La NASA reveló ayer lunes su último plan para llevar de nuevo astronautas a la Luna en 2024, y estimó el coste de cumplir con ese plazo en 28.000 millones de dólares, de los cuales 16.000 millones se gastarían en el módulo de aterrizaje lunar. El Congreso estadounidense, que se enfrenta a elecciones el próximo 3 de noviembre, deberá aprobar la financiación de un proyecto que ha sido establecido por el presidente Donald Trump como una «prioridad absoluta«, y que cubriría el presupuesto para el período 2021-25.
En una conferencia telefónica con periodistas el lunes sobre la misión Artemis para llevar humanos a la Luna de nuevo, el administrador de la NASA Jim Bridenstine señaló que los «riesgos políticos» eran a menudo la mayor amenaza para el trabajo de la NASA, especialmente antes de unas elecciones tan cruciales. Barack Obama canceló los planes para una misión tripulada a Marte después de que su predecesor gastara miles de millones de dólares en el proyecto.
Si el Congreso aprueba el primer tramo de 3.200 millones de dólares para Navidad para llevar humanos a la Luna, «todavía estamos en plazo para un alunizaje en 2024«, comentó Bridenstine. «Para ser claros, vamos al Polo Sur del satélite«, afirmó, descartando los lugares del aterrizaje del Apolo en el ecuador de la Luna entre 1969 y 1972. «No hay otro debate«.
Tres proyectos diferentes compiten para construir el módulo de aterrizaje lunar que llevará a dos astronautas ─uno de ellos una mujer─, a la Luna desde su nave Orión. El primero está siendo desarrollado por Blue Origin, fundado por el CEO de Amazon, Jeff Bezos, en asociación con Lockheed Martin, Northrop Grumman y Draper. Los otros dos proyectos están a cargo de SpaceX de Elon Musk, y de la empresa Dynetics.
El primer vuelo, Artemis I, previsto para noviembre de 2021, no será tripulado: el nuevo cohete gigante SLS, actualmente en fase de pruebas, despegará por primera vez con la cápsula Orion. Artemis II, en 2023, llevará astronautas alrededor de la Luna pero no aterrizará.
Finalmente, Artemis III será el equivalente del Apolo 11 en 1969, pero la estadía en la Luna durará más —una semana— e incluirá de dos a cinco «actividades extravehiculares«.
«La ciencia que estaríamos haciendo es realmente muy diferente a cualquier cosa que hayamos hecho antes«, comentó Bridenstine. «Tenemos que recordar que durante la era Apolo pensábamos que la luna estaba completamente seca. Ahora sabemos que hay mucha agua helada y que está en el Polo Sur«.
Fuente: NASA.