Si durante tu infancia tuviste una Playstation, es más que probable que jugaras a alguno de los videojuegos de Crash Bandicoot, el personaje que se convirtió en la mascota de Sony por aquel entonces. Tras el lanzamiento de su trilogía de plataformas, Crash se atrevió con las carreras en Crash Team Racing, que sorprendió por su gran calidad en todos los aspectos. Era fácil de manejar, tenía un uso inteligente de los derrapes y turbos, y sus circuitos daban mucho juego gracias a un diseño de calidad. No fuimos pocos los que nos pasamos tardes enteras echando carreras con los amigos a comienzos de milenio, a pantalla partida y multi-tap mediante, donde los piques estaban asegurados.
Veinte años después, y tras el lanzamiento del genial remake Crash Bandicoot N. Sane Trilogy que recoge la trilogía de los primeros Crash Bandicoot, era raro que no se hiciera también un remake en condiciones con Crash Team Racing. Y así fue, ya que hace unos meses pudimos ver las primeras imágenes de este remake, que nos sorprendieron por su colorido diseño artístico, que parecía sacado directamente de una película de animación. Hoy tenemos entre nuestras manos este Nitro Fueled, y tras probarlo podemos confirmar que es un auténtico regalo a los fans, tanto por su fiel respecto al título original como por el estupendo lavado de cara que ha recibido.
Cuanto más acelero, más calentito me pongo
Una de las características más diferenciables que poseía este título de karts era el uso de los derrapes, en los que podíamos conseguir hasta tres impulsos o mini-turbos si conseguiamos realizar bien el timing de pulsar el botón L1 durante un derrape al ritmo necesario. Esto hacía que las carreras fueran más técnicas y que tuviéramos que usar los derrapes con propiedad si queríamos conseguir los mejores tiempos. En este remake la mecánica no solo sigue intacta, si no que se hace más fácil de entender gracias a que ahora las ruedas de nuestro kart se iluminan de rojo incandescente en el momento perfecto en el que tenemos que pulsar el botón del impulso.
Esta mecánica unida a una buena colección de items para hacer la vida imposible a nuestros contrincantes (la mayoría “inspirados” en Mario Kart) y un buen abanico de circuitos. Concretamente 32, de diferentes estilos y con atajos secretos, lo que hace que tengamos un gran título de carreras arcade, profundo y bastante largo gracias a los nuevos contenidos que se han incluido en este remake, (de los que hablaremos después).
¿Modo historia en un juego de karts?
Crash Team Racing Nitro Fueled trae de vuelta todo lo visto en la primera entrega de carreras de Crash Bandicoot, pero también recupera los circuitos y personajes de sus predecesores, Crash Nitro Kart 1 y Crash Tag Team Racing. Entre sus modos de juego, destaca sin duda la vuelta del Modo Historia del original CTR, en el que debíamos vencer al malvado Nitrous Oxide para evitar que dominará la tierra. Podemos elegir la dificultad de este modo, entre fácil, media y difícil, y ya os adelanto que para un experimentado corredor como yo que me sé de memoria más de un circuito de cuando jugaba hace veinte años, el nivel medio es un auténtico desafío.
En este modo aventura habrá que superar carreras para desbloquear nuevas zonas, no sin antes enfrentarnos en una carrera contra un jefe, como ocurría en el original. Al salir victoriosos de cualquier circuito desbloqueamos dos desafíos, el modo CTR y el modo Carrera por la reliquia, cuyas victorias servirán a su vez para conseguir pruebas especiales.
El desafío CTR nos reta a participar en una carrera en la que debemos no sólo quedar primeros, si no que también debemos recoger las letras C,T y R que están dispersas (y ocultas) por el circuito. Muchas veces estarán tan bien escondidas o serán tan inaccesibles que nos costará más de un intento recogerlas y ganar la carrera. El modo Carrera por la reliquia es básicamente el típico modo de vencer al crono para hacer un buen tiempo con la diferencia de que podremos recoger cajas que paren el tiempo unos segundos para hacer tiempos mejores. Estas cajas estarán repartidas por todo el circuito, a veces en lugares accesibles, mientras que otras nos obligarán a salirnos de la trazada óptima para alcanzarlas, de modo que será decisión de cada uno si vale la pena o no recogerlas.
Por último también encontraremos un tercer desafío en el Modo Historia llamado Desafío de los Cristales, en el que tendremos que recoger una serie de cristales en solitario en un mapa más abierto (los usados en el modo batalla) antes de que se agote el tiempo, algo para nada sencillo. Para avanzar a una nueva fase antes tendremos que, como decía, vencer al jefe de la zona, en un duelo de uno contra uno. La particularidad de estos desafíos es que los jefes, además de ser muy buenos al volante, pueden pasarse toda la carrera lanzando ítems hacia atrás sin parar, por lo que adelantarles no es una tarea sencilla.
La personalización, el nuevo añadido
Cada vez que ganemos una carrera conseguiremos monedas e iremos desbloqueando skins para los karts y los personajes, algo totalmente nuevo de esta entrega. Estos aspectos cambian los colores de nuestro personajes favoritos e incluso darán rediseños completos, mientras que con los karts podremos cambiarles ruedas, carrocerías, pegatinas y pinturas de diferentes estilos. Cabe decir que solo son cambios estéticos y que no modifican el manejo del kart, el cual depende totalmente del personaje que controlemos. Los hay dirigidos para principiantes como Polar, con un manejo más ágil, otros más equilibrados como Crash, y los dirigidos para jugadores experimentados como Tiny Tiger cuya velocidad máxima es la más alta a costa de un peor manejo.
Todos estos nuevos contenidos podremos también adquirirlos desde el menú de Boxes, una especie de tienda que se asemeja sospechosamente a la de Fortnite donde podremos comprar desde skins sueltas a packs que estarán disponibles solo durante cierto tiempo. ¡Pero no temáis! Hablamos de monedas que conseguimos en el juego, y en ningún momento existen micropagos reales.
Dejando a un lado el modo historia, podemos correr en varios modos de juego en los que jugar tanto en solitario como en multijugador local para hasta cuatro jugadores a pantalla partida. Carreras simples, torneos de cuatro circuitos, el clásico modo batalla en el que pelear es lo primordial… Algunos de estos modos solo están disponibles en solitario como los que ya hemos visto en el modo historia, Desafio CTR y Carrera por la reliquia, además del modo Contrarreloj.
No podía faltar en este remake un modo Online que nos permita competir contra jugadores de todo el mundo. A pesar de que los primeros días tras el lanzamiento fallaba a menudo, podemos decir que actualmente funciona estupendamente. Podremos competir tanto en carreras como en el modo batalla en competiciones de hasta ocho jugadores. Tenemos la posibilidad de crear partidas privadas, o de invitar a amigos a carreras públicas así que en ese aspecto está bien servido.
Como extra, hay que comentar también un nuevo tipo de contenido que se ha añadido tras el lanzamiento del juego, el llamado Gran Premio, eventos temporales que el juego recibe a modo de temporadas en los que durante un mes tendremos una serie de desafíos disponibles, algunos sencillos como ganar cualquier carrera y otros más difíciles como vencer en una partida online habiendo estado en último lugar. Estos desafíos nos darán puntos nitro con los que iremos poco a poco desbloqueando ítems como skins y personajes exclusivos del evento en cuestión. Además en estos eventos recibiremos gratuitamente un nuevo circuito y los contenidos son anunciados con una presentación a modo de informativo de TV bastante resultón.
Un trabajo de reconstrucción para quitarse el sombrero
Como comentaba anteriormente, Crash Team Racing Nitro Fueled entra por los ojos muy bien, y es gracias al brillante trabajo en el diseño de arte del juego, y unas animaciones de los personajes muy cartoon, que parecen sacados de una película de animación. Es una auténtica pasada volver a ver los circuitos con este lavado de cara si eras fan del juego original, y aunque no sea así os aseguro que el nivel de acabado está a la altura de los grandes del género.
La decepción nos la llevamos en la tasa de cuadros por segundo del juego, que en ninguna de las plataformas que ha recibido este remake supera los 30 fps. No es un problema para nada grave ya que se puede jugar perfectamente, pero hay que reconocer que en un título de carreras los 60 fps son mucho más agradables. Además, en la versión analizada, la de Nintendo Switch, hay que reconocer que los tiempos de carga se hacen eternos, llegando a superar los cuarenta segundos cada vez que empezamos o acabamos una carrera.
El trabajo en el sonido es similar a lo visto en N-Sane Trilogy, recogiendo los temas clásicos del título original con versiones nuevas de gran calidad que destilan nostalgia por todos los costados. También cuenta con un buen doblaje al castellano que escucharemos en forma de comentarios de los pilotos durante las carreras.
Conclusiones finales:
Nitro Fueled es un auténtico remake de calidad tremendamente fiel al original. Nos trae toda la diversión de los originales con un estupendo lavado de cara y le añade el componente de la personalización que intenta motivarnos para que juguemos más. Simplemente compra obligada para los que disfrutaron del juego original. No es ni mucho menos perfecto, y posiblemente muchos jugadores prefieran el último Mario Kart al sistema de derrapes de Crash, pero es innegable que este título se ha colado entre las primeras posiciones de los mejores juegos de Karts de esta generación. Habrá que ver cómo se comportan esas temporadas y ese modo online para ver si este título se mantiene en juego o simplemente se queda en un producto creado para los nostálgicos. Por mi parte nos vemos en el online… Si es que me llegais a pillar.