La historia de nuestro cocinero no muerto que nos atrapará entre fuegos y mecánicas divertidísimas. Dungeon Munchies… Bienvenidos al inframundo culinario.
El mundo de los videojuegos indie está repleto de propuestas de lo más diversas y variopintas. Un sector tan dado a la creatividad es un caldo de cultivo perfecto para desarrollar ideas que no tendrían cabida en otro sitio.
Hoy os traemos Dungeon Munchies un juego bastante sencillo y fácil en sus mecánicas. Su apartado grafico estilo pixel art es bastante bueno. Aunque todo son detalles muy pequeños, consiguen que sea muy detallado en cada escenario y cada arma, y eso que no son pocas. Podemos tener armas principales y secundarias con la que combinar y encadenar todo tipo de ataques. Con la combinación de: espadas, arcos, lanzas, hachas, escudos e incluso varas de poder con las que tendremos que ir midiendo nuestro nivel de maná para poder efectuar ataques al más puro estilo MMORPG.
Combate y come, como buen zombi
Por su puesto, muchas de sus armas tendrán efectos secundarios como envenenamiento, ralentización o congelación. Es curioso que las típicas habilidades de los metroidvanias como el dash, el doble salto o cualquiera típica de este tipo de juegos, podemos tenerla o no, dependiendo de si comemos un tipo de alimento que nosotros mismos tendremos que cocinar. Estas habilidades las podremos aprender y desaprender cuando queramos comiendo una comida u otra. Eso sí, conforme vayamos avanzando en la historia nos lo regalarán como objeto para tenerlo de forma permanente y poder dejar ese huequito de nuestro estomago para otro tipo de habilidades. Podremos comer un máximo de 7 platos simultáneos que nos otorgarán todo tipo de habilidades y prestaciones permanentes. También podremos deshacernos de alguna para comer otra que no guste más y se ajuste más a nuestra forma de jugar.
Tiene un progreso bastante regular y lineal que siempre invita a jugar un poco más. El propio juego te avisa: con cada nuevo monstruo que encuentres y destruyas, tendrás nuevos ingredientes para una cantidad de armas, y habilidades que podrás desbloquear en tu siguiente hoguera cocinando lo que hayas luteado de dichos monstruos.
Nos ha gustado mucho que no sea un roguelike, que en un principio es lo que pensábamos al ver su tráiler de lanzamiento. Pero Dungeon Munchies es un metroidvania que, aunque todos sabemos que es un género que poco a poco se está sobresaturando por la cantidad de intentos fallidos de crear uno original y diferente a los que marcaron el camino de este tipo de juegos, este lo consigue a su forma. Mezcla muy bien el concepto clásico de metroidvania con el farmeo y un estilo de avance en la historia mucho más lineal y de mazmorras. Han sabido muy bien donde están sus limitaciones y no han querido entrar en algo que no les iba a salir bien. A cambio, han podido profundizar mucho más en su entramado de personajes e historia.
La historia de Dungeon Munchies cuenta algo más de lo que parece
Si sabemos extrapolar al ver y leer historias, Dungeon Munchies nos parecerá muy interesante. Somos un zombi recién resucitado por la nigromante Hervinia, la jefa y dueña del “inframundo culinario” que busca un sustituto para ella y así poder encontrar los libros perdidos de recetas, pues su tiempo se termina al estar gastando toda su energía en mantener encerrado al espíritu del maná. Dicho espíritu busca la manera de conseguir que toda fruta, hortaliza y animal comestible que existe sea indestructible e incomestible por todo ser humano vivo. Esto puede parecer algo ridículo e infantil, pero si atendemos un poco a la historia vamos descubriendo que las propias criaturas tienen aceptado su destino y quieren madurar hasta que sean consumidos por el ser humano para participar en el ciclo de la vida.
Como ejemplo bizarro, los plátanos tienen una organización para concienciar al resto de frutas de vivir su vida en plenitud hasta que llegue la hora de su muerte. Otras frutas y hortalizas tienen sectores organizados en los que se denominan como superiores. Se encargan de dividir al resto en facciones de más importantes y valiosos a menos. Los menos valiosos, son relegados a trabajos forzosos como el cuidado de los más importantes o como peones en la batalla contra los No Muertos como nuestro protagonista.
También tenemos los clásicos bosses de cierre de zonas. No son jefes sin importancia. Todos son espíritus esclavizados que anteriormente eran los que se encargaban del ciclo natural de todo lo que comemos, como animales, bacterias, insectos etc. Conforme los vayamos derrotando, iremos consiguiendo los Libros Secretos de recetas y nos iremos convirtiendo en un auténtico chef del inframundo.
Algunas cositas mejorables
La BSO está llena de composiciones de bastante calidad. Pero lo cierto es que en ningún momento, a lo largo de la historia, llega a sentirse como una banda sonora que encaje bien con la acción y con la narrativa. Está de fondo, y se deja escuchar de maravilla, pero no termina de engarzar bien con el resto de elementos y emociones del título.
El movimiento del personaje es algo impreciso. Al ser un juego en movimiento lateral, a veces puede parecer algo caótico. Abra demasiados elementos en la pantalla a la vez que te causen daño y no sabrás muy bien por dónde empezar a atacar o esquivar. Entre plataformas móviles, enemigos voladores, saltarines y con ataques a distancia, más de una vez tendrás que retroceder huyendo de todo el caos que se ha armado de repente en una pantalla.
Con habilidad, te lo meriendas rápido
Desde Fantasymundo os recomendamos mucho este juego. Es una aventura que dura de 7 a 10 horas aproximadamente. En principio puede parecer corto, pero la estructura narrativa que utiliza consigue que no nos de esa impresión. Habrá varias veces que creerás que has llegado al final del juego por su estructura narrativa para darte cuenta al instante que aún te queda historia y mazmorras por recorrer para poder descubrir todos sus secretos. Es un juego muy entretenido que siempre tiene en cuenta al jugador con su línea de dificultad, tomándose su tiempo para que el jugador entienda bien todo lo que está pasando.
Estrenado originalmente en Steam en junio de 2019 a manos del pequeño estudio desarrollador maJaJa, llega ahora a Nintendo Switch distribuido por Chorus Worldwide, distribuidores de juegos indies tan exitosos como REturner 77 o RIsing Hell. Con este juego han sabido en qué puntos profundizar y en qué enfatizar para dejarnos con un buen sabor de boca con nuestro cocinero zombi favorito.
