La premisa de esta serie es terriblemente atractiva: un hombre irlandés de nebuloso pasado parece estar de turismo por Australia hasta que, de repente, un enorme camión aparece tras él y, con intenciones asesinas, acaba por expulsarlo de la carretera provocando con ello un terrible accidente. El turista sobrevive, pero acaba siendo víctima de una amnesia total que le impide acordarse de su nombre y de todo su pasado. Así es como, aun sin saber quién es, debe huir de sus asesinos mientras intenta averiguar su pasado y las razones por las que está allí, en Burnt Ridge, en un pueblecito en medio de la nada.
Lo extraño de su caso crea alrededor del turista (interpretado por Jamie Dornan) un conjunto de personajes que, siendo inicialmente curiosos sin pretensiones, pronto acabarán por establecer de alguna forma una relación estrecha con él. Entre estos personajes destaca una camarera de una cafetería local, Luci Miller (Shalom Brune-Franklin), y una policía en prácticas con un trauma físico con su sobrepeso, Helen Chamberts (Danielle MacDonald). Completa el elenco inicial su primer asesino o, por lo menos, el primero que lo intenta que sepamos, Billy Nixon (Ólafur Darri Ólafsson).
Ahora que entra una ola de frío y las temperaturas se desploman, ‘El turista’ es perfecta para un maratón tontorrón de media tarde
Los tres querrán acercarse al turista, cada uno con su motivo (ayudarlo, investigarlo, asesinarlo; respectivamente), y los tres colaborarán así, aún sin quererlo, a ir despejando las incógnitas tanto sobre quién es él como sobre la verdadera naturaleza de su relación con el turista. Estos tres personajes son el motor inicial de la trama, la cual, gracias a sorprendentes momentos o giros repentinos, nos reservará no pocas sorpresas hasta el momento de su clímax final.
Esta miniserie de seis entregas, de poco menos de una hora cada una, juega con la trama con una gran intensidad durante los primeros capítulos. Tirando incluso algún hilo argumental inicial muy interesante: la relación de las mujeres con su cuerpo en el caso de Chambers es el principal, aunque tenemos algún otro desde personajes secundarios que tampoco está nada mal. El trío protagonista pronto muestra una gran química. Y, especialmente, Jamie Dornan realiza un trabajo actoral encomiable para dotar a este peculiar protagonista de una credibilidad tanto intensa como cómica que es muy de agradecer. De hecho, en cuanto eje absoluto de todo, él es quien sostiene la serie, y lo hace perfectamente, consiguiendo incluso que quienes giran a su alrededor aporten elementos propios al conjunto.
Ni en guion ni en dirección se hacen las cosas bien
Sin embargo, el problema básico de esta serie se esconde en el guion. Los giros narrativos y los momentos sorpresa hay veces -no pocas- que no funcionan; ni en guion ni en dirección se hacen las cosas bien. El motor inicial de todo, Billy Nixon (el misterioso asesino), resulta tan forzado en su comportamiento y motivos que pronto nos resulta hiperbólico, exagerado y forzado; hasta el punto de deteriorar la verosimilitud de todo. En el desarrollo de la trama, en cuanto la incerteza inicial y el misterio sobre la identidad del turista empiezan a disolverse, es cuando el conjunto empieza a tambalearse peligrosamente; pasando de una serie dramática a otra cómica con sorprendente prontitud. Y llega el punto, en el quinto episodio, que, agotadas las ideas y los recursos, se estira el chicle hasta un sexto episodio que nos sobra, bastante.
Si la serie se hubiese quedado en cinco, o incluso en cuatro episodios, podría haber sido más entretenida en su conjunto; pero tal como está no lo es. Eso sí, tiene unos primeros dos o tres primeros episodios que son canela en rama. Hasta su ecuador, las interpretaciones y la fuerza de la historia principal nos mantienen en vilo y pegados a la pantalla. A partir de entonces, todo se agrieta y se derrumba ante nuestros espantados ojos.
Serie perfecta para un maratón tontorrón
‘El turista’ (HBO Max) es una coproducción internacional inicialmente emitida en BBC One y en la cadena australiana Stan, que llega a España este marzo con una propuesta interesante, desarrollada no de la mejor manera, pero sí entretenida, que debe toda su fuerza a Jamie Dornan y, con el paso de los minutos, a Danielle Macdonald. Si su primera parte es un dechado de fuerza, a pesar de alguna propuesta terriblemente exagerada, en la segunda ya pierde todo su interés a pesar de conseguir sacarnos alguna sonrisilla esporádica.
Ahora que entra una ola de frío y las temperaturas se desploman, ‘El turista’ es perfecta para una maratón tontorrón de media tarde.
