Hacía tiempo que no me reía tanto con un programa de sketches de humor, pero ojo, estos momentos son muy escasos y casi todos en su primer y último episodios (son seis). De hecho, el primer episodio, dedicado a la policía, es hilarante, inteligente y de lo mejor que he visto en mucho tiempo. Pero decía que solo me reí desopilantemente en estos episodios porque el concepto de este programa no es, principalmente, hacernos reír… sino hacernos sonreír.
Michael Che busca una sonrisa que provenga de la autoparodia, del aprender a no tomarnos en serio a nosotros mismos, a analizar nuestras contradicciones y aprender a observar nuestras paradojas, sacándoles punta y elevándolas a motivo de chanza.
‘El p*to Michael Che’ es una serie de comedia construida con sketches y sobre un tema común que funciona bien gracias a su conexión emocional con el espectador
En ‘El p*to Michael Che’ se hace este ejercicio de autorreflexión y de autoparodia, como terapia, en un contexto claramente marcado por la pandemia y por la gestión que las autoridades estadounidenses hicieron del Covid-19. Por eso nos puede chocar bastante algunas de sus referencias a las mascarillas, a las vacunas, al acceso a la sanidad (algo tan básico como una ambulancia), etc. Pero, además de chocarnos, también nos puede servir de advertencia y de reflexión sobre lo que podría pasar aquí si…
Además, nos desvela también muchas de sus posiciones sobre las relaciones de pareja (capítulo 2); o sobre las exigencias que a nivel familiar y de amistades parece exigir o conllevar el éxito para una persona de raza negra (Capítulo 4); o sobre la ansiedad de mantenerse arriba o de que te comparen permanente con otras estrellas que, supuestamente, podrían estar más arriba que tú (Capítulo 6). Temas todos ellos propios de una sociedad estresada por la necesidad de “triunfar”, con el permanente abismo del fracaso asomando a cada paso -otra característica inherentemente estadounidense.
Rupturas del tono confidencial
Quizás por estos detalles, ‘El p*to Michael Che’ (HBO Max) pudiese parecer una serie de humor de nicho, para un público racializado, familiarizado con un contexto liberal, pero no… porque además de la crítica social -con la que podemos empatizar a través del humor, igualmente-, tenemos reflexiones personales, momentos de amistad, cameos sorprendentemente divertidos…
Eso sí, hay bajones en la coherencia y en la diversión. El modelo de terapia informal que usa Che para hablar de sí mismo no acaba de funcionar del todo bien, con rupturas del tono confidencial que se cargan el ritmo. Algunos de los cameos, como el de su compañero en Saturday Night Live, Colin Jost, parecen forzadísimos, casi metidos con calzador. Lo mismo que algunos chistes escritos, claro, para forzar estos mismos cameos.
Comedia construida con sketches
Aun con todo, ‘El p*to Michael Che’ (HBO Max) es una serie de comedia construida con sketches y sobre un tema común que funciona bien gracias a su conexión emocional con el espectador a partir de una experiencia que podemos llegar a haber compartido o, por lo menos, con la que somos capaces de empatizar con ella. Además de que procede de un ejercicio de autorreflexión y de reírse de uno mismo que a todos nos gusta ver cómo hacen otros (aunque nos cueste, ¿a que sí?, hacerlo nosotros mismos).
Merece que se le dé una oportunidad. El genial primer capítulo seguro que, si consigue engancharte, hará que te quedes hasta el final de estos seis episodios de veinte minutos cada uno.