Una divertida mezcla de sprites bidimensionales en entornos 3D con plataformas.
Playtonic Friends es un sello que no deja de sorprendernos. Comenzaron sus andanzas como desarrolladores y consiguieron hacer con Yooka-Laylee que las plataformas tridimensionales continúan teniendo un hueco en las consolas de pasada y nueva generación y con la posibilidad de proporcionar muchas y entretenidas horas. Superarlo parecía complicado y volvieron a lograrlo con Yooka-Laylee & The Imposible Lair, emulando los Donkey Kong Country clásicos con una elevada dificultad y ese encanto de repetir en muchas ocasiones la misma fase para continuar en el título.
Muchos de los conceptos que Playtonic está introduciendo en sus videojuegos son clásicos y que muchos jugadores echaban de menos, logrando un nicho de mercado importante e interesante. Ahora no solo desarrollan, sino que se han convertido en un sello para impulsar proyectos de otros creativos, apoyando a Fabraz, creador de Slime San. Este vuelve a sorprendernos de una forma completamente distinta gracias a Demon Turf. Este es un título de plataformas en tres dimensiones que mezcla entornos tridimensionales con una protagonista bidimensional, siendo una combinación interesante y muy curiosa en la visual. Aunque parece muy vistoso, lo jugable también tiene gran importancia y como todo tiene tanto sus pros como sus contras.
El status quo de los demonios
Pero primero centrémonos en su historia. Como bien indica su nombre, Demon Turf nos centrará en el papel de una joven demonio bajo el nombre de Beebzs. Esta se encuentra totalmente en contra de las normas establecidas en el mundo de los demonios. Una auténtica jerarquía totalitaria, estando centrada en cuatro líderes que encabezan sus propios ejércitos y no dan la importancia al resto de habitantes de este mundo. Beebz quiere acabar con esto y continuar con sus tareas apresando más almas, pero pronto se verá atormentada en sus sueños por el Rey Demonio que querrá atormentarla y acabar con sus pretensiones. Este es su punto de inflexión y de decisión para partir con sus amigos Midgi y Luci para acabar con todo este reinado y crear un nuevo status quo en el reino de los demonios.
Con una ardua misión por delante, Beebz debe recorrer todas estas estancias del infierno divididas en zonas temáticas que le llevarán a enfrentarse contra el Rey Demonio. El cometido principal será recoger una serie de artefactos que de una forma le permitirán llegar a su archienemigo. Se ha dividido el juego en una serie de fases y mundos donde recolectar muchas de ellas al final de cada uno de estos niveles y otras derrotando a los jefes finales. Una vez recorridas las estancias se produce una curiosidad. Estas estructuras que habíamos visitado anteriormente se rediseñan y habrá que volver a superarlas para salir victoriosos. Este concepto es un buen recurso para fomentar la rejugabilidad, algo digno de los títulos retro y que se ha aplicado eficientemente.
La construcción que ha llevado a cabo Fabraz para traer unos niveles variados y conseguidos partes de grandes clásicos del género de las plataformas tridimensionales. Nos han recordado a una versión minimalista de lo visto con Banjo-Kazooie e incluso Jak & Daxter, aunque introduciendo algunos elementos más modernos. No todo consistirá en avanzar y saltar. En otros casos ocultan pequeños puzles que resolver, caminos ocultos con acceso a artefactos o recovecos a los que acceder con las habilidades de Beebz. Esto es algo que también se toma prestado de entregas como Spyro, dando un compendio y un completo homenaje a las plataformas 3D con un personaje bidimensional.
Elementos jugables de los plataformas clásicos
En todo momento estaremos jugando algo completamente nuevo, revisitando fases con las diferencias mínimas para resultar entretenido. Beebz tiene muchas habilidades que utilizar y otras que se irán desbloqueando a lo largo de la aventura. Puede saltar, correr a gran velocidad, ejecutar saltos dobles y realizar giros circulares que le permiten planear durante unos segundos. Estas además pueden ser combinadas para dar un toque mayor de profundidad. Como por ejemplo usar el doble salto y girar que permite recorrer una mayor distancia y posteriormente planear para llegar a otra plataforma. Estas son utilizadas también en el combate, girando para golpear a enemigos o mantenerlas para efectuar un ataque con una mayor potencia. Una de las ventajas de las fases de pelea de Demon Turf es que han sido completamente diferenciadas de las de plataformas, por lo que se incorporan lugares con el suficiente espacio para desempeñar todas estas habilidades.
Los compañeros que acompañan a Beebz a lo largo de la aventura también proporcionarán más poderes y que da aún más profundidad a su jugabilidad. Una de las más destacadas es la posibilidad de lanzar un pequeño gancho con el que balancearse y cubrir mayores distancias. Algo que será mejorado con un artefacto parecido a una serpiente giratoria y que dará la posibilidad de escalar pendientes o deslizarse de una forma más sencilla. Como podéis ver, el juego mantiene una gran frescura en cuanto a niveles, habilidades y desafíos durante estos. Ahora bien, ¿qué tal la curva de dificultad? Esta ha sido establecida correctamente con unos niveles crecientes, teniendo los suficientes desafíos para mantenernos enganchados durante horas e incorporando trampas de las que tirar de checkpoint. Completar Demon Turf no será un camino de rosas por lo que es algo de agradecer sobre todo por aquellos que busquen una experiencia desafiante.
Un ingenioso sistema de checkpoint
Hablando de los puntos de continuación, Fabraz ha querido proporcionar un sistema muy ingenioso de checkpoint con la incorporación de hasta tres banderas que ubicar en los sitios que deseemos. Estas, siempre que se tenga el suficiente espacio, dará la posibilidad de resucitar si Beebz ha caído en algún lugar en concreto. Colocar tus puntos de control es un giro de tuerca más que notable, pudiendo elegir donde queremos reaparecer en aquellos niveles más largos o que planteen una mayor dificultad. Además de los artefactos de cada fase también se tienen objetivos secundarios para aquellos jugadores más completistas como una serie de pasteles y palos de piruleta que hacen las veces de coleccionables. Muchos de estos no se ubican en las zonas más visibles. Nos obligarán a salirse de los caminos y buscar en lugares y recovecos escondidos. Las utilidades de estos serán de moneda de juego para comprar objetos cosméticos y habilidades para Beebz. Si todo esto parece poco también se incorporan minijuegos con pruebas sencillas que varían desde un minigolf o tomar fotografías.
Si hay algo que en su aspecto técnico destaca sobre todo el conjunto son los diseños de personajes en dos dimensiones. Junto a Beebz, forman un compendio muy llamativo. Estos han sido desarrollados con sprites bidimensionales cargados de personalidad y realizando un efecto de falso 3D. Los escenarios y entornos son completamente en 3D con niveles temáticos y con gran variedad de elementos para garantizar entretenimiento. Su selección musical se ha realizado con unos temas muy movidos. Proporcionan esa adrenalina dentro de las fases, las plataformas y combates a gran velocidad.
Demon Turf es un buen título desarrollado por Fabraz y que cuya premisa es clara: insistir que el género de las plataformas en tres dimensiones sigue más vivo que nunca. Muchas son las ideas que se está proporcionando y por supuesto continúa en escena, sobre todo por el desarrollador independiente. Cierto es que Demon Turf no es perfecto, puesto que tiene algunos errores puntuales en sus controles o con su cámara, pero eso no quita la sensación de un trabajo bien hecho y lo divertido de su concepto de personajes bidimensionales en entornos 3D. Si eres aficionado a este tipo de juegos y buscas algo innovador, te aconsejamos que desciendas con Beebz a este universo y te enfrentes a estos malvados demonios en tu consola o PC.
