Dentro de la sección oficial del FICX 2023 encontramos tres categorías este año, entre ellas: Retueyos, que muestras las segundas y terceras películas de nuevos talentos mundiales en el cine y Tierres en trance, que representan las películas producidas en América Latina, Portugal y España. De ellas, el primer fin de semana del festival, Fantasymundo ha visto Los últimos pastores, del director asturiano Samu Fuentes y Llamadas desde Moscú, del cubano Luis Alejandro Yero. Se trata dos documentales de factura y temática muy distinta.
Los últimos pastores, Samu Fuentes
En las montañas del occidente de Asturias, concretamente las que rodean la población de Arenas de Cabrales sobrevive, casi fosilizado, el trabajo de dos pastores, los hermanos Mier, que desde que tenían 13 años acompañan al ganado durante todo el año en condiciones tradicionales. A través de su mirada, nos adentramos en una vida rural que está a punto de desaparecer.
No se puede negar que Samu Fuentes ha conseguido una fotografía bellísima pero los montes asturianos no son para menos. Sin embargo y sin ningún ansia de menospreciar la vida de los hermanos Mier, que es durísima pero Fuentes ha conseguido mos trar cómo disfrutan de su trabajo y plasma la preocupación de que no haya un reemplazo cuando ellos lo dejen, nos encontramos con una película que, a pesar de durar 85 minutos se nos ha hecho bola.
Cuando comienza el metraje no podemos más que admirar las estampas que nos ofrece la pantalla, el verdor de Asturias es inenarrable y los planos bellísimos. Sin embargo, los 85 minutos de la película se suceden como una incesante cámara de plástico de postales en las que el director se recrea. Se hace tan pesado que, para mí, no logra transmitir de verdad la urgencia por los problemas de los pastores; el preciosismo lo inunda todo y desdibuja una historia que merece ser contada y conocida. Los planos aéreos grabados con drones, casi el único dinamismo que encontramos en el filme, con una música preciosa pero a veces molesta, sacan al espectador y lo que realmente importa queda en un segundo plano. Una pena.
Llamadas desde Moscú, de Luis Alejandro Yero
Muy diferente es este documental del cubano Yero. Aquí se nos muestra la vida de cuatro cubanos afincados en Moscú que se han marchado de su patria en busca de una vida mejor o una vida. Increíblemente bien centrado, los primeros minutos son desconcertantes pero hay un momento a mitad de metraje que todo encaja y la tensión agobiante del sencillo apartamento moscovita, con el mismo sofá, la misma mesa para todos y las incesantes llamadas de teléfono, acompañan a la narración visual.
Todo en el documental conduce a una misma conclusión y todo ayuda a conseguir un virtuosismo con la cámara envidiable. Yero utiliza las imágenes y el sonido de una manera magistral y la sensación de agobio y de compasión permanece en los espectadores hasta muchas horas después. Un acierto y una película que se nota que tiene el sello de la magistral Escuela de Cine de San Antonio de los Baños.