En este tiempo que nos ha tocado vivir, donde lo efímero va ganando terreno a lo pausado y ya casi nadie se para a mirar algo que le lleve más de un minuto, ya sea por falta de tiempo o de interés, es de agradecer que las editoriales exploren nuevos formatos no ya para los no interesados en pararse a disfrutar de un buen libro, sino para los que por trabajo, estrés, cansancio vital o cualquier otra razón moderna, tienen apenas unas horas para poder degustar algo de buena literatura. Es el caso de la editorial gaditana Cazador de Ratas, que nos envía “El jardín de Marta”, escrito por Toni Cifuentes, un libro en formato mini pero con una historia muy maxi.

La literatura es una de las bases fundamentales de la imaginación y, aunque en este libro está presente a raudales, no es muy difícil imaginarse un escenario como el que nos propone Toni Cifuentes, pero allá vamos. Imagínense un mundo donde no existen los árboles ni las plantas, un mundo gris donde una corporación enorme en la que trabajan Señor Uno, Señor Dos y Señor Tres, por ejemplo, lo contamina todo, lo vende todo, incluso el aire, y no cabe lugar para nada más que el capitalismo postapocalíptico más feroz. Pero he aquí que un día, en la oficina de la corporación se oye cómo llaman a una puerta escondida y aparece una anciana, propietaria de un inmenso jardín que parece venir de la nada y que está dispuesta a cambiar la vida de los tres directivos para siempre.

Opinión

“El jardín de Marta” es una historia corta, de apenas 194 páginas en formato bolsilibro, sin embargo esconde una grandísima historia de ecología, una distopía que tiene que poner a pensar sí o sí al lector cuando accede a ella. No sólo porque está narrada desde un cariño fundamental a lo que dice, haciéndola accesible y hermosa, sino porque dadas las circunstancias actuales del mundo, el cambio climático, la contaminación plástica, los cielos sucios y la inacción de los gobiernos, corporaciones y muchos ciudadanos sin conciencia, si obviamos la parte fantástica, es un mundo al que nos podríamos estar enfrentando de aquí a no muchos años.

Toni Cifuentes crea una historia acogedora con un punto de bondad en todos los personajes y de la que sí o sí hay que salir deseando tener un jardín frondoso, con un árbol enorme que dé mucha sombra y olvidarse de cualquier cosa que nos atormente mientras disfrutamos de él con un libro en las manos. Es un cuento para mayores que nos tiene que hacer reflexionar acerca de lo que estamos haciendo con nuestras vidas y nuestro mundo.

El autor

Toni Cifuentes es un barcelonés afincado en Antequera que forma parte del consejo redactor de TALES, trabaja como corrector y editor y ha publicado, entre otros, “Autotomía” (Editorial Hidroavión, 2016) y “Relatos para María” (ExLibric, 2015).

Natalia Calvo Torel
Escribo, transcribo y traduzco cuando no estoy aspirando pelos de mis gatos, aunque de verdad soy arqueóloga medievalista. Trabajo en la organización de la Semana Negra de Gijón y os cuento mis historias en Fantasymundo desde 2005. A veces logro que la pila de libros pendientes baje un poco, aunque necesitaré una casa nueva en breve. ¡Aúpa ahí!

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