Todos los seres humanos tenemos bajos, lo que ya no está tan claro es el nivel de conocimiento sobre ellos que cada uno de nosotros alberga. La educación sexual que recibimos a lo largo de nuestra vida está condicionada por el lugar en el que vivimos, el carácter y la educación de nuestros padres, amistades u otras influencias externas. Hoy día hay mucha educación disponible gracias a Internet, pero también desinformación, mitos y medias verdades sobre el tema. En muchas ocasiones, esta educación sexual llega tarde y mal, y sobre ciertos asuntos, aún hay mucho tabú en nuestras sociedades.
Especialmente los jóvenes echan en falta una educación sexual libre de prejuicios y vergüenza, basada en evidencias científicas y no en mitos o costumbres. A principios del año 2015, Nina Brochmann y Ellen Støkken Dahl, dos jóvenes estudiantes del último curso de Medicina en la Universidad de Oslo (Noruega), profesoras y trabajadoras sociales de salud sexual con jóvenes y minorías, iniciaron el blog Underlivet (“los bajos”), con el fin de transmitir textos sobre la salud sexual, el cuerpo femenino y el sexo a jóvenes noruegos. Dos años más tarde, este blog ha alcanzado una transcendencia que sus autoras no esperaban, y muchas mujeres de todas las edades acuden a él para informarse y preguntar sobre sus bajos. Si lo que les ocurre es “normal”, cómo pueden mejorar su salud sexual y ganar en confianza con respecto a sus partes íntimas.
Este blog se convirtió en un éxito rotundo gracias a la visión desprejuiciada de sus autoras, a una información veraz y a un discurso sin juicios morales, divertido y a la vez divulgativo, virtudes que sin duda comparte con el ensayo “El libro de la vagina”, publicado por Grijalbo este año, y que nace precisamente de la necesidad que Nina y Ellen sintieron de ampliar su público. El resultado es un libro de cabecera sobre los bajos que cualquier persona haría bien en tener, ya sea para disponer de información básica sobre su salud sexual, o para conocer la ajena de forma independiente, veraz, sin cotilleos, malentendidos y temores.
Las autoras consiguen que la medicina sea comprensible y divertida, y gracias a su juventud y a su labor como trabajadoras sociales, saben cómo dirigirse a otras mujeres en su misma situación, pero que no disponen de toda la información que, gracias a sus estudios, ellas mismas poseen. Para redondear la calidad de los datos médicos contenidos en el libro, las autoras han contado con la colaboración del médico Marius Johansen y de otros profesionales de la Medicina que han contribuido con sugerencias, conversaciones y revisiones. Durante la escritura del libro se dio una circunstancia feliz relacionada también con él: Nina se quedó embarazada y dio a luz, así que incluso en ese tema podréis hallar información de primera mano.
Los variados temas están acompañados por divertidas ilustraciones de Hanne Sigbjørnsen, artista y enfermera noruega que complementa conceptos y situaciones con una facilidad sorprendente.
Nina y Ellen nos inician en un viaje completo en relación a los bajos femeninos. Desde su morfología interna y externa, el flujo vaginal, la regla y sus transtornos, las hormonas, la concepción, la virginidad, el sexo, el espinoso tema del género, problemas con la libido, la depilación, el orgasmo, los anticonceptivos, el aborto, las enfermedades de transmisión sexual, la endometriosis, los quistes, miomas, los dolores, picores y olores, molestias varias, el cáncer y otros temas relacionados con los bajos femeninos. Por supuesto, el tema psicológico es importante, y ambas autoras convierten la cuestión de cómo sentirse bien con una misma en esencial.
Nina y Ellen hablan sin tapujos y procuran desmontar todos los mitos asociados a la vagina, y lo hacen desde una perspectiva humilde y curiosa, sin pontificar y buscando algo que en mi opinión debería ser común: que este tema deje de ser tabú y dispongamos de todo el conocimiento que deseemos, que en el fondo redundará en una mejora general de la salud y una comprensión más clara de qué son la vagina y el cuerpo femenino y cómo mantenerlos libres de problemas y disfrutarlos.
Como hombre, he de añadir que “El libro de la vagina” me ha resultado de especial utilidad, ya que si bien este tema siempre está rodeado de cierto grado de pudor, ellas al menos tienen a mano sus propios bajos (redoble de tambores y un capón para mí por el chiste, por favor), una fuente de conocimiento directa, mientras que los hombres sólo tenemos una visión parcial y ocasional de este tema. Libros como este ayudan a que la visión de los hombres sea más completa, y no hagamos el idiota en situaciones peliagudas, soltando la primera tontería que nos han hecho creer. Este libro nos da una perspectiva de la que todos los hombres deberíamos disponer. En serio.
“El libro de la vagina” debería estar en todas las bibliotecas públicas y privadas, y me gustaría dar las gracias a las autoras por él. Buen trabajo.
Compra aquí «El libro de la vagina«.
