El guionista, ese personaje que tiende a quedar eclipsado injustamente. ¿Por qué injustamente? Por una razón muy simple: normalmente el guionista es el padre de la historia que el dibujante lleva al papel, el cerebro detrás del que se articula la trama de la historieta que has comprado. ¿O acaso, si eres un lector veterano, no recuerdas el cambio en las historietas de Astérix o Lucky Luke tras la muerte de René Goscinny? ¿O la magia de esos cómics de la época dorada de Marvel guionizados por Chris Claremont? Todo ello es parte de la labor de las historias creadas por el guionista… Los dibujantes podrán cambiarse, pero el auténtico espíritu del cómic, la historia del personaje, su alma, está en la mente del guionista.
Cierto es que en algunos ejemplos, ambas figuras –la del dibujante y la del guionista- se funden en la misma persona, o que en muchos ejemplos se tratan de parejas consolidadas a lo largo de muchísimos años en las que, sin duda, han conseguido un grado de empatía y conocimiento mutuos que facilita mucho el trabajo (Trillo-Giménez, Díaz Canales-Guarnido, Azarello-Risso, Lee-Kirby…). Pero, pese a ello, este artículo está dirigido a comprender la labor de esta figura que, pese a lo que muchos puedan pensar, no trazan la historia tomándose una cervecita con el dibujante, sino que implica mucho esfuerzo y conocimiento del personaje.
¿Tanto cabe esperar de un guionista? Pues sí: el guionista de cómics ha de ser una mezcla de novelista, guionista de cine, script, director, cámara y proyectista de story-boards. En sus manos está hilar la historia dejando muy claro el curso de la acción y dándole al dibujante las suficientes instrucciones como para que pueda hacerse una idea clara tanto del plano como de la situación y expresión de los personajes. Es el dibujante el que no puede sacar adelante la historieta sin el guionista, y no al revés. No desdeñemos su labor.
¿Y cómo trabaja un guionista? Ante todo, de manera muy metódica, porque manipula ante todo dos planos paralelos dentro de la misma historia: un texto oculto y otro al que llamaremos “aparente” o expreso. ¿De qué se trata? El texto oculto es aquel que ha de traducirse a imagen antes de ofrecerse a los ojos del lector, la descripción de la viñeta y el tipo de plano que ha de dibujarse. Se suele escribir entre paréntesis o escribirse en un color diferente –o, incluso, en otro tipo de fuente- al texto “aparente”. Este último es el que llega al lector tal y como ha salido de la mente del guionista. Vamos a desglosar en texto oculto y expreso un ejemplo de viñeta. Tomemos este ejemplo:
TEXTO OCULTO: Un civil con una cámara fotográfica en la mano se dirige a un joven y sorprendido militar en equipo de campaña para pedir permiso y sacar una fotografía.
TEXTO EXPRESO O APARENTE:
Cartela: Nos detenemos en un checkpoint dentro de la ciudad. Me gustaría sacar una foto, pero no sé si tengo derecho, y además un soldado se acerca al ver la cámara.
Texto auxiliar señalando con una flecha al soldado: 18 años
Civil: Can I take a picture? Por favor (N.de la T.: En español en el original)
Este ejemplo es clarificador al respecto, pero… ¿Es la única manera de planificar la historieta? No. En absoluto. Para planificar un guión apropiadamente hace falta un sistemático y ordenado método para poder redactarlo: lo primero que debe hacer el guionista es lo que llamaremos “ficha del guión”.
En esta ficha escribiremos los datos generales del trabajo:
-Título del guión
-Páginas (de conocer el objetivo de maquetación final) y número total de planos
-Número de entregas y número de planos y/o páginas (de conocerse) por entrega (en caso de tratarse de un trabajo por entregas)
-Número de orden de la entrega y su título (de tratarse de un trabajo en entregas)
-Nombre y apellidos del autor.
-Nombre y apellidos del realizador.
-Entidad editorial.
Hagamos dos fichas: una de la obra a la que corresponde la viñeta del ejemplo, y otra de una obra por entregas. Veamos:
–“Crónicas de Jerusalén”.
-336 páginas. 860 planos.
-Guy Delisle.
-Astiberri Ediciones.
Y vamos ahora a por el ejemplo de obra por entregas:
–“Injustice: gods among us”.
-30 páginas. 135 planos.
-61 capítulos de entre 130 y 150 planos.
-Capítulo 1º: “Parte uno (esta historia tiene lugar antes del inicio del juego)”.
-Tom Taylor.
– Jheremy Raapack-Mike S. Miller-Axel Gimenez
-ECC Ediciones
Tras esta ficha, se escribirá la cabecera, destacada de alguna manera (normalmente usando un color distinto de fuente). Irá escrita sin más y, normalmente, en el centro de la hoja. Tomando de nuevo el ejemplo:
“Crónicas de Jerusalén”. Guy Delisle.
A continuación se escribiría la entradilla, entendiendo como tal un pequeño texto que ambienta el arranque de un relato o establece un resumen de éste. Hay que marcarlo como tal (poniéndolo entre paréntesis, por ejemplo) para que quede claro que no debe rotularse. Sigamos con el ejemplo:
(Entradilla): Guy Delisle, residente desde un año en Jerusalén debido al trabajo de su mujer. Decide dar fe de los hechos cotidianos de la Ciudad Santa dándonos su personal visión de uno de los conflictos más enquistados de la actualidad.
Tras esta cabecera, pasamos a la descripción de las viñetas, una por una. Primero se describe su texto oculto, con todas las circunstancias que lo caracterizan: número de orden, encuadre y descripción de la escena. Una vez descrito, pasamos al texto aparente o expreso. Consideremos la viñeta que hemos puesto como ejemplo como la primera viñeta de la obra:
1.- (Plano medio). El protagonista se dirige, en contracampo, a un joven y sorprendido militar en equipo de campaña para pedir permiso y sacar una fotografía. Es de día y ambos se encuentran en medio de una calle.
(Cartela): Nos detenemos en un checkpoint dentro de la ciudad. Me gustaría sacar una foto, pero no sé si tengo derecho, y además un soldado se acerca al ver la cámara.
(Texto auxiliar señalando con una flecha al soldado): 18 años
(Civil): Can I take a picture? Por favor (N.de la T.: En español en el original)
Y se repite el proceso tantas veces como sea necesario. Puede desglosarse por páginas llegado el caso:
PÁGINA UNO.
(Entradilla): Guy Delisle, residente desde un año en Jerusalén debido al trabajo de su mujer. Decide dar fe de los hechos cotidianos de la Ciudad Santa dándonos su personal visión de uno de los conflictos más enquistados de la actualidad.
Tras esta cabecera, pasamos a la descripción de las viñetas, una por una. Primero se describe su texto oculto, con todas las circunstancias que lo caracterizan: número de orden, encuadre y descripción de la escena. Una vez descrito, pasamos al texto aparente o expreso. Consideremos la viñeta que hemos puesto como ejemplo como la primera viñeta de la obra:
1.- (Plano medio). El protagonista se dirige, en contracampo, a un joven y sorprendido militar en equipo de campaña para pedir permiso y sacar una fotografía. Es de día y ambos se encuentran en medio de una calle.
(Cartela): Nos detenemos en un checkpoint dentro de la ciudad. Me gustaría sacar una foto, pero no sé si tengo derecho, y además un soldado se acerca al ver la cámara.
(Texto auxiliar señalando con una flecha al soldado): 18 años
(Civil): Can I take a picture? Por favor (N.de la T.: En español en el original)
2.- …
Y así sucesivamente.
En ocasiones, si se da un cambio brusco en tiempo o lugar, es conveniente incluir tras la descripción de la viñeta lo que se denomina “cuña”. La cuña es un intercalado que no aparece en el cómic final, pero que es indispensable para ubicar correctamente al dibujante en la acción sin desconcertarlo ni que pierda el hilo de la historia, siguiendo con el ejemplo que hemos tomado:
1.- (Plano medio). El protagonista se dirige, en contracampo, a un joven y sorprendido militar en equipo de campaña para pedir permiso y sacar una fotografía. Es de día y ambos se encuentran en medio de una calle.
(Cartela): Nos detenemos en un checkpoint dentro de la ciudad. Me gustaría sacar una foto, pero no sé si tengo derecho, y además un soldado se acerca al ver la cámara.
(Texto auxiliar señalando con una flecha al soldado): 18 años
(Civil): Can I take a picture? Por favor (N.de la T.: En español en el original)
(CUÑA): Mientras tanto, en la tienda-quirófano de Médicos sin Fronteras del campo de refugiados…
2.- …
Como podéis observar, el oficio de guionista de cómics no consiste únicamente en crear un texto y dárselo al dibujante para que lo haga, sino que implica una exhaustiva planificación previa que deje claro lo que se busca en su adaptación al cómic. Obviamente, estas “normas” que aparecen en este pequeño artículo que no hace ni de lejos justicia al oficio real, no son rígidas, y cada guionista aplicará las que mejor le vengan pero, a grandes rasgos, estos son los pasos que más o menos se han de seguir en un orden u otro.
Así que, aficionados al noveno arte, tened siempre presente la labor de estas personas. Vaya por ellas este artículo que espero reivindique su papel en la industria del cómic.