Cuphead es un juego de la vieja escuela que destaca en muchos aspectos con un estilo artístico propio y una banda sonora perfectamente elegida, así como un sistema de juego clásico pulido al extremo para dar lugar a una obra de arte.
Este juego nos pone en la piel de Cuphead y Mugman que deberán, con la ayuda de los poderes otorgados por el anciano Kettle, reclamar las almas de un grupo de deudores del diablo. Para ello deberemos recorrer cuatro zonas, a cada cual más complicada que la anterior, derrotando jefes y superando niveles para desbloquear las diferentes rutas y poder avanzar a la siguiente.
En cuanto a la jugabilidad, este título nos ofrece un juego desafiante que puede llegar a ser frustrante si no estás acostumbrado a este tipo de juegos. En el transcurso del juego tendremos que derrotar a una serie de jefes para reclamar sus almas. Cada jefe tiene diferentes fases, a cada cual más exigente que la anterior y demuestran un gran despliegue de creatividad por parte de los creadores, dando lugar a una serie de enfrentamientos únicos que lejos de sentirse injustos se sienten más desafiantes.
El juego se complica enormemente entre la primera y la segunda zona haciendo que la primera zona se sienta como un tutorial para acostumbrarte al sistema de control y a las diferentes mecánicas. La diferencia entre el último jefe de la primera zona y los primeros de la segunda es abrumadora y puede llegar a frustrar en algunos puntos si no estás mentalizado para ello. A partir de este punto la dificultad no para de aumentar de una zona a la siguiente de forma notable.
Los jefes se mezclan con fases de desplazamiento en un nivel de plataformas en 2D en las que avanzar superando diferentes obstáculos durante el transcurso de estas. En estas podremos conseguir monedas que nos servirán para comprar diferentes tipos de disparo y habilidades pasivas que nos permitirán adaptarnos a las exigencias de cada jefe y adaptar el juego a nuestra forma de jugar.
Cada tipo de disparo tiene una versión potente que solo podremos usar una cantidad de veces a lo largo de la fase. Estos usos se pueden recargar y se muestran al lado de la vida en forma de naipes. Podremos acumular un máximo de cinco usos. Para recargar estos usos podremos hacerlo disparando a enemigos o utilizando bloqueos. Para realizar estos bloqueos deberemos estar atentos a los ataques enemigos. Entre todos los ataques enemigos, tanto de jefes como enemigos normales, algunos de ellos serán de color rosa. Estos ataques serán los que podremos bloquear; el resto los tendremos que esquivar con habilidad.
Algunos de los jefes tienen una mecánica particular de juego en la que deberemos derrotarlos mientras pilotamos un avión. En este tipo de fases tendremos mayor libertad de movimiento, los controles y los tipos de disparo que tengamos equipados no se tendrán en cuenta. Estos enfrentamientos requieren de los reflejos del jugador y la precisión para esquivar sus ataques y los de los secuaces que lo acompañan.
Además de habilidades podremos adquirir una serie de habilidades especiales que adquiriremos en mausoleos y que podremos encontrar en el mapa del mundo rebuscando. Estas habilidades nos permitirán desde hacer mucho daño a un enemigo hasta ser inmunes al daño por un breve periodo de tiempo. Estas habilidades harán uso de todos los usos del disparo especial y solo podremos utilizarlas si tenemos todos los usos cargados. En caso de poder usarlas se activarán de forma automática si intentamos utilizar el disparo especial.
Sobre el sistema de control de los personajes; es un sistema que está muy bien implementado y que permite al jugador ser preciso en sus acciones y, dada la importancia de la precisión en este juego, es un elemento crucial para no sentirse frustrado al ser derrotado. El juego permite el control tanto con mando como con el teclado. Nosotros recomendamos el uso del mando porque el sistema de control está muy bien pensado.
Todos los jefes requieren de nuestra concentración y dedicación desde el principio, ya que lo que determina si derrotamos o no a un jefe es la habilidad adquirida en intentos anteriores y tus reflejos. Y aunque suelen resultar desafiantes, hay algunas ocasiones en que los jefes resultan realmente frustrantes. Esto se debe a que hay demasiados factores a tener en cuenta para evitar morir, ya que el jefe de turno atacará por demasiados sitios a la vez y podrás morir por culpa del propio escenario, que está constantemente en movimiento. En este punto depende mucho de la habilidad del jugador con este tipo de juegos y la elección correcta de habilidades y disparos para hacer el desafío algo que seas capaz de superar.
El juego también permite jugar con otra persona de forma local. Esto es un gran punto a tener en cuenta, ya que no es algo que se vea mucho últimamente en el mercado. Jugar de esta manera facilita el juego, ya que con el apoyo de un segundo jugador tienes más ayuda para avanzar y si cometes un error fatal puede salvarte de la muerte si esta rápido con un bloqueo. Además, cada uno puede tener su propio equipo en cuanto a disparos y habilidades, tanto equipadas como compradas, lo que se traduce en una mayor versatilidad a la hora de afrontar los enfrentamientos contra jefes.
En cuanto al apartado visual Cuphead es una delicia. Todos los escenarios están dibujados a mano y se nota el mimo que han puesto en cada uno de ellos. Todo el juego sigue una estética que recuerda a los primeros dibujos animados. Tanto los personajes como la ambientación o la forma de hablar de los personajes que nos encontrarlos a lo largo del juego. Todo ello recuerda a otra época, además el juego simula el efecto de pantalla quemada de los antiguos proyectores y todo esto crea en conjunto la sensación de estar jugando en una serie de los años 30.
A lo largo del juego en el mapa del mundo encontraremos personajes muy pintorescos en todas las islas que nos darán pistas para superar alguna de las fases o harán algunos comentarios graciosos que amenizarán el viaje y darán el toque de humor.
Sobre el apartado sonoro es un trabajo brillante. Se ha conseguido hacer que suene de manera que parece que lo estés escuchando a través de un tocadiscos, tanto los efectos de sonido de los diferentes ataques de los enemigos, así como los sonidos ambientales o la propia música de la banda sonora encajan perfectamente con la ambientación del juego. Tiene temas tranquilos para la parte del mapa del mundo o las escenas cinemáticas y canciones más movidas para las fases de desplazamiento. Además, los jefes tienen su propio tema, lo que remarca la importancia de estos enfrentamientos.
En conclusión, Cuphead es una obra de arte con un estilo artístico atemporal llena de personajes carismáticos y ambientado con una banda sonora hecha a medida. Todo esto, en conjunto, ayuda a trasladar al jugador a otra época. Una historia simple sin demasiado peso con un juego centrado en hacer una jugabilidad divertida y desafiante. Por si todo esto fuera poco, un elenco de jefes y enemigos que muestran un despliegue de creatividad sorprendente y digno de admiración. Cuphead ofrece todo esto a un precio adecuado para lo que encontramos en su interior. Un juego altamente recomendable, divertido y adictivo.