En este extraño 2020 a lo mejor te ha pasado desapercibida la noticia, pero, desde hace apenas unas semanas, la Real Academia Española ha tomado la decisión de incorporar a su diccionario el término “berlaguiano, na”. La nueva incorporación, que ya puedes encontrar en la red, ha quedado definida tal que así: “1. adj. Perteneciente o relativo a Luis García Berlanga, cineasta español, o a su obra. Estudios berlanguianos. 2. adj. Que tiene rasgos característicos de la obra de Luis García Berlanga. Una situación berlanguiana.” Entonces, si no lo conoces, posiblemente, ahora mismo te estés preguntando, ¿y quién es Luis García Berlanga?
Si tienes curiosidad por saberlo, ‘El último austrohúngaro. Conversaciones con Berlanga’ (Alianza, 2020) es tu libro. Un pilar básico y divulgativo sobre la figura de Luis García Berlanga (Valencia, 1921 – Pozuelo de Alarcón, 2010), originalmente publicado en 1981, con los primeros pasos de la España democrática, y que llega ahora en una edición materialmente más cuidada y documentalmente ampliada, para poner nueva y más potente luz sobre una de las principales figuras históricas del cine español. Y es que Berlanga no solo es uno de los directores patrios más importantes de todos los tiempos sino, posiblemente, uno de los primeros que, por su estilo y mensaje, ha adquirido una personalidad propia característica, ahora ya de forma general, de toda una forma de entender y de hacer cine.
En estas conversaciones, Manuel Hidalgo y Juan Hernández Les repasan, una a una, todas las obras cinematográficas de Berlanga desde «Esa pareja feliz» (1951) hasta «La escopeta nacional» (1978) pasando por «¡Bienvenido, Míster Marshall!» (1952), «Los jueves, milagro» (1957), «Plácido» (1961) o «El verdugo» (1963); todas ellas clásicos imborrables. A este material se le añade ahora, junto a un nuevo prólogo, un reportaje de Manuel Hidalgo sobre la obra posterior de Berlanga que, bajo el título de “Patrimonio Nacional (1980): el marqués vuelve a palacio.”, repasa de forma sucinta toda la demás obra del eterno Berlanga desde la susodicha «Patrimonio Nacional» (1980) hasta su último filme, el cortometraje «El sueño de la maestra» (2002) protagonizado por Luisa Martín. Entremedio quedan otros clásicos del director valenciano como «La vaquilla» (1985), «Moros y cristianos» (1987) o «Todos a la cárcel» (1993).
2021 será el año del centenario del nacimiento de Luís García Berlanga
Por si esto fuera poco, a modo de apéndices, tenemos una “cronobiografía” y, especialmente, una “filmografía”, que repasa con sus carteles originales a todo color las fichas técnicas de todas estas producciones; para que tanto los curiosos como la cinefilia -tan odiada como imprescindible, que se lo pregunten a Vicente Monroy-, accedan a los datos básicos del conjunto de la obra de Berlanga.
Estas conversaciones consiguen lo que una obra de este tenor siempre debería lograr: ese sabor agridulce del curioso que, queriendo resolver incógnitas sobre quién es este irrepetible director cinematográfico, cierra el libro, sin embargo, con más nuevas preguntas que certezas.
Se apunta en el texto una transición desde su relación primera con Juan Antonio Bardem a su trabajo colaborativo con Rafael Azcona que apenas esboza sus causas (sin duda, interesantísimas). Nos quedamos con unas ganas inmensas de más en cuanto a la complejísima relación de Berlanga con sus actores (y actrices), a los que apenas daba indicaciones, de quién insiste ser un pésimo director; más interesante en cuanto Berlanga ha trabajado con actores de la talla de Fernando Fernán Gómez, José Luís López Vázquez, José Sazatornil o Luís Escobar -entre otros-. Despierta enorme curiosidad la visión política de un Berlanga siempre maltratado, tanto desde el franquismo como desde la oposición comunista y progresista, por su posición indefinida entre el anarquismo y el liberalismo clásico del hombre libre enfrentado a la sociedad y al mundo. Tan perfectamente representada en una frase atribuida al nefario dictador Franco sobre su película «El verdugo» (1963):
“Ya sé que Berlanga no es un comunista, es algo peor; es un mal español.” (pág. 127).
O, por supuesto, una exploración algo más a fondo de su visión del erotismo, del cuerpo femenino, tan explotado en sus últimos años, y muy presente en películas como «Tamaño natural» (1973) o «París-Tombuctú» (1999).
El libro tampoco está exento de declaraciones llamativas, y que en nuestro presente serían claramente escandalosas de producirse hoy. Destacamos una especialmente significativa tanto del Berlanga cineasta como del Berlanga persona: “En España, creo yo, no estudiamos suficientemente el erotismo de nuestras actrices.” (pág. 133). Toda una llamada de atención respecto a su posición de las relaciones hombre-mujer, dónde la castración psicológica de la mujer respecto al hombre, e incluso las alusiones a la frustración sexual masculina o la necesidad de soluciones masturbatorias, no han estado exentas de su cinematografía -hasta el punto de granjearle algún que otro escándalo y/o disgusto.
Sus luces y sus sombras están aquí, por tanto, abiertas de par en par, para quién quiera leerlas. ‘El último austrohúngaro. Conversaciones con Berlanga’ (Alianza, 2020) tiene la virtud de ofrecernos las heridas y las cicatrices de una de las principales e imprescindibles figuras de la historia del cine español. Su perspectiva superficial, aunque pueda resultar insuficiente para los más cinéfilos, sirve como introducción para todos, así como de base imprescindible sobre la que asentar futuras investigaciones y lecturas. Algo que se presenta como inevitable y fundamental, a la vista de que 2021 será el año del centenario del nacimiento de Luís García Berlanga. Una oportunidad más que adecuada para adentrarse en las páginas de este libro y disfrutarlo como su sabor añejo merece y su renovado material exige. No se lo pierdan.