En estos lares hemos tratado en abundancia las complejidades de la serie literaria “Dune”, de Frank Herbert, cuya novela seminal es considerada como una de las obras cumbre de la ciencia ficción mundial. La publicación de “Dune” sacudió los cimientos del género y dio a conocer un universo que ha sido inspiración de otros artistas y refugio de lectores desde hace décadas. Si buscáis profundizar sobre la novela más esencial de Frank Herbert os recomiendo este artículo de mi autoría y otros enlazados desde él, que inciden en el resto de novelas que forman la serie literaria.
A finales de noviembre pasado Norma Editorial publicó “Dune. La novela gráfica (libro 1)”, primera parte de una trilogía que adapta a formato cómic la primera novela de la serie. Con guion de Brian Herbert y Kevin James Anderson, e ilustrado por Raúl Allén y Patricia Martín y cubiertas de Bill Sienkiewicz, esta preciosa edición en cartoné narra el primero de los arcos argumentales de la icónica obra de la ciencia ficción.
El emperador Padishah Shaddam IV ordena al duque rojo Leto Atreides, feudosidirar del planeta Caladan, que asuma el gobierno del planeta más preciado e inhóspito del universo, Arrakis, único lugar del que se obtiene la especia, una sustancia que alarga la vida y afila las capacidades cognitivas, pero que a la vez crea una dependencia letal. Los Harkonnen, enemigos históricos de los Atreides y anteriores gobernantes de Arrakis, ponen en marcha un complot, liderado por el barón Vladimir Harkonnen, para arrancar la explotación del planeta de las manos de Leto.
Conscientes de la trampa que se abre ante sus pies, los Atreides y sus lugartenientes tratarán de protegerse contra los tortuosos Harkonnen mientras se adaptan a las costumbres y extremas necesidades del planeta Dune, como es llamado por el pueblo más numeroso que lo habita, los Fremen, de notables habilidades y férrea tradición patriarcal.
Precisamente Leto, su concubina Bene Gesserit Dama Jessica, su hijo Paul Atreides y el maestro espadachín Duncan Idaho tratarán de ganarse el respeto y la lealtad de los Fremen, claves para el dominio de Dune y para el mantenimiento del feudo.
El cómic publicado por Norma simplifica el texto de la novela original, y al mismo tiempo mantiene el espíritu y parte de su mensaje. El cambio de formato le sienta bien, y resulta mucho más accesible que el material del que parte, lo que será de gran ayuda para los no iniciados que busquen algo menos denso, más cercano a la aventura. Aunque recomiendo encarecidamente la lectura de la novela de Frank Herbert, habrá quien ante el futuro estreno de la película de Denis Villeneuve busque una puerta menos árida que traspasar antes y tener una idea de lo que se va a encontrar.
Por supuesto, los acérrimos fans del universo ficcional de Herbert no podemos dejar de apropiarnos de esta novela gráfica y las que le seguirán, de la misma forma que coleccionamos cualquier cosa relacionada que vemos. “Dune. La novela gráfica (libro 1)” es en sí mismo un buen cómic, bellamente editado y que transmite la fuerza del material del que parte.
El guion tiene la garantía del hijo de Frank Herbert y Anderson, que juntos llevan bastantes años publicando libros que expanden el universo original de “Dune”, así que es evidente que saben sobre qué escriben. El aspecto gráfico creado por los vallisoletanos Raúl Allén y Patricia Martín logra ser coherente con las imágenes que evoca el mundo de Herbert y entronca perfectamente ─con obvias variaciones─ con la miniserie dirigida por John Harrison en el año 2000.
He procurado no dar demasiados detalles sobre la trama ─para eso tenéis el artículo que menciono al inicio─, consciente de que esta es una obra que, independientemente del formato, necesita de la sorpresa, de la seducción, para llegar al lector, que cuanto menos sepa inicialmente, más disfrutará.
Espero que este cómic y los que lo continúan abran la puerta a la novela original a los lectores. Sin duda un clásico indispensable que releo cada año, con millones de fans en todo el mundo, y fama más que merecida. Su capacidad de seducción y profundidad literaria está a la altura de muy pocas obras de ficción, con perlas indispensables sobre Historia, política, misticismo, sociología, religión, moralidad, etc, cuya carga se pierde en parte en esta adaptación al cómic, algo previsible por los límites del formato.
En fin, “Dune. La novela gráfica (libro 1)” es una golosina que ya no esperaba disfrutar, pero que por fin ha llegado. No os la perdáis.
