Bluepoint firma un imprescindible remake, a las puertas de la nueva generación
Han pasado diez años desde que Demon’s Souls obtuviera una modesta calificación de 29/40 en la famosa revista Famitsu. Miyazaki, padre del juego, intentaba por aquel entonces ofrecer una perspectiva nueva en el sector que se alejara del mainstream dominante en Occidente, monopolizado por juegos de acción desenfrenada, muy encriptados y de corte cinematográfico.
Demon’s Souls era completamente opuesto, tanto que Shu Yoshida, director por aquel entonces de SIE, no vio proyección de mercado del juego en Occidente. No fue hasta años después, que Bandai Namco mediante un acuerdo de distribución con Sony, trajera el que fue el precursor de uno de los géneros más importantes en la última de década en el sector.
Tiempo después, con Dark Souls en la cumbre de su éxito, y la segunda entrega en desarrollo en las oficinas de From Software, Shu Yoshida, se dispuso a subsanar su error. Se lo debía a Miyazaki.
Tras el lanzamiento fallido de Demon’s Souls, Miyazaki buscó financiación para poder llevar a cabo el juego que tenía en mente desde hace tiempo. Así nació el sucesor espiritual, nació Dark Souls, el cual bebía directamente del juego original, Demon’s Souls pero añadía ciertos elementos que hacían más accesible, comprensible y coherente de cara al jugador. Dark Souls fue todo un éxito, rápidamente en From Software se dispusieron a traer una nueva entrega de la serie, pero como bien comentábamos anteriormente, Shu Yoshida se reunió con Miyazaki para subsanar su error anterior. Así cobró vida BloodBorne, el cual seguramente es la obra maestra del género.
Pero a Shu Yoshida le quedaba una espina clavada, y después de ver el enorme trabajo realizado por el equipo de BluePoint en Shadow of the Colossus no lo dudó. El y Shawn Layden, director en ese momento de SIE, movieron todo lo necesario para que hoy tengamos de entrada en la generación uno de los mejores juegos de la misma, el renacimiento de los inicios del género «soulsborne«.
Este título que nos ocupa para el análisis de hoy es un remake completo del clásico que os hemos comentado al inicio de este artículo. Si, este Demon’s Souls es exactamente igual al clásico, en todo, y hasta un nivel que roza lo increíble. Pues, como iremos comprobando a lo largo de este análisis, el perdernos nuevamente por las tierras del Reino de Boletaria ha sido una experiencia sobresaliente en todos los aspectos.
El impresionante Reino de Boleteria
Como os hemos mencionado antes, y profundizando en el tema, estamos delante de un remake completamente fiel al juego original lanzado en 2009. Esto significa que, por lo que se refiere a diseño de escenarios, desarrollo de mecánicas, jugabilidad, historia y personajes es una representación fidedigna del juego original. Hasta el punto que ciertos «trucos» y habilidades que usábamos de determinadas builds de personajes en determinados sitios, siguen funcionando y respondiendo exactamente igual.
Para todos aquellos que no estéis relacionados con el género, estos títulos pertenecientes al «soulsborne» suelen narrar su argumento a través de pequeñas conversaciones con otros NPC, los cuales iremos encontrando en los bastos escenarios, y dependiendo de nuestras decisiones, pueden variar su comportamiento. Por ejemplo, si matamos a un NPC, nos perderemos para siempre sus objetos especiales o detalles de la historia que tengan que ver con él. Otro punto a destacar es que suele usar las descripciones de los objetos para informar al jugador de ciertos elementos a nivel narrativo, que en consonancia con los escenarios y los NPCs hacen del género una seña de identidad a la hora de narrar el argumento del mundo donde están ubicados.
Este remake mantiene fielmente este estilo narrativo, pero en esta ocasión BluePoint ha añadido ciertos diálogos, descripciones y momentos específicos que consiguen que el juego en este aspecto sea algo más accesible para un mayor número de jugadores.
Nuestra aventura comienza cuando nuestro personaje decide viajar al Reino de Boletaria con la intención de salvarla. Son muy pocos los que han conseguido huir de la que en antaño fue una esplendorosa tierra de bienestar bajo el reinado del decimosegundo monarca, Allant. Según cuenta los pocos lugareños que pudieron huir, todo se debe a la aparición del «Anciano» un demonio que se encontraba encerrado en un nexo oculto al norte del reino. Y que hace uso de las almas, y es el responsable de la propagación de la densa niebla que desconecta al reino del resto del mundo.
Tendremos un punto de partida, el Nexo, el cual nos da acceso a cinco zonas específicas distribuidas a lo largo y ancho del reino. Las Archipiedras son seis, pero una de ellas se encuentra al igual que en el juego original rota, por lo que nos será imposible viajar y conocer que hay en esta zona.
Curiosamente, llegado a este punto, debemos añadir que Demon’s Souls, a pesar de ser el precursor del género se aleja un poco en la manera que abordamos las zonas del juego. A diferencia de juegos como Dark Souls, usaremos el Nexo como unión a través de las archipiedras – cinco en total – para ir visitando los distintos mundos del juego. En cada uno de ellos deberemos superar a un sinfín de enemigos, desvíos, trampas, secretos ocultos, y derrotar a un jefe final de zona si queremos pasar a la siguiente parte del mapa. Sin ir más lejos, al inicio es algo más lineal, y se aleja de los juegos que le preceden que dan más libertad a los jugadores.
Lucha por tu alma
Uno de los puntos más fuertes del género es el sistema de combate, el cual puede hacernos morder el polvo incluso luchando contra el enemigo más random del juego. A diferencia del resto de juegos, Demon’s Souls tiene un sistema de combate mucho más pausado que el de Dark Souls, pero más aún alejado de BloodBorne.
Aquí, como jugadores debemos medir muchísimo nuestras acciones, teniendo especial cuidado con los grupos grandes de enemigos. Es importante que estemos centrados en nuestras barras de energía, vida y maná pues no serán pocas las veces que caigamos en combate por quedarnos sin energía y un enemigo arremeta contra nosotros sin posibilidad de evadir los golpes.
A destacar el enorme trabajo desarrollado, pues todos los movimientos de nuestro personaje como el de cualquier enemigo, NPC o jefe, son exactamente iguales a los del original. Incluido la cantidad de frames de las animaciones, que han sido hechas de cero, pero introducidas dentro del mismo tiempo de duración al original. Impresionante.
Mencionábamos antes a los jefes, y como no podían ser menos, han sido rediseñados para la ocasión con gran acierto. Cada uno de ellos se encuentra completamente actualizado a nivel visual, pero a fecha de hoy sus sets de movimientos se pueden prever mucho mejor que antaño, aunque también dependerá de vuestra experiencia en el género. Eso sí, al igual que determinados jefes de la saga Dark Souls, cada uno de ellos esconde un pequeño «truco» que deja a la vista su punto débil en determinado momento y que debemos aprovechar para tirarle absolutamente todo lo que tengamos a mano.
Demonios en la nueva generación
En lo que respecta al apartado técnico y artístico, salta a la vista el arduo trabajo de BluePoint en este tema. Demon’s Souls es, sin lugar a dudas, el juego que hace palpable el salto generacional del nuevo hardware de Sony con respecto a las anterior generación.
El juego cuenta con una recreación a nivel artístico sobresaliente, es impresionante el lavado de cara que se han llevado algunas zonas del original. Ahora, zonas como la Torre de Latria son mucho más opresivas gracias al buen uso de rediseño de elementos, iluminación y efectos de sonido.
Escenarios, enemigos principales, secundarios o el propio editor de personajes ha recibido una remodelación completa, y es que, incluso se han añadido filtros para recrear el mismo tono del juego original. No hablamos de filtros que podemos activar con el modo foto – que también – si no que hablamos de cambios que podemos hacer en cualquier momento en el menú del juego para que los más puristas disfruten exactamente igual que con el título clásico de 2009.
Contempla Boletaria como nunca lo habías hecho antes
En lo que respecta a los modos de visualización que encontramos en el juego, se han incluido dos, ambos intercambiables en todo momento desde el menú opciones. Como era de esperar, podemos elegir entre el Modo Rendimiento, el cual hace gala de unos estupendos 60 fps estables como una roca y resolución dinámica. Por otro lado, tenemos el Modo Fidelidad, el cual ofrece resolución 4K con más elementos y detalles en pantalla pero a una tasa de 30 fps.
Independientemente de cuál escojamos, la calidad es indiscutible. No obstante, os podemos asegurar a todos los amantes del género que no pierdan la oportunidad de jugar a 60fps a este Demon’s Souls.
Siente los demonios
En lo que respecta al uso del DualSense, el juego lo aprovecha a la perfección. En el menú de ajustes nos da opción a escoger entre tres modos: inmersión el cual hará uso completo de las características del nuevo pad de PlayStation 5. Normal, cuál tan solo notaremos vibración en el mando como en anteriores generaciones. Y sin ninguna de las anteriores, eliminando por completo cualquier sensación.
Nosotros por supuesto que os recomendamos sin duda alguna el modo inmersión. Porque es simplemente absorbente e impresionante. Con el DualSense notamos cada una de las distintas superficies que visitamos en el Reino de Boletaria. Cada movimiento de golpe que realicemos o recibamos lo notamos en todo momento, independientemente del tipo de ataque que hagamos. Incluso los hechizos los notamos a la perfección. El pad también responde a los efectos climatológicos como la lluvia. Los gatillos hápticos nos ofrecen distintos tipos de resistencia a la hora de realizar nuestros ataques y varían en función al tipo de ataque.
No podíamos obviar lo más importante, la respuesta que tiene de manera sobresaliente a nuestras indicaciones a través del pad. El mapeado de botones es el de cualquier juego del género, haciendo uso de los gatillos R1, R2 para ataques normales y fuertes. Y usando L1, L2 para bloquear o realizar un parry a nuestro adversario. Por lo demás mantiene la sensación de tosquedad en lo jugable, pero es por su estilo, y no por el control. Cuál es sobresaliente.
El sonido de un reino caído
En lo sonoro el juego hace uso de la tecnología Tempest 3D, por lo que si disponemos de unos cascos compatibles como el oficial de PlayStation 5 la inmersión es absoluta. Los efectos de sonido están a un altísimo nivel, tanto en lo que respecta a los efectos en sí, como al sonido ambiental, el cual nos introduce de lleno en Boletaria.
La Banda Sonora se ha vuelto a grabar incluyendo más temas orquestados, pero manteniendo todo el sentimiento de la original. Por último, el juego nos llega completamente localizado al castellano, y se ha introducido también el doblaje inglés con la mayoría de dobladores originales que han regresado para esta ocasión.
Conclusiones del análisis de Demon’s Souls para PlayStation 5
Demon’s Souls con el paso del tiempo se convirtió en un juego de culto, precursor de uno de los géneros más importantes en la industria en los últimos años. Este remake no solo aviva el legado de este gran juego, sino que lo convierte en una obra maestra, y seguramente en el renacer de la franquicia.
Sin duda, uno de los juegos más interesantes de todo el catálogo actual y futuro de PlayStation 5.