Científicos han desarrollado una sonda del grosor de un cabello humano, que puede medir indicadores clave que indican un profundo daño del tejido vivo en el pulmón. Esta nueva tecnología podría facilitar el control del estado tisular en áreas a las que otras tecnologías no tienen acceso.
Los expertos aseguran que esta sonda miniaturizada puede distinguir pequeños cambios en la salud del tejido y podría mejorar cómo los pacientes son evaluados y tratados, especialmente en casos en los que utilizan sistemas de ventilación y cuidados intensivos. Las enfermedades relacionadas con el pulmón son una de las causas principales de muerte e incapacidad en el mundo. Aún a pesar de los avances médicos significativos que ha habido en este campo, aún se sabe poco sobre cómo la enfermedad se desarrolla en pacientes que sufren de neumonía o lesión pulmonar.
Detección fisiológica profunda
Un equipo de científicos desarrolló la sonda, que consiste en una fibra óptica de 0,2mm de diámetro que almacena 19 sensores. Cada uno de estos sensores puede medir diferentes indicadores en los tejidos, como los niveles de acidificación y oxigenación, que proporcionan información importante sobre la reacción del cuerpo ante los procesos relacionados con la enfermedad.
Los investigadores han diseñado esta tecnología para ofrecer mediciones rápidas y afinadas, con la flexibilidad de añadir más sensores. Los expertos afirman que esta tecnología es aplicable a otras regiones del cuerpo y podría ser utilizada para reforzar el conocimiento que tenemos sobre la inflamación y las enfermedades bacterianas.
La investigación fue fundada con el Engineering and Physical Sciences Research Council (EPSRC) del Reino Unido, con la ayuda del Proteus consortium, que incluye a las universidades de Edimburgo y Bath, y Heriot-Watt. El estudio ha sido publicado en Scientific Reports.
El Dr. Michael Tanner, investigador en Proteus, de Heriot-Watt University y University of Edinburgh, comenta que «Esta investigación es un gran ejemplo de colaboración interdisciplinar para abordar grandes retos de la salud. Estos nuevos métodos, si llegan al ámbito clínico, nos llevarán a nuevos puntos de vista sobre la biología de la enfermedad. Nuestro objetivo ahora es expandir el número de sensores únicos en esta plataforma miniaturizada, para proporcionar incluso más información”.
Fuente: Nature.