El banquete celestial, de Donald Ray Pollock: western más cercano al realismo sucio«El banquete celestial» es la última novela publicada en español del autor de Ohio Donald Ray Pollock. Recordemos que Pollock es el autor de la antología de relatos “Knockemstiff, Ohio” (reeditada por Literatura Random House) y de la novela “El Diablo a todas horas”, publicada por la desaparecida Libros del Silencio. Sus dos primeras obras transcurren en su Ohio natal, siendo su principal foco esos personajes de la América más interior y que solemos conocer como white trash, o basura blanca.

Pollock nos cuenta en «El banquete celestial» una historia de western en la que retrata los paisajes y los personajes comenzando en la frontera de Georgia y Alabama, llegando hasta el Ohio del propio Pollock. Los hermanos Jewett han acompañado a su padre Pearl en la búsqueda inmaterial de lo que el anciano, después de una revelación religiosa, denomina «El banquete celestial». Pero tras la muerte de Pearl, los tres jóvenes Jewett, Cane, Cob y Chimney deciden que prefieren otros cometidos más terrenales que el de su padres. Entonces, inspirados por las aventuras de un atracador de bancos de novelitas de vaqueros, Billy Bucket, comienzan a vestirse como auténticos villanos que van de pueblo en pueblo intentando robar en el banco de la localidad en al que se encuentren.

Los hermanos Jewett no es que sean demasiado hábiles como criminales, pero van ganando un dinero fácil y obteniendo una reputación como ladrones, que los hará ser objeto de persecución por las autoridades. Y en ese momento comienzan una huida en la que pretenden cruzar la frontera y llegar hasta Canadá.

«El banquete celestial» es una novela más cercana al realismo sucio que al propio género del western y que se aproxima a las historias de western noir del maestro Jim Thompson, por la violencia y por el tratamiento de las situaciones y de los personajes, tanto principales, como secundarios. Y también me recordó a escenas y personajes de «Un tipo implacable» de Elmore Leonard. Probablemente Pollock conozca bien y haya manejado las referencias de estos y de otros autores, pero su enfoque va más allá de imitar a los maestros del género negro y del western.

Esa violencia desatada, esos personajes crueles, ese ambiente malsano, sucio, repleto de porquería y de, disculpad, mierda, junto a la sátira y al humor más negro son marca personal del de Ohio. Como también lo son la depravación moral que inunda las páginas de la historia. Pocos personajes se preguntan si lo que están haciendo está bien o acorde con un código de conducta. Los hermanos Jewett no reflexionan sobre sus acciones, más allá de la frase que da título al libro y que tanto obsesionó a su padre, Pearl. Nada de eso, toman lo que necesitan, para preocuparse más tarde por las consecuencias de sus actos. De hecho, tampoco es que planifiquen demasiado sus atracos, cosa que hace que varias veces terminen en un completo desastre. Y son unas personas que realmente no tienen un carácter malvado, simplemente se convierten en villanos por imitación de su héroe de ficción, porque es lo más sencillo y porque no conocen otra forma de ganarse la vida.

A todo esto se suma la ambientación en los Estados Unidos de 1917, en los que el país ha entrado en la I Guerra Mundial. Conflicto que se antoja como demasiado lejano para los habitantes de las diferentes localidades por las que van pasando los Jewett en su periplo criminal. Entre ellos vamos a encontrar a proxenetas que prostituirían a su madre con tal de ganar dinero, a putas en habitaciones de dudosas condiciones higiénicas, a desastacadores de letrinas… Un completo retrato costumbrista con escenas muy violentas y, lo más probable, que no aptas para los estómagos más sensibles por su crueldad y su dureza. Pero si has leído las obras anteriores de Pollock ya sabes a qué atenerte, no supone ninguna sorpresa, porque es una característica del autor.

Si quieres visitar unos Estados Unidos en plena transición al Siglo XX donde conviven los usos y costumbres de la era anterior junto a los inventos más modernos como el automóvil, esta es tu novela. Además la encontrarás interesante si te gustan las historias con personajes que se mueven en un vacío moral.

El banquete celestial, de Donald Ray Pollock: western más cercano al realismo sucio

«El banquete celestial» es una buena obra de literatura contempóranea, aunque la historia que nos cuente sea de 1917, que disfrutarán los lectores que ya conocían la trayectoria de Pollock, como los que gusten de un buen western oscuro y violento.

Una novela con un ritmo muy ágil, consecuencia de los capítulos cortísimos, muchos de ellos de apenas un par de páginas, cosa que da sensación de que la historia avanza. Aunque un punto en contra puede ser que te puedes perder entre la marea de secundarios, porque aparte de los hermanos Jewett, contamos con muchos personajes con un variante grado de protagonismo en la historia. Sin embargo, esto no me parece que sea una gran traba para la calificación final de la historia que, por supuesto, recomiendo con entusiasmo. Ya estáis corriendo a leerla si no lo habéis hecho todavía.

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