Portada de "El juego de los deseos" de Meg Shaffer. | Fuente: Umbriel.
Portada de «El juego de los deseos» de Meg Shaffer. | Fuente: Umbriel.

Con una lectura entrañable, sincera en su crudeza y en su inocencia, Meg Shaffer se presenta en el panorama literario con El juego de los deseos. La novela de aventura e intriga supone una estrella que llega a tus manos después del enorme esfuerzo de construir una escalera hacia la luna. La publicación de Umbriel tiene el avance disponible online.

Lucy Hart ha vivido por y para los libros. Tras una infancia sin cariño ni protección por parte de sus padres, Lucy tuvo que buscarse la vida para encontrar su propio lugar seguro. Un espacio donde podía vivir aventuras, disfrutar de compañías inauditas y sentirse arropada: los libros de La Isla del Reloj. Cuando Jack Masterson, un exitoso autor que llevaba desaparecido años sin que nadie supiera nada de él, anuncia que ha escrito un nuevo libro la vida de Lucy da un vuelco. Y es nuevo libro a secas, porque solo hay un tomo.

Si quiere hacerse con el misterioso libro, Lucy tendrá que competir en la Isla del Reloj y desafiar a los otros coleccionistas de libros para hacerse con la victoria.

El juego de los deseos es una carta de amor a los corazones rotos que logran sanar, a las esperanzas sustentadas en el trabajo duro, a la familia que se encuentra y se elige. Meg Shaffer trae consigo uno de los mejores libros del año gracias a su narrativa llena de sueños, de esfuerzo, del amor que busca el camino para germinar cual semilla de diente de león. Un libro que descubre los colores y la ilusión con la que los niños contemplan el mundo, como un marco de gafas de purpurina, estrellas de mar, tiburones, nubes con formas graciosas y pájaros parlantes. No obstante, a su vez, otorgan unos cristales que permiten ver y comprender el dolor y motivación de los adultos con pasmosa claridad.

Es un título en el que incluso los personajes que caen mal, caen bien por ser tan humanos, tan cercanos a lo que el corazón puede sentir y temer y no admitir. O casi, hay excepciones. Es una historia valiente que pelea contra el miedo a través de pasos temblorosos, pero constantes. Como un niño que se atreve a subirse al ascensor que tanto le aterra por primera vez o un adulto que confiesa las pesadillas que le acechan desde que abre los ojos por la mañana hasta que se acuesta por la noche.

Shaffer divide el libro en varias partes, cada una de ellas iniciada por un fragmento del primer libro de La Isla del Reloj, la historia de Astrid y su hermano Max. Esto trae consigo paralelismos, no solo con la trama, si no también en la reinterpretación de un libro infantil leído desde la experiencia, perspectiva y comprensión adulta.

Al igual que la colección de libros de Jack Masterson, el juego está lleno de acertijos que repetidamente afirman que hasta un niño podría resolver, pero yo siempre he sido de las torpes para eltema de las adivinanzas así que si resolví alguno fue casi de casualidad. Un recordatorio de que no hay que infravalorar la inteligencia y pericia de los niños.

El juego de los deseos es un título bellamente escrito que, pese a resguardar muchos secretos entre sombras, siempre es sincero. Su lectura funciona como un reloj de sol, revelando lo que se oculta con la mera naturalidad de la paciencia y el paso del tiempo.

P.D.: Me quedé con ganas de leer de verdad los libros de La Isla del Reloj.

Carolina de León
Periodista, camarógrafa y escritora. Con muchas historias que ver, relatos que escribir y memorias que vivir.

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