El caso Oussekine

La noche del 5 al 6 de diciembre de 1986, durante unas protestas estudiantiles en París (Francia) con las que no tenía nada que ver, el joven Malik Oussekine resultó muerto en el portal de un edificio. La causa de su muerte fue la de los repetidos golpes que dos agentes le propinaron, sin mediar causa o provocación previa, hasta dejarlo inconsciente (y se cree que muerto) en aquel mismo portal.

‘El caso Oussekine’ (Disney +) es la miniserie de cuatro episodios dedicada a narrar los hechos y posterior búsqueda de justicia por su familia sobre este caso. Un drama en cuatro episodios, narrativamente próximo a otros del estilo, que dedica cada uno de ellos a un punto de vista o factor de la narrativa: el contexto de los hechos (episodio 1), el impacto en la familia (episodio 2), la investigación de lo sucedido (episodio 3) y el juicio (episodio 4).

‘El caso Oussekine’ tiene una historia potente y unas interpretaciones que no desentonan, y que evita caer en el sentimentalismo o en el discurso político

Desde estos cuatro pilares se guía la narrativa, secundariamente, hacia otros temas: a la innecesaria violencia policial y sus raíces, al cinismo de la casta política intentando amortiguar problemas más que dar soluciones, al sufrimiento de una familia acosada por fascistas de todo pelaje en su único afán por saber la verdad y obtener justicia… En un intento por elaborar un retrato crítico sobre la sociedad francesa desde una familia de orígenes árabes, pero religiosamente católica, y natural incluso del mismo París.

Esta crítica está narrativamente bien construida porque cada capítulo tiene un enfoque claramente dirigido, orientado a lo esencial de forma eficaz.

Un ritmo desequilibrado

Con todo, se echa de menos un manejo de la narración más claro, una construcción de personajes más honda y, especialmente, un relato que explote mejor la emoción. Porque durante la miniserie veremos muchos momentos de alta emotividad que sentimos totalmente contenidos y controlados, fríos, casi gélidos. De forma que esto afecta a un ritmo desequilibrado, que avanza a saltos, y que a veces llega incluso a aburrir.

Tampoco nos convencen los toscos enfoques y movimientos de cámara que, buscando resaltar momentos y detalles, de su abuso a lo largo de las casi cuatro horas de miniserie, llega un punto en que pierden gran parte de su sentido… y de su eficacia.

Aún con todo, ‘El caso Oussekine’ es correcta, tiene una historia potente y unas interpretaciones que no desentonan, y que evita caer (aunque a veces se pase de rosca) en el sentimentalismo o en el discurso político. Unos méritos que siempre son de agradecer.

Nota: 6/10

Fco. Martínez Hidalgo
Filólogo, politólogo y proyecto de psicólogo. Crítico literario. Lector empedernido. Mourinhista de la vida.

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