café

Un equipo de investigadores de ETH Zurich, de University of Basel en Suiza y del Institut Universitaire de Technologie en Francia ha hallado que las células embrionarias de riñón modificadas para producir insulina cuando son expuestas a la cafeína, son capaces de reducir los niveles de glucosa en modelos de ratón con diabetes tipo II. En su artículo publicado en la revista Nature, el equipo describe sus esfuerzos y cómo funciona ésto en los modelos de roedor.

Los pacientes de diabetes normalmente sufren de niveles altos de glucosa en sangre, lo que pude conducir a numerosos problemas de salud. Los tratamientos actuales incluyen medicamentos que convierten a las células en más sensitivas a la insulina, o inyecciones de insulina para que las células puedan utilizarla. Estos investigadores han desarrollado una nueva forma de conseguir más insulina dentro del propio cuerpo cuando más se necesita.

En lugar de inyectar insulina desde fuera del cuerpo, los investigadores modificaron células embrionarias de riñón para producirla, pero sólo cuando se ven expuestas a la cafeína. Se eligió la cafeína porque ha sido estudiada de forma extensiva y la mayor parte de las personas la consumen en distintas bebidas. Tomaron en cuenta también que la cafeína rara vez aparece en otras comidas, lo que hace que su ingesta sea más fácilmente regulable. Estas células modificadas fueron recubiertas con un material que las protege del sistema inmune, y colocadas en un dispositivo que se implanta en el abdomen del ratón con diabetes tipo II inducida. Los niveles de glucosa tienden a aumentar cuando las personas -y los ratones- ingieren azúcar o comida que el cuerpo puede convertir en sacarosa. Por tanto, el momento óptimo para proporcionar cafeína a los ratones sería tras la comida.

Según los investigadores, fueron capaces de conseguir niveles de glucosa relativamente estables en los ratones, variando la cantidad de cafeína que se les suministraba con la comida. Las pruebas en humanos con esta técnica, según el equipo, aún está lejos, pero este método puede ser aplicable también para tratar otras enfermedades.

Fuente: Nature.

Alejandro Serrano
Cofundador de Fantasymundo, director de las secciones de Libros y Ciencia. Lector incansable de ficción y ensayo, escribo con afán divulgador sobre temáticas relacionadas con el entretenimiento y la cultura cercanas a mis intereses.

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