ir a RaviHyral por encima de la seguridad de sus clientas?