Lo primero que nos encontramos son dos páginas de resumen con los hechos más relevantes acaecidos en el tomo anterior, la posesión de “la Espada”, el escape de los hechiceros cazadores, la perversión de los hechizos en pos de su propio beneficio y la lucha contra el tecnoshaman Adrien Beck y contra el mosnstruo conocido como “Quiebraespadas”, por no hablar de eludir los esfuerzos de la detective Anna Meléndez.
Un gran caso con tumularios y espíritus de bebes no natos, nos muestra que Bailey es quien maneja la situación y no “la Espada”, aunque se echan de menos esos momentos de posesión en la que un hechizo se habría paso siendo introducido por un dibujo como de códice antiguo, ahora el Ocultista es un tipo con túnica que lanza rayos verdes y conjura espíritus.
Está claro que Bailey siente algo por Meléndez y por ello no duda en usar su “forma astral” (sí, el Ocultista es un hechicero de capa roja que tiene forma astral y lo es mucho antes de que cierta película volviera a poner de moda a cierto cirujano que cambió de trucos de manos en cierta maravillosa compañía). Aquí Norton demuestra que puede hacer unas páginas de los más oníricas y plasma toda una riqueza visual surrealista y metafórica para expresar que el corazón de Meléndez está preso por un gran pesar.
No podemos olvidarnos del “tutor” de nuestro aprendiz de brujo, el señor Mr. Charles que cómo recordaréis no es otro que Beck poseyendo el cuerpo de cierto pobre policía y que además mantiene cautivo el espíritu de Elder, el dueño de la tienda de libros, hechicero y guardián de “la Espada”. Norton con él va a demostrar que si tiene que cargar de gore y vísceras las páginas como le gusta a Seeley, no tiene problemas en hacerlo. Parece que el tiempo se le acaba al tecnoshaman así que es hora de que “la Espada” renuncie a Bailey y para ello nada mejor que tentar a nuestro solitario y no correspondido hechicero con una despampanante hechicera rubia en traje de colegiala.
Norton de nuevo va a hacer un gran trabajo mostrando un grotesco y orgánico mundo de los muertos con ese curioso concepto de “la puerta” como algo físico que separa ambos reinos. En paralelo al viaje por la decadencia de Bailey, ahondamos más en la dura historial sentimental de Meléndez y porqué se siente marchitar como una rosa. Por cierto atentos a cierta viñeta en que están dando las noticias desde Arcadia sobre cierto justiciero llamado “X” (en algún lado se tenía que notar lo de universo compartido). Y Beck intentará dar con la forma de que su cuerpo como Mr. Charles no se colapse.
Es tremendamente divertido tener a Meléndez más implicada de lo que imaginaréis con la magia, teniendo que hacer frente a familiares y hacer búsquedas con la Ouija y de paso negociar con una especie de “santa compaña” de muertos, nada, nada contentos con el Ocultista.
Por último toda la trama de Beck queda cerrada con un número en el que el villano conseguirá su deseo y descubrirá que es más una condena, John Quint es el nombre primitivo de nuestro tecnoshaman, un vendedor de elixires en el Lejano Oeste al que un cancer y la culpa por vender falsas esperanzas le llevó a abandonar el camino de dios hasta dar con los tecnoshamanes, un grupo de hechiceros que para sólo salir una viñeta demuestran lo mucho que le gusta el concepto steampunk a Norton. Una historia cruda, con un final sin duda redondo tanto para el villano como para los sentimientos de nuestros coprotagonistas.
Para más postre tendremos una misteriosa página en la que una figura en sombras habla con un tal Crepúsculo al que ya conocimos al principio del tomo, al parecer esa figura está vigilando a Ghost, X, Brain Boy, Capitán Midnight y a nuestro Ocultista, parece que el gran crossover de Black Skye empieza aquí, sólo espero que como los derechos de Ghost están con otra editorial, Aleta pueda llegar a un acuerdo y hacérnoslo llegar en su totalidad.
Completa el tomo una selección de bocetos de Mike Norton y unas variant covers de impresión.
Si te gustan los héroes atípicos más humanos que arquetípicos. Si te gusta el terror, la magia, la historias sin final feliz, éste es sin duda tu cómic. Deseando pronto tener más noticias de Bailey y el resto