Cuando una estrella libera tanta energía en cuestión de días como lo hace nuestro Sol en varios miles de millones de años, sabes que no permanecerá visible por mucho tiempo. Al igual que los paparazzi intergalácticos, el telescopio espacial Hubble de la NASA capturó una supernova, la autodetonación de una estrella.
Las instantáneas del Hubble se han ensamblado en una película reveladora de la titánica explosión estelar que desaparece en el olvido en la galaxia espiral NGC 2525, ubicada a 70 millones de años luz de distancia.
Hubble comenzó a observar SN 2018gv en febrero de 2018, después de que la supernova fuera detectada por primera vez por el astrónomo aficionado Koichi Itagaki unas semanas antes, a mediados de enero. Los astrónomos del Hubble estaban usando la supernova como parte de un programa para medir con precisión la tasa de expansión del universo, un valor clave para comprender los fundamentos físicos del cosmos. La supernova sirve como un fabricante de eventos para medir las distancias entre las galaxias, un valor fundamental necesario para medir la expansión del espacio.
En esta secuencia de lapso de tiempo que podemos ver en el vídeo, que abarca casi un año, la supernova aparece por primera vez como una estrella resplandeciente ubicada en el borde exterior de la galaxia. Inicialmente eclipsa a las estrellas más brillantes de la galaxia antes de desaparecer de la vista.
«Ningún espectáculo de fuegos artificiales terrestres puede competir con esta supernova, capturada en su gloria que se desvanece por el Telescopio Espacial Hubble«, comenta el premio Nobel de Física Adam Riess, del Instituto de Ciencia del Telescopio Espacial (STScI) y la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Maryland, líder del equipo de búsqueda de supernovas High-z y del equipo de supernovas H0 para la ecuación de estado (SH0ES) para medir la tasa de expansión del universo.
El Hubble ha ayudado a mejorar drásticamente la precisión de la tasa de expansión del universo gracias a las supernovas
El tipo de supernova que se ve en esta secuencia se originó a partir de una estrella quemada, una enana blanca ubicada en un sistema binario cercano, que está acumulando material de su estrella compañera. Cuando la enana blanca alcanza una masa crítica, su núcleo se calienta lo suficiente como para encender la fusión nuclear, convirtiéndola en una bomba atómica gigante. Este proceso de fuga termonuclear desgarra a la estrella enana. La opulencia dura poco a medida que la bola de fuego se desvanece.
Debido a que las supernovas de este tipo alcanzan su punto máximo con el mismo brillo, se las conoce como «velas estándar», que actúan como cintas métricas cósmicas. Conociendo el brillo real de la supernova y observando su brillo en el cielo, los astrónomos pueden calcular las distancias de sus galaxias anfitrionas. Esto permite a los astrónomos medir la tasa de expansión del universo. Durante los últimos 30 años, el Hubble ha ayudado a mejorar drásticamente la precisión de la tasa de expansión del universo.
Fuente: Space Telescope.