El pasado enero Naufragio de letras publicada la edición física de “El vals de las hadas malditas”, de Gabriel Sánchez García-Pardo, que es la primera incursión del autor en la fantasía oscura. Una novela que cabalga entre el young adult y el new adult, y cuya trama nos lleva a un mundo tenebroso, cargado de magia y de peligros.
Un mundo que cambió para siempre durante la llamada Noche del Velo.
Así, seguiremos a Jillian, una joven Hija del Velo, nacida durante la noche maldita que transformó por completo la tierra de Éterdar. Apartada de su familia y criada en la torre de Westeun, al fin ha sido nombrada desveladora. Su primer trabajo será investigar, junto a su compañera Vela Falone, el asesinato de un herrero. Un crimen con el que están relacionados la rebelión de las Cinco Caras, demonios, hadas y no muertos, y que parece estar ligado a esa noche en la que comenzó todo, a esa misteriosa canción que nadie puede interpretar.
“El vals de las hadas malditas” construye así una trama a medio camino entre la fantasía y el thriller; una historia bien planteada e hilada que es, de hecho, muy interesante de seguir, y que combina tropos del género con recursos más originales que le dan un aire fresco.
Entre los elementos más curiosos destaca un worldbuilding distinto, que sorprende e invita a sumergirse en un mundo rico, lleno de una magia que mantiene el sentido de lo maravilloso, sin desvelarse jamás del todo. Un mundo que como lectora he disfrutado recorriendo.
“El vals de las hadas malditas” se divide en dos arcos, entrelazados al principio, que toman diferentes direcciones según avanza el libro. Por un lado el de Jillian y su investigación, el principal y más mágico; por el otro, el de Vela Falone y la rebelión de las Cinco Caras, una aproximación más terrenal al mundo de Éterdar. Si bien este presenta algunos de los misterios y personajes a priori más atractivos, termina por desinflarse y resultar algo decepcionante. Esperaba más de las Cinco Caras.
Y no solo de ellos, sino de todo el elenco. A los personajes de Gabriel Sánchez, aunque sólidos y bien desarrollados, les falta algo. No terminé de conectar con ellos en ningún momento, ni de creerme sus relaciones, que a mi entender se forjan y cambian demasiado rápido. Esto se soluciona de cara al final de la novela, cuando es quizás demasiado tarde.
El narrador omnisciente tampoco ayuda, pues no deja de saltar de un personaje a otro, pero siempre manteniendo cierta distancia.
La prosa del autor busca el equilibrio entre la agilidad de la literatura juvenil y la poesía y engalanamiento propios de la gótica. Un punto medio que encuentra solo parcialmente, puesto que por momentos me resultó excesivamente recargada (sobre todo en los primeros capítulos).
No puedo terminar la reseña sin mencionar, además, la cuidada edición de Naufragio de letras, en tapa blanda con solapas y algunas ilustraciones interiores. La maravillosa ilustración de portada es obra de Alicia de Andrés. Quien diga que los libros no se compran por su portada, es que no ha visto la suya.
En definitiva, “El vals de las hadas malditas” se presenta como una propuesta muy interesante de leer, lo suficientemente original como para diferenciarse de las novelas de fantasía juvenil al uso. Aunque tarda un poco en arrancar, consigue que te quedes pegado a sus páginas y viajes por un mundo impresionante. No es perfecta (¿qué libro lo es?), pero sí la recomiendo a los amantes del género que busquen algo distinto: una lectura fantástica, oscura y melódica.
