Un importante problema del true crime que es ‘El caso Cassez-Vallarta: una novela criminal’ (Netflix, 2022) es que, tras él, como autor implicado y productor ejecutivo, está el autor del libro en que se inspira todo: Jorge Volpi y su novela ‘Una novela criminal’ (Alfaguara, 2018). Al hacer así, una investigación de parte motiva la narrativa y, en parte, la estructura del documental. O, en otras palabras, desde el mismo inicio ya sabemos por dónde va a ir y qué dos puntos de vista va a intentar salientar: la injusticia procesal cometida contra Florence Cassez y, especialmente, la corrupción moral de la política mexicana de comienzos del s. XXI.
El problema principal de proceder así es que el caso que lo motiva, los secuestros de los que eran presuntos responsables Florence Cassez y la familia y colaboradores de Israel Vallarta, resulta completamente desdibujado. Lo que se sitúa realmente en el foco no es el secuestro sino la gestión procesal de sus presuntos responsables y, especialmente, de la ciudadana francesa que era entonces pareja de Israel Vallarta: Florence Cassez. A tal punto se llega que se ponen más en foco la lucha y las consecuencias diplomáticas entre los gobiernos francés y mexicano, por una parte, que las causas y consecuencias de los secuestros para sus víctimas y sus familias, por otra parte.
Quizás esto también se explique porque la producción del documental ‘El caso Cassez-Vallarta: una novela criminal’ es, esencialmente, de origen francés; y ya se sabe que cada ascua se arrima a su sardina
Así que, siendo sintéticos, podemos decir que este documental es, narrativamente, un lío orientado a un objetivo común: para la parte francesa, destacar la injusticia procesal cometida contra los derechos de Florence Cassez, y para la parte mexicana, destacar la catadura inmoral e interesada tanto del sistema político como de -en menor medida- del sistema procesal francés. Ambos objetivos resultan aquí cumplidos con creces.
¿La naturaleza del caso y sus causas? Importan poco… muy poco.
Y esto, además, en unos cinco episodios de entre cincuenta y sesenta minutos de duración que, claramente, están artificiosamente engordados con declaraciones ampulosas e innecesarias que poco o nada aportan a la naturaleza criminal del caso.
La conclusión es que ‘El caso Cassez-Vallarta: una novela criminal’ (Netflix, 2022) es un documental en tierra de nadie: ni político, ni sociológico, ni criminal. Narrativamente confuso, argumentalmente de parte, injusto en su tratamiento de muchos temas estructurales importantes (el mismo crimen, sin ir más lejos), e inflado por encima de lo necesario para contar lo que está claro que quiere contar. Por eso, pasado el tercer episodio, se convierte en algo recurrente, aburrido e intranscendente. Con la mitad del metraje y otro montaje, a lo mejor, pero tal como está editado y publicado, personalmente, no me interesa ni me atrae lo más mínimo. Si no lo han visto aún, ahórrenselo.