En esta rústica se recogen los números 9 a 13 de la colección americana. En el número 9, el último de Roosmo, vemos las consecuencias de la incursión de John y Papa Midnight, en el club, para intentar arrebatárselo a Nerón. Rossmo está desbocado y logrará un collage surrealista que nos transportará al mismísimo infierno. Un cínico John aguanta estoico las torturas de Nerón y no dudará en aliarse con hasta la última alimaña del antro infernal con tal de salir para rescatar a amado Oliver.
Aunque esas alianzas venga de parte de Blythe, otro genial diseño de Rossmo, una especie de antigua amante de John mezcla de araña y muñeca de porcelana que está deseando salir del infierno. El toque barroco de Rossmo, con plazas decoradas de estatuas de ángeles caídos, o la caracterización de personajes que logran el dúo de guionistas (me encanta la practicidad y exasperación de John), vuelven a traernos a nuestro egoísta oportunista. Pero que de nuevo demuestra tener su típica mala suerte, pues descubrirá que hay lugares peores que el Infierno, como Faerie.
Casi parece tornarse un amerimanga shonen-ai en el que Constantine decide marcharse de la vida de Oliver tras presentarle éste a sus hijas. Puede que John huya de los problemas, pero los problemas le perseguirán más allá del infierno, y si hay algo peor que un demonio, es un demonio despechado y timado por John y como siempre serán los inocentes los que paguen las consecuencias. Mención especial merece, la serpiente con cabeza de gallo Gerald, su página es de las más bizarras y desternillantes que he leído en mucho tiempo.
Ante la creciente actividad demoniaca de Nueva York, Constantine decide mudarse a la Costa Oeste y termina en Los Angeles, que puestos a caer en el tópico fácil, resulta ser la guarida de un ángel del señor, el arcángel Gabriel.
Tenemos un nuevo cambio de dibujante en el número 12, Eryk Donovan es el encargado de cerrar esta colección y desgraciadamente para él, las comparaciones son odiosas, tiene muchos errores de anatomía y perspectiva y no termina de econtrarse entre un estilo minimalista, cartoon o superdeformed, lo que deja estos dos intensos episodios bastante flojos en el aspecto artístico. Tras un momento de despedida del héroe del amado, John va a por todas en el Midnigth, el problema es que esta vez lleva la mano del muerto, Nerón ha demostrado que esta vez el diablo si es más listo.
Tiene una operación por la que hará una posesión masiva en Nueva York y gracias a las argucias legales de los pactos demoniacos ha logrado que John no pueda intervenir de ninguna manera, ya que ahora tanto Papa Midnithe y Blythe trabajan para Nerón y además tiene en su poder las almas de Kelse y Livvie, las hijas de Oliver.
Podía achacarse que al final todo salía demasiado bien para ser una verdadera historia de John, pero tranquilos, que Tynion y Doyle tienen muy claro de dónde saca sus raíces el personaje y al final John tendrá una victoria amarga y recordará que su vida esta llena de hábitos peligrosos y que pese a que sea el cínico que más veces ha estado en la puerta del infierno, al final sus travesuras tienen consecuencias que pagan otros.
Parece que John y Nueva York han terminado por el momento, es hora de un Renacimiento de un nuevo cambio, sin duda esta colección ha sido un soplo de aire fresco en comparación con su predecesora y sólo espero que se mantenga e incluso se oscurice todavía más el humor y la magia en la colección que está por venir. El estafador a jugado su mano, el diablo ha sido engañado, la ciudad vive, John pierde, el mundo sigue un día más con sabor a la ceniza de un cigarrillo y a demasiadas copas de whiskie. Atrevemos y ved al maestro del engaño en su último truco sólo para vuestros ojos.