Estudio preciso y eficiente de la psicología de un agresor y de las causas que le llevan a cometer sus crímenes.
La proyección de esta película en el FICX es fruto de una de las nuevas colaboraciones del Festival de Gijón con otros festivales de la geografía española; en este caso, el Festival de Cine de San Sebastián, en donde fue proyectada dentro de la sección Nuevos Directores.
Jonas Wildmer parece tener una vida satisfactoria: está entrenando para correr la maratón en las olimpiadas, tiene un trabajo de cocinero en un restaurante y una novia con la que planea su futuro. Pero Jonas también tiene sombras: una infancia de abandono junto a su hermano, que se ha suicidado recientemente. El peso del pasado y la presión del presente serán demasiado para él, y la vía de evasión será asaltar a chicas para robarles el bolso, cada vez de forma más violenta.
Midnight Runner está basada en un hecho real sucedido en Zurich hace pocos años. A través de esta película, el director Hannes Baumgartner realiza un auténtico estudio de la personalidad de este individuo, tratando de averiguar qué le llevo a hacer lo que hizo. Y lo lleva a cabo de manera bastante eficiente: no juzga al protagonista ni tampoco hace un esfuerzo deliberado de empatizar con él: simplemente expone los hechos y deja que sea el espectador el que saque sus propias conclusiones. Ante nosotros se presenta un personaje profundamente traumatizado y cuyas heridas emocionales nunca se han cerrado. Esto provoca que sea incapaz de gestionar sus sentimientos y le lleva a distanciarse, aislarse y tomar decisiones profundamente equivocadas.
Midnight Runner resulta por tanto una película bastante redonda. Su precisa ejecución y la calidad de las interpretaciones la significan como una verdadera obra de relojería suiza. Un análisis de la mente del asesino a la altura de otras obras que en su moento se propusieron el mismo reto. Por lo tanto, absolutamente recomendable.