Menuda sorpresa cuando vimos aparecer a Nero, Dante y compañía más espectaculares que nunca durante el pasado E3 de 2018. Y es que, tras la polémica última entrega de la saga, DmC, la cual yo mismo analicé hace unos años, la situación de Devil May Cry se encontraba en un momento algo complicado, con ese intento de reinicio de la saga que no terminó de cuajar. Por suerte, y como probablemente ya sepáis, los de Capcom han cogido al toro por los cuernos y han sabido volver a sus orígenes para crear algo nuevo, un concepto que parece estar a la orden del día en los videojuegos actuales. Esto conlleva una fusión bastante curiosa, ya que toda la estética y el aire que lleva este Devil May Cry 5 nos traslada a principios de milenio, con las mismas intenciones que tenía el primer Devil May Cry: Personajes badass con chupas de cuero, todo tipo de armas disparatadas, como un brazo robot, espadas motocicleta, o nuestras propias mascotas demoníacas.. Y como enemigos una enorme horda de demonios de todo tipo. Esta entrega demuestra que efectivamente, la idea de reiniciar la saga no era necesaria, ya que traer los conceptos originales y potenciarlos con un gran gameplay y un apartado técnico soberbio han convertido en esta entrega en una de las más exitosas.
DMC is back, baby
Devil May Cry 5 es continuación directa de los hechos de la cuarta entrega, lanzada en 2008, en la que conocimos a Nero y Dante pasaba a un segundo plano, cuyo desenlace es bastante importante para entender los hechos de esta quinta entrega. Por suerte, los de Capcom han tenido la gentileza de recordarnos todo lo ocurrido anteriormente en un video resumen que sintetiza el argumento general de toda la saga, para que si no hemos jugado alguna entrega, o directamente no nos acordamos, podamos engancharnos a la trama sin problema.
El juego empieza fuerte, ya que nuestra primera tarea será enfrentarnos a Urizen, una nueva y poderosa amenaza que está desatando el caos en la tierra y que parece imbatible. Ni Dante, ni Lady ni Trish pueden hacer frente a esta nueva amenaza, así que el joven cazademonios Nero será el que estrene la aventura en un enfrentamiento donde las fuerzas no están para nada equilibradas…
Aunque Nero parece el principal protagonista, también conoceremos a un nuevo y misterioso personaje, llamado simplemente “V”, y por supuesto habrá espacio de sobra para nuestro querido Dante, que vuelve con la misma chulería que de costumbre y se come la escena en cuanto aparece en acción. Serán tres los personajes que podremos manejar en esta entrega, cada cual con un estilo diferente y con un abanico de movimientos enorme, lo que hace que la cantidad de posibilidades que nos da el juego sea realmente abrumadora. Además, aunque no serán jugables, Trish y Lady serán más o menos importantes en la trama, mientras que Nico, la nueva incorporación, será la ingeniera que fabrique los brazos de Nero y nos permita mejorar habilidades.
Devil Trigger
Como decía, empezaremos el juego controlando a Nero, que por cierto luce un look nuevo que le sienta de maravilla. Su estilo se basa en su nuevo brazo robot, el cual es intercambiable por una buena variedad de brazos, cada uno con sus propios ataques y que sirven para diferentes situaciones. Además los brazos son desechables, ya que al usarlos, podremos o bien utilizar su poder de forma limitada o desatar todo su potencial con el inconveniente de que se destruirá en el proceso. Esto nos obliga a gestionar muy bien qué y cuándo usar los brazos. Por ejemplo, tenemos Punch Line, un brazo cohete que podemos lanzar para que golpee a un enemigo por su cuenta mientras nosotros despachamos a otro. Si usamos su potencia máxima podremos usarlo a modo de skate. Por otro lado, el brazo Gervera nos permitirá evadir ataques o movernos más rápidamente, mientras que si utilizamos el especial podremos lanzar un potente rayo que controlaremos como en un shooter en tercera persona. Si a esto le añadimos el gancho Wire Snatch, para acortar distancias con los enemigos, además de la pistola y la espada, que se pueda cargar para hacer más daño y cuenta con un buen puñado de ataques distintos, la variedad es muy grande y nos permite libertad a la hora de realizar combos.
Crimsom Cloud
V es el segundo personaje que controlaremos. Un chaval algo enclenque que porta un bastón y que siempre va acompañado de sus dos demonios, Griffon y Shadow. Ah, y lee poesía con tono melancólico. Su condición débil hace que sea apenas incapaz de atacar físicamente a los enemigos, por lo que con V atacaremos dando órdenes a estos dos demonios desde la distancia. Parece que de esta manera el combate sea más fácil, pero tiene truco: Sus demonios no pueden acabar con los enemigos del todo, y será V el que tenga que dar el golpe de gracia a todos con su bastón, arriesgandonos a recibir daños en el proceso. Con Griffon el halcón podremos dañar a distancias largas a los enemigos, será algo así como nuestra pistola, mientras que Shadow, la pantera, viene siendo la espada, que daña físicamente a los enemigos convirtiéndose en hojas afiladas y pinchos.
Existe un tercer demonio, Nightmare, que solo podremos invocar temporalmente rellenando las barras de Devil Trigger. Causará daños enormes en los enemigos pero se esfumará en unos segundos. Si Griffon o Shadow caen en combate (tienen barra de vida) quedaremos totalmente vendidos, ya que incluso los movimientos de esquive o doble salto se utilizan gracias a estos demonios, así que no nos quedará más remedio que intentar evadir a los enemigos mientras esperamos que se recuperen nuestros “amiguitos” demonios.
Por otro lado, para rellenar la barra de Devil Trigger rápidamente, podemos leer el misterioso libro de V, con la consecuencia de movernos muy lentos y quedar vulnerables a los ataques enemigos.
Subhuman
Por último tenemos al old but gold Dante, que trae consigo todas las habilidades de anteriores entregas, e incluso añade algunas nuevas armas, como un sombrero o las ya mencionadas espadas dobles motocicleta, que son una locura. En realidad todo Dante es una locura, ya que tiene el mayor repertorio de armas y movimientos del juego. No solo podremos cambiar entre varias armas cuerpo a cuerpo y a distancia durante el combate y en mitad de los combos, si no que además cuenta con sus clásicos estilos de combate, que cambiaremos en cualquier momento con la cruceta. Royalguard, centrado en la defensa, Gunslinger, que potencia las armas a distancia, Swordmaster hace lo mismo con las armas cuerpo a cuerpo, y Trickster, perfecto para aumentar la agilidad en combate. Esta enorme variedad, que me recuerda más a un juego de lucha que a un Hack ‘n Slash, hace que podamos hacer auténticas locuras y nuestro rango de estilo no pare de aumentar. Por su puesto, cada arma y estilo es mejorable con gemas, dando aún más variedad al asunto. Además, utilizando el Devil Trigger de Dante podremos convertirnos temporalmente en demonio, que aumenta el poder de ataque, desbloquea ataques diferentes y recuperar vida gradualmente. Toma ya.
Smokin’ Sexy Style!
Es simplemente apabullante la variedad y profundidad en el estilo de combate que nos da el juego a la hora de combatir la legión de demonios que tenemos por delante, haciendo que conectemos mejor con uno u otro personaje, pero que al mismo tiempo tengamos que saber manejar a los tres para poder vencer todos los desafíos que nos propone el juego. En alguna de las fases podemos elegir qué personaje controlar, pero en la mayoría viene predefinido un personaje concreto. Parece demasiado complicado, pero el juego lo facilita un poco utilizando los mismos controles para los tres personajes: El botón de ataque a distancia es el mismo, o la forma en la que esquivamos es igual para los tres, por poner algunos ejemplos.
Pero, ¿para qué tanta complejidad. si lo único que hay que hacer es matar enemigos y me basta con un par de armas? Pues porque la gracia de los DMC siempre han sido conseguir rangos altos de puntuación de estilo. Conforme acabamos con enemigos se nos va puntuando con un rango de estilo, que va desde el triste “D” al codiciado “SSS”. Para que aumente no basta con acabar con enemigos, hay que hacerlo con chulería y elegancia, o lo que es lo mismo, hacer combos variados con diferentes tipos de armas y movimientos, y sin que los enemigos nos toquen, ya que un solo golpe supone una bajada considerable de rango de estilo. En cada grupo de enemigos vencido se nos puntuará con el total conseguido, y tras terminar la fase, se da una puntuación final.
Este hecho hace que el juego sea muy rejugable, ya que terminar la historia, que son unas 10 horas, solo supondrá la introducción al sistema de combate y estilo del juego, y el verdadero desafío es ese mismo, conseguir el rango más alto en todas las fases. Y si queremos más, tenemos un buen puñado de dificultades extra, incluyendo la dificultad Hell and Hell donde los enemigos son más duros y moriremos de un solo golpe.
Los enemigos ayudan en gran parte a que el juego sea divertido, gracias a la gran variedad que nos encontraremos. Desde pequeños demonios que caen con unos cuantos golpes, otros que regeneran vida a los demás, pasando por grandes moles que atacan girando a lo Sonic, o caballeros armados con escudos que nos lo pondrán difícil para romper su defensa. Por su puesto, al final de cada fase encontraremos un jefe final, con ataques y patrones que deberemos aprender para hacernos con la victoria.
Algo que ha cambiado respecto a otras entregas es la capacidad de curarnos. Ya no podremos usar gemas de curación desde el menú, si no que tendremos que encontrarlas por el escenario. Si caemos en combate, podremos o bien usar las clásicas gemas de resurrección, lo cual nos resta puntuación en el rango final, o utilizar gemas rojas, que además daña a los enemigos en el proceso. Eso sí, con cada resurrección el precio aumenta, así que a veces conviene empezar de nuevo el nivel o nos quedaremos sin gemas en un pispas.
Aunque las fases son prácticamente pasillos, lo cual es lógico sabiendo que aquí venimos a matar demonios y no a explorar, si que hay cabida para algo de exploración, de modo que si buscamos bien podemos encontrar “minas” de gemas rojas, partes de gemas azules o moradas, que aumentan nuestra barra de vida o Devil Trigger respectivamente, o incluso los clásicos desafíos de la saga, que nos proponen objetivos dispares como acabar con enemigos sin recibir daño o sin tocar el suelo durante un tiempo. Como recompensa obtendremos gemas azules o moradas, que creedme, las vamos a necesitar.
Un apartado técnico delicioso, como su banda sonora
No sé qué magia arcana han hecho los de Capcom, pero el RE Engine, motor que se estrenó con Resident Evil VII, luce espectacular en todos los juegos en los que se ha utilizado, y con DMC5 el acabado conseguido es increíble. No solo los modelados de los personajes son casi sacados de una película CGI, y los escenarios cuentan con un gran trabajo de iluminación y pequeños detalles que los dotan de personalidad. Es que además, la tasa de frames es prácticamente constante a 50-60 fps en la Playstation 4 “básica” por lo que en las versiones más potentes o en un PC podemos olvidarnos de ralentizaciones. Las animaciones por otro lado, además de ser de la calidad que se esperan, están perfectamente medidas para que los movimientos de nuestros ataques tengan lógica y a la vez sean ágiles. Y en las cinemáticas, las animaciones faciales también se ven muy convincentes, acercando, como decía antes, un poquito más los videojuegos al CGI del cine. El diseño de enemigos, jefes, indumentaria, todo luce genial y se nota el mimo que se le ha dado en cada elemento. Simplemente redondo en este aspecto.
Algo que siempre ha dotado de personalidad propia a la saga ha sido la banda sonora, y está vez no iba a ser menos, usando como punta de lanza los tres temas para cada uno de los personajes controlables. El primer tema que escuchamos fue Devil Trigger en la presentación del juego, que encantó al público desde el primer momento. Éste tema junto con los otros dos, Subhuman para Dante y Crimsom Cloud para V, están creados teniendo en mente la personalidad de cada uno de los cazademonios, siendo más metalero el tema de Dante o más electrónico el de Nero. El resto de temas mantiene muy bien el listón, movidos y llenos de energía como los que suenan en combates contra jefes o más tranquilos como el tema de Nico. Respecto al doblaje, esta vez nos llega en inglés, pero con una calidad a la altura del resto del juego.
Como extras, existe una especie de modo online en el que podremos ver, a lo lejos jugadores usando a otro de los personajes de forma paralela a nuestra parte del nivel, y posteriormente poder puntuar su habilidad. Es algo discreto, simplemente un añadido curioso que no cambia para nada la jugabilidad. Por otro lado tenemos el modo foto, algo que era necesario dada la calidad que se ha conseguido lograr. Con esta herramienta podremos conseguir instantáneas estupendas en mitad del combate, o mirar en detalle hasta las costuras de la gabardina de Dante. Por último, existe una sección, las notas de Nico, donde podremos leer sobre todas las armas, personajes y enemigos del juego, así como ver diseños conceptuales, planos y demás. Todo muy completo. La única pega es que Capcom es Capcom, y ha limitado muchas características, como brazos extra para Nero, colores alternativos para los personajes, o poder cambiar la música del juego por temas de anteriores entregas, y te las da si pasas por caja. ¡Incluso podemos comprar gemas rojas con dinero! Lo bueno es que todas estas características realmente no son necesarias para disfrutar el juego… Aunque me quedo con las ganas de probar el brazo de Megaman en Nero.
Devil May Cry 5 se convierte sin pestañear en el rey de la saga, y uno de los mejores exponentes del género (cuidado ahí, Bayonetta). La profundidad desbordante de su jugabilidad implementada en sus tres personajes, cada cual con un estilo distinto, una historia que acompaña bastante bien y enemigos desafiantes hacen de esta entrega un título completísimo, que apoyándose en el uso del bendito RE Engine, luce a un nivel que muy pocos juegos actuales pueden alcanzar, y una fantástica rejugabilidad con diferentes modos de dificultad donde poder dar rienda suelta a nuestras habilidades de cazar demonios. Una compra obligada si eres fan del género, y si no casi que también.