Coge aire y prepárate para descubrir la auténtica realidad con El departamento de la verdad 1: El fin del mundo
Un mundo repleto de fake news
Vivimos en la era de las ‘fake news’, de los bulos, de las teorías de la conspiración y en el que el mantra de «yo sé la auténtica verdad» se ha convertido en el día a día en redes sociales. Cada vez hay más partidos políticos, activistas de todo tipo y medios de comunicación que mienten constantemente a sus votantes, seguidores o lectores para ganar popularidad, dinero o poder.
Si dedicamos algo menos de un minuto a pensar en las mentiras que se han ido asentando en las mentes de millones de personas en los últimos años, rápidamente nos vienen a la cabeza conceptos como la idea de que la Tierra es plana, que Bill Gates pretende controlarnos mentalmente mediante el 5G, que el Gobierno (no sabemos muy bien cuál) lleva años fumigando el aire de las ciudades con algún tipo de químico para enfermarnos o que el COVID es un invento de los medios de comunicación.
Esto es solo una pequeña muestra de las múltiples teorías de la conspiración que se nos vienen a la cabeza rápidamente pero, si dedicamos solo unos minutos a navegar por internet, veremos que, en pleno 2022, existen negacionistas del SIDA, de las matanzas en institutos de EE.UU provocadas por alumnos armados y de otras muchas cosas que no vamos a destacar en este texto.
¿De dónde surgen las teorías de la conspiración?
Culpar a un sólo elemento o entidad de la cantidad de desinformación que campa a sus anchas entre la población mundial sería, cuánto menos, terriblemente simplista y erróneo. Podríamos resumir el problema en que, actualmente, muchas fuerzas – ya sean políticas, económicas, militares… – tienen la capacidad de influir directamente en la opinión y las ideas de millones de personas plantando bulos bien pensados previamente. Muchas veces, el objetivo es generar conflictos entre ciudadanos para potenciar el afilamiento a partidos extremistas, deteriorar la estabilidad económica de un país para que otro pueda ganar influencia sobre el primero, y mil y un motivos más.
Pero, ¿por qué los ciudadanos creen en estas ‘fake news’? Para empezar, porque es sencillo. Es mucho más sencillo creer que una superpotencia como China ha lanzado un virus sobre el planeta para ganar dinero y poder que asumir que vivimos en una sociedad que puede desmoronarse por completo en un abrir y cerrar de ojos. También es mucho más sencillo pensar que la Tierra es plana y tú, que has descubierto la verdad, eres mucho más listo que todas esas personas que siempre se han creído muy inteligentes.
Cuando las mentiras se hacen realidad
El Departamento de la Verdad, de James Tynion IV y Martin Simmonds y publicado por Norma Editorial, habla de eso y mucho más. Habla de la actuación antidemocrática de muchos Gobiernos, habla de los miedos de la gente, de conspiraciones mundiales y de otros muchos temas que han sabido tratar de una manera muy interesante.
En la práctica, El Departamento de la Verdad 1: El Fin del Mundo, nos cuenta como Cole Turner, es reclutado para formar parte del Departamento de la Verdad, una entidad secreta dedicada a evitar que las mentiras se hagan realidad.
En este mundo, si un gran número de personas creen que algo falso es real, esto pasará a serlo y, de hecho, provocarán que haya sido real «desde siempre». Pongamos un ejemplo práctico para entenderlo: en las primeras páginas del cómic vemos como el movimiento terraplanista está logrando hacer que su verdad sea la auténtica verdad, es decir, han logrado que la Tierra sea plana pero, si la Tierra siempre ha sido plana, eso significa que todos los gobiernos y medios de comunicación del mundo han tenido que estar implicados en esa conspiración y, por lo tanto, así ha ocurrido. El trabajo de los agentes del Departamento de la Verdad es evitar que esas ideas se hagan realidad a cualquier precio, incluyendo asesinar a las personas que opinen de forma diferente al resto.
¿Es correcto matar a alguien por pensar de forma diferente aunque sus ideas puedan transformar el mundo en algo totalmente diferente? ¿Es ético erradicar un bulo que, de hacerse realidad, haría del mundo un lugar mejor? Estas son solo algunas de las ideas que El Departamento de la Verdad 1: El Fin del Mundo plantará en nuestras mentes a lo largo de sus 152 páginas.
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Esta trama tan interesante se nos va narrando a lo largo de diferentes casos autoconclusivos en los que Cole Turner tendrá que evitar que las mentiras se hagan realidad. Todos estos casos mezclan con acierto elementos de ciencia ficción, de novela negra y de acción para dar como resultado un cóctel tremendamente adictivo.
El ritmo al que se nos presentan los diferentes elementos que servirán como base para esta historia está muy bien medido y cada pocas páginas tendremos un nuevo elemento en juego o un giro de guion que no vimos venir. Las fuerzas opuestas, los personajes secundarios y las tramas personales de los protagonistas se van entrelazando para hacer de El Departamento de la Verdad 1: El Fin del Mundo una historia tremendamente recomendable.
Dibujo clasificado
Martin Simmonds ha optado por un estilo impresionista muy marcado en el que destacan, sobre todo, los elementos oscuros y muy poco definidos que buscan confundir lo real con lo irreal. Durante toda la lectura estaremos acompañados de una sensación de inquietud y nerviosismo provocada por los dibujos que acompañan a la obra. Además, todo el cómic está repleto de escenas que recuerdan a los clásicos documentos clasificados de las películas de espías, algo que encaja a la perfección en una historia como la que cuenta El Departamento de la Verdad.
Conclusiones de El Departamento de la Verdad 1: El Fin del Mundo
La obra de James Tynion IV y Martin Simmonds nos ha sorprendido muchísimo para bien. Al empezar a leer esperábamos una obra interesante a la par que ligera pero, una vez que nos adentramos en las páginas del cómic, nos encontramos ante una historia profunda, densa y muy bien hilada que gustará a todos los fans de la ciencia ficción.
Sin duda alguna, nos encontramos ante una de las series que tendremos que seguir muy de cerca en los próximos meses.
