El pintor y dibujante Paco Guerrero nació en Cádiz un 28 de mayo de 1969. Su principal fuente de inspiración es la propia naturaleza, y en ocasiones sale al encuentro de sus más exóticos parajes en viajes que le llevan a ser testigo de escenas que pocos seres humanos han podido contemplar.
De formación autodidacta, pinta a las criaturas que admira, y busca despertar en otros el amor y el respeto hacia la naturaleza que él mismo siente. Su colaboración durante más de una década con la Asociación Gaditana para el Estudio y Defensa de la Naturaleza (AGADEN) y las ilustraciones con su firma que figuran en las obras «Las Salinas de 3 Amigos y San Félix; Un Importante Humedal en la Bahía de Cádiz» y «Las Reservas Naturales de las Lagunas de la Provincia de Cádiz» avalan la trayectoria de Paco Guerrero y se suman a otros proyectos en los que se refleja su pasión por la fauna y el entorno natural.
Actualmente, colabora como pintor y dibujante con asociaciones dedicadas a la defensa de la Naturaleza. Hablamos con él sobre su faceta artística y su último viaje a Namibia, en el fascinante Continente Negro.
Alejandro Serrano: Te defines a ti mismo como “Pintor e ilustrador de naturaleza”. Todos los niños admiran a los animales y sienten una curiosidad instintiva por ellos, pero no terminan haciendo de ello algo profesional. ¿Cómo fuiste encauzando tu vida hacia ese camino?
Paco Guerrero: Tal vez porque nunca dejé de dibujar, que es lo que suele pasarles a todos los niños cuando se convierten en adultos. Tampoco dejé de admirar a los animales. Me gusta pensar que mi pintura tiene algo de paleolítico, que algo de ese espíritu primitivo que todos llevamos dentro sale al exterior a través de mi trabajo artístico.
Siempre digo que el personaje público que más ha influido en mi vida ha sido Félix Rodríguez de la Fuente. Recuerdo cómo veía embelesado de pequeño los programas de “El Hombre y la Tierra” y especialmente me llamaba la atención cuando aparecían en pantalla sus cuadernos de campo, con aquellos dibujos de animales llenos de anotaciones. Creo que fue entonces cuando decidí que yo también quería hacer eso. Luego entré en el movimiento ecologista y colaboré dibujando para carteles, pegatinas, libros… y ya no paré. Hasta hoy.
Alejandro Serrano: Colaboraste durante más de diez años con la Asociación Gaditana para el Estudio y Defensa de la Naturaleza (AGADEN), y realizas ilustraciones para otros proyectos divulgativos y conservacionistas. Incluso te has introducido en las nuevas tecnologías, en las aplicaciones para móvil. Estas últimas, ¿Dan la oportunidad de llegar a un público mucho mayor? ¿Los distintos canales de divulgación llegan a públicos diferentes, hacen mella en la concienciación sobre la importancia de la naturaleza?
Paco Guerrero: Sin duda las nuevas tecnologías hacen que el mensaje llegue a un número mucho mayor de personas respecto a los medios que teníamos hace unas décadas, cuando sólo contábamos con cartelería, pegatinas y algunas publicaciones impresas en papel. Ahora tu trabajo es visible para miles de personas en cualquier parte del mundo de forma inmediata y eso es algo que no tiene parangón.
Ahora bien, la concienciación sobre la importancia de la naturaleza es algo que, a mi juicio, no depende del canal sino del mensaje y del receptor. El mismo mensaje puede hacer mella y crear conciencia en unas personas y no en otras, independientemente del canal por el que les llegue. También es cierto que una mayor difusión puede concienciar a más personas por una simple cuestión de estadística.
Alejandro Serrano: Utilizas varias técnicas de dibujo, aparte de los bosquejos pintas acuarelas y acrílicos, y te documentas directamente sobre el terreno con viajes a lugares exóticos y espectaculares. ¿Qué técnicas utilizas según el lugar donde te encuentres o lo que quieras representar?
Alejandro Serrano: Este agosto has estado en Namibia, en el suroeste de África, cuya geografía está sobre todo dominada por el omnipresente y árido desierto del Namib. Sin embargo, en el norte se encuadra el Parque nacional Etosha, de una diversidad natural impresionante. ¿Qué te atrajo del país y cómo influyen estos contrastes ambientales en la población del lugar?
Paco Guerrero: Namibia es un país que deseaba conocer desde hace años, por sus bellezas naturales y sus gentes. También por sus contrastes. Es uno de los pocos lugares de África donde se pueden observar lobos marinos o pingüinos junto a la fauna más típicamente africana que todos conocemos.
Etosha es, además, un lugar ideal para el dibujo de fauna, ya que durante la época seca que corresponde al invierno austral –nuestro verano- los animales salvajes se concentran en los pocos pozos de agua que quedan en el parque. Sólo hay que esperar en alguno de ellos y ponerse cómodo. Además, en las distintas zonas de acampada suele haber alguna charca que incluso se ilumina por la noche, lo que permite observar animales de hábitos más crepusculares o nocturnos. Etosha cuenta además con una buena población de rinocerontes negros, un animal en grave peligro de extinción, al que tuve la suerte de observar y dibujar en mi visita al parque. Fue una experiencia francamente inolvidable.
El factor más influyente sobre la población es, sin duda, la escasez de agua, especialmente durante que el invierno. Probablemente es una de las causas de que Namibia sea un país con una densidad de población tan baja. Puedes hacer cientos de kilómetros por pistas de arena sin encontrarte con una población. En alguna ocasión paramos en el trayecto para dar agua a algunas personas que nos la pedían. Resulta muy duro vivir en esas condiciones.
Alejandro Serrano: En las fotografías y los vídeos que pueden verse en tu cuenta de Facebook las personas que visitas parecen sentir una curiosidad natural hacia tu trabajo, que muchas veces realizas en el mismo lugar. ¿Cómo te reciben y qué quieren saber sobre lo que haces? ¿Comprenden tu propósito al dar a conocer la maravilla natural de su país?
En cuanto a la segunda pregunta, hay que tener en cuenta que nuestro concepto de las maravillas no tiene por qué coincidir con el de otros. En Uganda, visitando las fuentes del Nilo, un nativo me explicaba que para ellos sólo era un río. En cambio para nosotros el Nilo tiene connotaciones históricas, geográficas, culturales e incluso mitológicas que lo convierten en algo excepcional. Cuando te mueves casi todo se relativiza.
Alejandro Serrano: Has visitado a los himba, un pueblo seminómada de la árida región de Kunene y de los pocos que aún conserva un modo de vida tradicional, con muy pocos intercambios con otros pueblos modernizados. ¿Cómo te recibieron y son en el día a día? ¿Viven de forma desahogada a pesar de las sequías y de los problemas derivados del contacto con otros pueblos?
Paco Guerrero: El recibimiento fue muy bueno. Cuando visitas tribus es importante integrarte un poco y mostrar interés hacia ellos y su cultura. Si entras a saco haciendo fotos te tratarán como a un turista más. Nosotros llegamos al poblado al anochecer, saludamos al jefe y sus mujeres y pedimos que nos mostrara el “okuruwo”, el fuego sagrado donde él se sienta a hablar con los antepasados.
Más tarde montamos un pequeño hospital de campaña donde realizamos curas a algunos niños y finalmente nos unimos a sus cantos y bailes. Cuando nos retiramos al campamento, a las puertas del poblado, muchos niños se acercaban a observar lo que hacíamos y las cosas que llevábamos. Digamos que fue un intercambio cultural.
Por la mañana me dediqué a dibujar el poblado y a hacer algún retrato con lápiz y acuarela. Fue una experiencia muy bonita e intensa porque los críos se arremolinaron alrededor e iban señalando y nombrando cada elemento del dibujo y su correspondiente en la realidad: la casa, el poblado, las montañas al fondo.
Los Himba son un pueblo muy orgulloso de sus costumbres y tratan de preservarlas dentro de lo posible, aunque la globalización es imparable. Sin embargo aún es posible en muchos lugares observar hombres, mujeres y niños con su ropa y peinados tradicionales. De hecho, en un supermercado de Opuwo –una ciudad de Kaokoland, en territorio Himba- resultaba muy llamativo encontrarse en la cola de la caja a personas vestidas al estilo occidental junto a mujeres herero con sus coloridos trajes de estilo colonial, o mujeres Himba o mucahona con sus pechos al aire, sus ropas de piel de cabra y sus peinados tradicionales.
Los Himba y otros pueblos de la zona intenta aprovechar las ventajas del mundo moderno sin perder sus tradiciones, cosa que a veces resulta muy difícil. Las sequías, como dices, son un grave problema que va a más, debido al calentamiento del planeta. Para un pueblo ganadero como los Himba, el agua es un bien esencial y su ausencia les obliga a llevar a sus vacas cada vez más lejos y durante más tiempo, lo cual altera inevitablemente su modo de vida y su alimentación que gira sobre el ganado vacuno y la leche.
Alejandro Serrano: ¿Qué hace al desierto tan diferente que cautiva la imaginación?
Yo he conocido dos tipos de desierto, el cálido y el polar, y en ambos he sentido las mismas sensaciones. Pero junto a su belleza, a su vez es un territorio hostil a la vida. Los inuit usan las palabras “ilira” y “kappia”: “Ilira” es el temor que acompaña al asombro; “kappia”, el temor ante una violencia caprichosa. No encuentro otras palabras que definan mejor lo que se siente ante el desierto.
Alejandro Serrano: Sin duda tienes un animal favorito al que dibujar…
Paco Guerrero: Te asombrará saber que no. No tengo ningún animal favorito, cada cual tiene sus peculiaridades, aunque es cierto que algunos son más agradecidos de dibujar.
Alejandro Serrano: De todos tus viajes, ¿cuál es el que más te ha impresionado?
Paco Guerrero: Te diría que todos. Guardo recuerdos imborrables de todos ellos, experiencias que quedarán en mi retina y en mi alma toda la vida: palear en kayak entre icebergs, navegar por el Nilo y visitar sus fuentes, rastrear gorilas de montaña y poder observarlos casi al alcance de la mano en las selvas de Uganda, el amanecer en el desierto, la convivencia con los Himba… Sería imposible escoger uno solo.
Alejandro Serrano: A veces, uno no puede evitar pensar que los habitantes de estos exóticos lugares y los documentalistas de la naturaleza en realidad son los últimos testigos de la maravilla natural terrestre, y que el planeta va encaminado a la pérdida irreparable de la mayoría de sus especies animales y vegetales. ¿Crees que ésto es así o resulta una visión demasiado catastrofista?
Paco Guerrero: Yo también me lo pregunto a veces. No diría que la mayoría de especies vaya a desaparecer porque antes de que eso pase desapareceremos nosotros. Somos tan arrogantes que no nos damos cuenta de que cuando hablamos del fin del mundo hablamos del fin del ser humano. El planeta y la vida seguirán adelante sin nosotros, ya lo hizo durante miles de millones de años, aunque nos llevemos por delante a muchas especies.
En cualquier caso, prefiero ser optimista aunque sin perder la perspectiva.
Alejandro Serrano: ¿Tienes ya planes para un próximo viaje?
Paco Guerrero: Tengo algunas ideas rondándome la cabeza aunque aún nada decidido. En cualquier caso, ya sabes lo que suele decirse, que no se debe hablar de los planes para evitar que se tuerzan. Ya tendréis noticias a su debido tiempo.
Alejandro Serrano: Gracias por contestar a nuestras preguntas y por tu labor. Un abrazo 🙂
Paco Guerrero: Gracias a vosotros, ha sido un placer.