INTRODUCCIÓN
En 1977 los asistentes a la convención de ciencia ficción de Metz se vieron sorprendidos por una conferencia pronunciada por un famoso escritor norteamericano. Philip K. Dick era el invitado especial de ese año que fue invitado a pronunciar una conferencia que tituló “Si encuentran ustedes este mundo malo deberían ver algunos de los otros”. Lo que parecía un interesante título referido a la temática que Dick venía experimentando en sus novelas. Pero enseguida los asistentes observaron que el autor parecía creer fervientemente que lo que para los lectores era ficción para él era muy real. Quizá el ejemplo más paradigmático de mundo paralelo, en la literatura dickiana, sea “Fluyan mis lágrimas dijo el policía”, en el que el personaje central de la historia se desplaza a un universo muy parecido al nuestro pero con unas características diferenciadoras que lo hacen estremecedor según nuestros parámetros; los USA de ese universo son un estado policial y dictatorial.
“A través del espejo” y “Lo que Alicia encontró allí”, escritos por el clérigo Lewis Carroll, son los dos primeros relatos que contemplan un mundo paralelo en la historia de la literatura, al menos que yo conozca. Porque un mundo paralelo no es un mundo extraño y diferente, que de esos hay grandes relatos anteriores, o al menos no lo es todo. Ese mundo, o universos, ha de coexistir con el nuestro y se debe poder pasar de un lugar a otro e intercambiar a personas entre ambos. En el caso de Alicia ella es la única que viaja, pero puede regresar, afortunadamente para ella, a su mundo de origen. Claro está que ese mundo que encuentra no es similar al nuestro sino mucho más onírico y poblado de criaturas antropomorfas extrañas.
Pero es en el género de ciencia ficción a partir de mediados del siglo XX donde se generaliza y utiliza el concepto de mundos paralelos.
La física actual teoriza con la posibilidad de que existan multitud de dimensiones en el espacio tiempo, universos diferentes al nuestro y, seguramente, con diferentes estructuras físicas. Pero, claro para las historias de fantasía sobre estos mundos, es mucho más sencillo diseñar unos mundos paralelos que sean en esencia igual al nuestro, pero con diferencias notables. Sobre todo, una característica fundamental consiste en tener personajes idénticos físicamente, pero con comportamientos diferentes y que les permita interactuar entre ellos. Es enfrentar nuestro yo con otro separado moral y normativamente de lo que consideramos como real. Aunque dada esa pluralidad de mundos, ¿quién nos dice cuál es el mundo original y cuál es la copia?
LOS MUNDOS PARALELOS EN LA FICCIÓN TELEVISIVA
No pretendo hacer un exhaustivo análisis de todo lo que la ficción seriada ha ofrecido al espectador, pero sí ofrecer una visión de conjunto de estas diferentes interpretaciones que se han prodigado.
A modo de resumen comenzaré con la famosa “Star Trek” (1966) que diseñó un universo paralelo en el episodio de la serie original titulado “Espejo Espejito”. En este episodio un fallo del trasportador durante una enorme tormenta magnética trasladaba a Kirk, Scotty, Uhura y Bones a una Enterprise de un universo en el cual el Imperio Terrano dominaba el cuadrante Alfa. Un imperio tiránico, puramente nazi, que volvería a reaparecer en las diversas series posteriores. En la última encarnación Discovery ese universo espejo tiene mucho que ver con la historia.
Siguiendo la secuencia temporal “Sliders” ( 1995) es la serie que contempla de manera reiterativa esta ficción. Los sliders se deslizan de un mundo a otro del multiverso para encontrarse, generalmente, con versiones alternativas de ellos y de sus amigos mientras intentan regresar a su mundo original.
“Fringe” (2008) fue una serie que comenzó casi como un remedo de “Expediente X” pero que a partir del final de la primera temporada se centró en dos arcos argumentales, el primero de los cuales era un mundo paralelo en el que existían sosias de todos los protagonistas principales. Eran esos gemelos los que hacían muy interesante la serie y sobre todo los diferentes registros de los actores en sus dos versiones.
Aprovechando esta característica del Universo DC, la nueva serie “The Flash” usa el concepto del multiverso para traer y llevar a Flash a otros universos donde conviven duplicados de sus compañeros o la propia Supergirl, y Superman. En el primer episodio de la tercera temporada, el titulado «Flashpoint», Barry Allen, Flash, cambia el universo modificándolo al visitar el pasado. Este nuevo universo trae, por ejemplo, a otro Wells desde una Tierra paralela para ayudar al equipo. El concepto de multiverso está siempre presente en la serie con muy buenos resultados.
COUNTERPART Y LAS DOS TIERRAS
La última serie que comentaré es precisamente la que ha dado pie a escribir este artículo. Cuando lo escribo sólo se han emitido tres episodios en la plataforma de streaming HBO, pero ya se puede uno hacer una idea de lo que vemos y vamos a ver en un futuro.
La serie es una producción de Starz con J.K. Simmons como protagonista. Simmons ha participado en innumerables películas y series como secundario de lujo y consiguió un Oscar por su papel de profesor de música en “Whiplash”. En esta serie interpreta dos papeles diferentes en los que denota su buen hacer actoral. En nuestro mundo es el apocado y oscuro funcionario Howard Silk, en el otro lado es el agente Howard Silk, mucho más resolutivo y un agente de campo que no escatima violencia si es necesaria.
La historia aún no está perfilada en demasía en los episodios que he podido ver, pero parece utilizar algunos de los iconos de la ciencia ficción en esta modalidad de los mundos paralelos. Existe una transferencia entre las dos Tierras a través de un puente interdimensional que se encuentra en Berlín. Por lo que hemos podido saber un experimento durante la Guerra Fría provocó esa conexión, o creación de un segundo universo, que desde ese momento comenzó a divergir del nuestro, la Historia es igual hasta los años 50 y a partir de ahí ambas divergen de manera notable.
Entre los dos mundos se establece un intercambio de personas que reciben unos visados temporales para permanecer en los mundos opuestos. Lo que no se sabe, hasta el momento, es que se consigue con estos intercambios. Lo que sí queda claro es que existen traspasos entre mundos no autorizados. Precisamente la premisa de los primeros episodios se basa en la persecución de una asesina venida del otro lado con una misión aún no revelada.
Por otra parte, las relaciones entre los dos mundos se mantienen en secreto y sin embargo se han establecido unas “embajadas” que establecen relaciones diplomáticas entre los dos mundos, lo que demuestra que la colaboración es posible.
Esta colaboración se hace patente con la inclusión del segundo Silk en la investigación sobre los motivos de la asesina profesional colaborando con la oficina de nuestro lado.
La serie en sus comienzos da la impresión de seguir los derroteros de las películas o series de espías ambientadas en la Guerra Fría. “The Man From U.N.C.L.E.” (1964) es una de las referencias de este tipo de series. En la serie de los sesenta, los dos bloques estratégicos, USA y URSS, colaboraban para prevenir amenazas conjuntas. En “Counterpart” ocurre algo similar con la colaboración entre las dos agencias berlinesas de ambos mundos.
La serie explota algo que es muy común cuando se habla de mundos paralelos: la convergencia entre personas de ambos lados. Hay que dirimir por qué si dos personas son exactamente idénticas genéticamente, o al menos eso es la teoría, se comportan de diferente modo en ambos universos. ¿Es el entorno y la educación la que nos condiciona? Pues es probable, pero puesto que hablamos de fantasía y ciencia ficción todo es opinable y nada es objetivo.
CONCLUSIONES
Cuando se habla de mundos paralelos casi siempre se espera ver aparecer a nuestro doble, maligno o bondadoso, pero físicamente igual que el original, que por supuesto siempre somos nosotros.
“Counterpart” es un lugar común a todas las historias de mundos paralelos. Los dos universos son iguales, con ligeras diferencias, y se comportan esencialmente igual hasta donde he podido ver. La burocracia es idéntica en los dos lados y el comportamiento de la misma se hace patente en la indolencia hacia “nuestro” Silk que no asciende porque “si no ha ascendido ya con su edad nunca lo hará”, terrible sentencia del jefe de turno que aprovechará nuestro protagonista cuando se convierte en elemento necesario para la investigación.
Veremos como evoluciona la serie. Hasta ahora se muestra como un interesante ejercicio de ciencia ficción que espero que mejore porque mimbres para ello tiene.