Llegamos a un nuevo planeta y las cosas no salen nada bien. Nuestra nave se estrella y la supervivencia se convierte en la vía principal de escape. Aventúrate en este nuevo avance para conocer el mundo de Dolmen.
Es innegable que la saga souls ha creado un antes y un después en el mundo de los videojuegos. Desde el lanzamiento de Dark Souls ha habido muchos juegos que han intentado demostrar que Hidetaka Miyazaki (director de la susodicha saga) no es el único que sabe hacer juegos de este estilo. Dolmen se anunció con la intención de querer llevar el género soulslike al espacio. De modo que debemos cambiar los no muertos y caballeros por aliens y armas futuristas. Hablemos pues de la beta cerrada de Dolmen con la que hemos podido pasar varias horas delante de la pantalla.
¿Qué novedades trae Dolmen?
Para empezar hay que decir que la saga souls pecaba mucho de fastidiar a aquellos jugadores que querían ir a distancia. Los movimientos de los personajes eran toscos cuando se quería lanzar un conjuro o disparar con un arco. Dolmen arregla esto, añadiendo unas mecánicas únicas. Tendremos combos con las armas e incluso un inventario único para nuestro armamento balístico. A parte de poder mejorarlas en nuestra estación.
Gracias a las armas a distancia podremos causar estados alterados para poner el combate a nuestro favor. Si no somos lo suficientemente rápidos como para provocar dicho estado, a base de disparos podremos utilizar una habilidad especial que variará según el «motor» de nuestro personaje, para inducir dichos estados.
Otro de los cambios importantes es el crafteo. Los enemigos dropean objetos de creación cuando los derrotas y, gracias a ellos tendremos, desde nuestra base de operaciones, la posibilidad de mejorar y crear nuevas armas y armaduras. Adiós a nuestro querido André de Astora. Pero ojito, otra de las diferencias que encontraremos será que no sólo perderemos nuestra moneda para subir de nivel al morir. ¡Sino además todos nuestros objetos de crafteo! Para evitar esto podremos guardarlos en nuestra nave para no perderlos y utilizarlos cuando sea necesario.
¿La jugabilidad es buena?
Por un lado, te sientes como si la saga souls hubiese avanzado a un futuro lejano y notas esa cálida sensación de haber jugado antes. Por otro se nota mucho el sello de identidad de Massive Work Studio, por lo que no puedes fiarte de ser un experto en los soulslike para creerte invencible en Dolmen.
Los enemigos tienen unos movimientos que dignos de un hipnotizador experimentado. De esta forma no nos acostumbremos a ellos, además de contar con una buena variedad. Quizá podría haber más pero de momento y hasta que salga el juego definitivo tendremos que esperar.
Aún con todo esto, queda claro que estamos ante una beta cerrada y que aun queda tiempo hasta el lanzamiento de la versión final. No sientes del todo los golpes que asestas, y lo mismo ocurre cuando recibes golpes. El control del personaje es tosco y extraño. El escenario nos atropella al andar y, en ocasiones, casi parece que la más mínima cuesta es como una escarpada montaña que escalar. Si encima debemos pelear en un lugar así, el combate supondrá un auténtico reto.
Un mundo vistoso y extraño. ¿Calidad gráfica de Dolmen?
Dolmen nos presenta un planeta inexplorado lleno de plantas exóticas y criaturas alienígenas. El ambiente se nota cargado, casi es capaz de cortarte la respiración mientras juegas. Su diseño de niveles resulta laberíntico y confuso. No sabríamos decir si lo que han buscado es conseguir que el jugador se pierda para sumar más dificultad a la base de esta mezcla. Pero el resultado no acaba siendo muy agradable.
Al diseño le falta corazón. Puedes desarrollar un laberinto caótico pero cuando consigues completar una zona difícil siempre es de agradecer las vistas de lo que has recorrido hasta el momento. Para sentarte y pensar en toda la experiencia que te ha llevado hasta ahí. Un claro ejemplo es la llegada a Anor Londo en Dark Souls. Dolmen es una constante de caos e impaciencia.
Ocurre lo contrario con los enemigos y criaturas que encontremos. Sus diseños acompañan bien a la ambientación y, fuera de eso molan tantísimo como para no cansarte carnicería tras carnicería. Hay una buena variedad y cuentan con esa gran dificultad de obligarnos a aclimatarnos a ellos antes de enfrentarlos.
El futuro musical de un soulslike
La ambientación musical supera a la visual. Desde el primer momento, la banda sonora consigue que un planeta extraño suene como un planeta extraño. Los enemigos chillan y gruñen, advirtiéndonos de lo que nos espera y el eco de nuestras pisadas nos recuerda que ellos saben que estamos ahí.
Realmente asusta entrar en una nueva zona y empezar a oír los sonidos metálicos de una pesada maquinaria o el eco de una simple gota al golpear en el suelo de una caverna. Por lo que estáis leyendo ya podéis imaginar que todo el ambiente que escuchas nos introduce más en Dolmen que el propio apartado gráfico.
La música del juego es la clásica de misterio futurista. Melodías sintéticas que inspiran a la exploración y el descubrimiento de nuevas salas. Una voz robótica nos insta a continuar y a descubrir qué ha pasado con nuestra nave, nuestros compañeros y con la misión que tenemos. Aún así, la historia del juego será algo que reservaremos para cuando el juego final vea la luz del sol.
Unas anotaciones finales
Dolmen está en ese punto de la cuerda floja en el que puede alcanzar la gloria o precipitarse hacia el duro asfalto. Aún están a tiempo de pulir esos detalles que hacen que, a día de hoy, parezca una versión alternativa de Dark Souls.
Si os fijáis, hemos comparado muchísimo a Dolmen con la saga Souls. Actualmente, el juego bebe tanto de Dark Souls que solo parece añadir una careta futurista. No tiene elementos jugables propios. No parece que el estudio haya buscado nada más allá que utilizar unas mecánicas que ya saben que funcionan salvo un par de cambios en sus mecánicas de combate.
Les es imperativo encontrar ese algo novedoso y hacerlo suyo. Si Dolmen acaba siendo un simple Souls con un lavado de cara o es capaz de alcanzar su propia esencia, es algo que aun está por ver. Los desarrolladores necesitan algo más de tiempo, y por ahora, pueden seguir dando forma a su proyecto.