Pocas películas consiguen que una tarde de frío y lluvia infernales se conviertan en un atardecer tropical. Confieso que la hora de proyección me echaba para atrás pero al final me hice con un paraguas y acudí al teatro Jovellanos esperando encontrarme algo que, por lo menos, no me hiciera arrepentirme.

Acierto. Àma Gloria es una película que te llega al alma. No creo recordar tantos sollozos y suspiros en un metraje del FICX en la vida, y que el Jovellanos estuviera bastante lleno a las cuatro de la tarde para ver cine independiente francés.

Argumento

Àma Gloria nos cuenta dos vidas y dos aprendizajes. Cléo, una niña de unos seis años, vive muy apegada a su cuidadora, Gloria, una mujer procedente de Cabo Verde que abandonó a su familia para irse a trabajar a París. Desde que nació, Gloria se ha hecho cargo de toda la vida de la pequeña, puesto que su madre murió y ha abandonado a su propia familia para conseguir dinero que enviar. Así, cuando Gloria se entera de un suceso en su país natal, se ve obligada a irse, dejando a Cléo desamparada y con una tristeza infinita. Pero Cléo convence a su padre de que le permita pasar las vacaciones en Cabo Verde, con Gloria y su familia.

Opinión

Esta película es una maravilla. A nivel técnico nos encontramos un magistral manejo de cámara siempre a la altura de los ojos de la niña, nos ponemos en su piel al descubrir que su amada Gloria tiene sus propios hijos y que quizá, piensa ella, no es tan importante como cree. Está grabada con un objetivo focal largo para representar la miopía de la pequeña e intercala imágenes animadas en puntos clave del metraje.

Respecto a la animación, Amachoukeli se inspiró en Mary Poppins, como un paso de lo onírico a lo real que representa muy bien los complicados sentimientos de una niña fuera de su ámbito general. Y consigue un efecto espectacular, puesto que las animaciones, aunque sencillas, tienen una gran fuerza narrativa que provoca muchas emociones en el espectador.

Aunque Cabo Verde es un país de infinita belleza, Amachoukeli no busca el preciosismo en su película pero representa muy bien los días de verano que Cléo pasa en el país africano, desde la cotidianeidad hasta los sentimientos, con un guion muy acertado y unas actrices que están sublimes.

Tanto Louise Maroy-Panzani, Cléo, como Ilça Moreno, como Gloria, se comen la pantalla. Es increíble que dos actrices no profesionales hayan conseguido darle tanto candor a una película muy complicada y con tanta representación de lo íntimo. Las elecciones han sido las mejores posibles.

Y es que además, el filme es un homenaje sincero a las cuidadoras y está dedicada a la mujer con la que pasó la mayor parte de su infancia la directora, Laurinda Correia, portuguesa que, cuando Amachoukeli tenía siete años, decidió volver a su país de origen, dejándole un vacío del que le costó mucho recuperarse.

Metraje, guion, actuaciones y dirección componen una película perfecta que actúa a modo de infusión calentita y que sana el alma. Una película de las que cuesta olvidar.

Natalia Calvo Torel
Escribo, transcribo y traduzco cuando no estoy aspirando pelos de mis gatos, aunque de verdad soy arqueóloga medievalista. Trabajo en la organización de la Semana Negra de Gijón y os cuento mis historias en Fantasymundo desde 2005. A veces logro que la pila de libros pendientes baje un poco, aunque necesitaré una casa nueva en breve. ¡Aúpa ahí!

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